Invitados: Undermine y Cutre. 18/6/2024 Uniclub, C.A.B.A. Bs.As.
Un cartel tan variadito y tentador no fue suficiente para copar el Groove de Palermo, y la fecha se terminó pasando a Uniclub. La movida era arriesgada, aunque merecedora de un lugar más grande. Son cosas que pasan en un país tan al límite como lo es Argentina. De todas maneras, nada pudo opacar la fiesta que se vivió el martes por la noche. Tanto Havok, como Midnight habían sufrido inconvenientes con el departamento de migración en Perú, lo que los dejó fuera de cartel en Chile, pero por suerte pudieron arribar a nuestro país para el evento organizado por Noiseground.
Los locales Cutre salían a inaugurar la velada a eso de las 18:30 Hs. mostrando su Hardcore al hueso, y tirando descarga tras descarga mientras la gente comenzaba a ingresar al local.
La propuesta de Undermine apunta directo al Thrash. Aunque canciones como «Grind-Halen» nos indiquen desde su título que los muchachos suelen agregar distintos condimentos a su receta. Inclusive notaremos matices de Crossover y hasta algún tufito a bandas como Revocation en piezas como «Esperando a los gusanos» o «Sangre en las lágrimas». También se encuentran presentando un nuevo trabajo discográfico dedicado a varias bandas locales de la escena Hardcore-Punk, del cual, para esta ocasión, eligieron hacer una de Fun People. Prolijidad excelsa es lo que se sintió abajo del escenario. Ambas bandas fueron un total acierto para los platos principales de la noche.
El momento Thrasher continúo de la mano de los de Denver, Colorado, como gritaba el líder de Havok, David Sanchez después de «Point of no Return» y «Fear Campaign». Más prolijidad Thrasher, por más que al bajista Nick Schendzielos (en el día de su cumpleaños número 42) se lo veía toqueteando las perillas del cabezal a cada rato. Tremendo show el de los estadounidenses, quienes repasaron un poco de su discografía con clásicos como «Prepare for Attack» o «D.O.A.», Give Me Liberty…or Give Me Death», «From the Cradle to the Grave» y algunos más nuevitos como «Intention to Deceive» o «Phantom Force».
Por primera vez teníamos a Midnight en suelo argento, y la expectativa era alta. Los tres encapuchados salieron a ensuciar sónicamente Uniclub. La prolijidad de las bandas Thrashers que ya habían pasado no iba a ser superada, y nadie pretendía eso. Los comandados por Athenar (bajo y voz) se encargaron de divertir a las huestes con bases sencillas y directas. «Black Rock’n’Roll» y «Lust Filth and Sleaze» con su aire Venom Motorgediento pusieron el recinto en ebullición para recibir algunas canciones de su último trabajo (Hellish Expectations), como «Expect Total Hell», «Mercyless Slaughtor» o «F.O.A.L.». La gente volaba y copaba el escenario, arengados por Athenar que se movía de un lado al otro saludando de mano a los asistentes al borde del tropiezo. Más de una hora de fiesta culminaba con «Unholy and Rotten» al grito de «¿una más?!» con la base final repitiéndose una y otra vez. Su show cerraba cerca de la medianoche (Midnight, claro) para dejar el escenario más que calentito a Discharge.
La leyenda inglesa se hizo esperar un poco (nos visitaron hace menos de dos años, pero me refiero a salir al escenario, en esta ocasión), aunque arrancaron a tope con clásicos inoxidables como «The Blood Runs Red», «Fight Back», «Hear Nothing, See Nothing, Say Nothing», «The Nightmare Continues», «Drunk With Power», «Hell On Heart» y «Protest and Survive» entre otros.
Algunos crestas trepaban al escenario para saludar a sus referentes y eran arrojados cual bolsas de papas por la seguridad a cargo, bajo la mirada desafiante del vocalista Jeffrey Janiak, quién también luchaba por rescatar el cable del micrófono que se enredaba entre la gente. Esto es Punk del bueno, así que no podían faltar los momentos de tensión. Un sonido parejo se mantuvo durante toda la noche sin marcar demasiadas diferencias entre las bandas, más allá del toque distintivo de cada una. Las rondas de pogo iban mermando de a poco con los temas finales. «War Is Hell», «The Possibility of Life’s Destruction» y «Decontrol» ponían fin a una noche inolvidable para algunos cientos de personas.
¡Muchas gracias a Favio de Noiseground por permitirnos estar cubriendo este tremendo recital!