James LaBrie “Beautiful Shade of Grey” (Inside Out, 2022)

Casi 9 años pasaron para que el vocalista canadiense nos traiga su cuarto disco en solitario, no sé si será muy esperado, pero seguramente los fanáticos de su banda principal (Dream Theater), lo recibirán con un guiño y sin disgusto alguno.

En fin, este cantante con registro de tenor nos trae su ultimo LP de estudio que se titula “Beautifu Shade of Grey», el cual fue editado el pasado 20 de mayo a través del sello Inside Out.

Creo que es un paso adelante con respecto al insípido “Impermanent Resonance”, su ante último lanzamiento, que data del 2013, y vemos a un vocalista que se despega mayoritariamente de su banda principal, y la onda por aquí va coqueteando con un rock muy melódico que va desde Kansas, orillando con Marillion, con muchas cosas de los Purple y me atrevo a decir de arreglos folk, una faceta donde el cantante se lo nota a sus anchas y hacer la suya sin ningún tipo de contratiempos, a pesar de haber sufrido en una época, daños considerables en sus cuerdas vocales, de los cuales todavía no se ha logrado recuperar en su totalidad, hay que tener en cuenta también los 59 años recién cumplidos del vocalista.

El disco en si no tiene muchas variantes y va destacándose en las vertientes que ya nombré anteriormente, tornándose monótonos e incluso poco atractivos, salvo algunas pistas como “What I Missed”, “Supernova Girl” y la canción un tanto experimental “Conciense Calling” e incluso llegan a asemejarse demasiado, tales como “Sunset Ruin“ y los dos cortes de difusión que son “Give and Take” y “Am i Rigth”, o el tema que rompería la monotonía, ”Devil in drag» (otro de los videos de la placa). Sin embargo, no logran despegarse de la meseta en donde se sumerge la placa.

Una de las particularidades es la participación de su hijo Chance, que se hace cargo de los tambores, que si bien no logra descollar cumple su rol prolijamente.

El disco cierra con una versión del tema de los Zeppelin, ”Ramble on”, que estaría encajando a las mil maravillas, tanto en sonido, como en la modulación de voz de James y con una versión un poco más rocker de la canción “ Devil in Drag”, sin tantos arreglos acústicos.

Sin duda un disco que quizá no sería tanto del agrado del público que demande mucho más progresivo y contratiempos, pero que le viene bien a LaBrie para reivindicarse en solitario, quizá un poco venido a menos por dejar casi todo el trabajo compositivo en manos de su partenaire, Paul Lodge (que se encarga del bajo y de la guitarra acústica), alguien con marcadísimas influencias de quien solo se sabe que tiene una banda en su escocia natal, James sabrá el por qué.