Es sabido mi fanatismo y devoción por esta banda desde mi preadolescencia, no me perdí ni un show de ellos en nuestras tierras, (con o sin Halford), e incluso tuve la suerte de verlos en el Wacken Open Air del 2018, en pleno Tour de “Firepower”, LP que dejó la vara muy alta en cuanto a todo.
Así que, esperaba este nuevo trabajo de estudio de los sempiternos Priest, el décimo noveno en su glorioso palmarés, que inició allá en el año 74 con “Rocka Rolla“, por tanto, que después de tanto esperar y de un par de adelantos, a través del sello Columbia -Epic, el pasado 8 de marzo, vio la luz “Invincible Shield”, que consta de once temas y también con una edición de lujo que trae catorce, como siempre, con el genial Andy Sneaps detrás de las perillas, que ya lo conocemos de Accept, Amon Amarth, Dream Theather, Blaze Byley, Arch Enemy, etc, etc, cuando no se ocupa de la otra guitarra en estudio o en las giras.
Dicho esto, y metiéndonos en lo que más nos atañe, abren la placa dos de sus sencillos de adelanto “Panic Attack“ (que fue el primero), y “The Serpent And The King“, donde los maestros nos tiraron una punta de flecha de lo que se venía, heavy metal, poder, buen sonido y una banda que a pesar de los años, pareciera crecer en poder con un Rob cada vez más intratable de lo bien que está cantando.
“Devil In Disguise”, es una canción como para bajar un poco la vertiginosidad, pero jamás la intensidad, hasta aquí es todo impoluto y perfecto, sonido tremendo, producción excelsa y ejecución magistral, y lo que es muy importante, todo muy, pero muy Judas Priest, bases contundentes y esa viola de Ritchie Faulkner que demuestra que es lo mejor que le pudo pasar a la banda, su llegada.
Algunos temas tranquilamente podrían estar en “Screaming For …” o “ Defenders Of The faith”, tal es el caso de “Gates Of Hell”, ”As God Is My Withness“, donde puede observarse la astucia de Sneap en las perillas, dándole un sonido moderno sin perder la esencia de la banda, como también es la cuestión en “Escape From Reality”, donde la onda Sabbath se mezcla con el genial Firepower”.
Acertadísima la decisión de mechar en el orden de la lista, los que fueron los otros dos adelantos, (con sus video clips obvio) del LP , “Trial By Fire” y “Crown Of Horns”, como para no mandar toda la nafta de una, a pesar de que el disco hasta ahora es muy parejo, todos los temas tienen su gancho y no caen en la repitencia de un disco largo (en el caso de la edición de lujo).
La intensidad continua con “ Sons Of Thunder“, debemos decir, que con este tema termina la edición estándar de la placa, con muchas cositas de “Angel Of Retribution” en la cadencia del tema, pero con unos coros un poco más al frente, al igual que “Giants In The Sky”, aunque con una base más trabada, con la voz de Rob, ya promediando el disco en un plano magistral en cada arreglo de vocal, en cada grito y sobre todo, en ese sello que solo él le puede dar a las canciones de Priest, nota aparte es el toque flamenco que le da Ritchie al tema con una parte acústica después del sol, muy a lo Narciso Yepes.
La edición Deluxe trae tres temas más, que continúan la línea de lo anterior y como cierre viene una versión de un artista que la banda suele versionar siempre, se trata de la canción “The Lodge”, que pertenece a Bob Halligar Jr., el músico, además de compositor solía hacer canciones para muchas bandas de los años 80, de metal, Hard rock e incluso Pop.
El disco es una maravilla desde el primer acorde hasta el cierre, poder, audio espectacular, producción excelente, ejecución magistral y todo, pero todo el feeling.
El retorno esperado después de cinco años de silencio, y para cerrar un par de bocas que decían que la banda estaba de vuelta, que a sus 70 años, estos músicos tienen más nafta que nunca, valió la pena la espera, van seis veces que lo escucho completo y no puedo parar de hacerlo.
Los más grandes han vuelto, ojalá duren hasta los 1500 años …
¡Larga vida al metal, Larga vida a Judas Priest!