Me tomo por sorpresa el lanzamiento del sucesor de “Standing OnThe Edge”, gracias a mi amigo José Pavón que me mantiene al tanto de las novedades musicales, siempre pasándome las últimas novedades a través de Telegram.
Tenemos la grata sorpresa de un inicio muy heavy, tirando desde la época de su estadía con el germano Michael Schenker, hasta la veta más progresiva pero nunca abandonado su pesadez y eso ya se nota de entrada en el tema que abre la placa, homónimo al disco, que a su vez es el primer sencillo de difusión del álbum, bases pesadas y la excelente voz del irlandés desafiando al paso inexorable del tiempo.
La veta ochentosa continua un poco en la segunda y tercera pista del disco “Dead As a Bone” y “Bless Me Father”, aunque ya volcada a sus épocas de Survivor e incluso algunos aires a Quiet Riot, esas bases bien marcadas, coro pomposo y solos con vibratos geniales, pero con la voz del buen Robin siempre al frente.
Hasta ahora, a pesar de no haber cambios rotundos en lo musical del disco, todo suena de maravillas, bien ejecutado y con mucho feeling, que muchas veces sabe suplir de manera acertada al aburrido virtuosismo, como sucede en las pistas “Feel Like Hell”, que además tiene una potente base doble bombo.
“Cant Go On” es el momento semi balada de la placa, acertadamente ubicado a mitad del disco como para bajar un poquito los decibelios, con su muy linda cadencia, me viene a la memoria “Thunderbird” de los inmortales mencionados Quiet Riot.
La pista “Fading Away» nos transporta a una veta muy Scorpions de “Love At the Sting” y es un cambio sorpresivo y a su vez agradable en la cadencia que nos daba el disco.
A continuación, con las pistas “My Only Son” y “When The Rain is Come” el disco sigue más o menos la senda, en una dirección más en la vena de Scorpions, que a los anteriores trabajos del musico irlandés.
La canción “Stronger Than Before“ comienza de una manera que se lleva a todo el mundo por delante, con unas guitarras asesinas, pero enseguida cae en la misma bolsa de los temas anteriores, a excepción de los estribillos donde la banda acentúa el medio tiempo.
El cierre de la placa “Who I Am”, confirma lo dicho anteriormente una vez más, pero sin dejar de ser un tema bien rocker que nos hace sacudir la patita de buenas a primeras.
Un disco con un sonido muy parejo de principio a fin, quizá se deba en parte porque la banda que lo acompaña a Robin es prácticamente la misma que en su trabajo anterior, el notable guitarrista Andrea Seveso y el teclista/ bajista Alessandro Del Vecchio, que además, se encargó nuevamente de la producción del material, sumado también, al baterista Nicholas Papapico.
En fin, como ya mencioné antes tenemos un muy buen material de la mano de un eximio músico que desafía (y con creces) el paso del tiempo, con un disco que para mí está un paso delante de su predecesor. Como ya dije, “viejo es el viento y sigue soplando”