Toxic Holocaust – Thrash crudo, riffero y arruina cervicales

¡Amigas! ¡Amigos! Bienvenidos a una nueva entrega de esta licuado palabrero donde tratare de desarrollar las sensaciones provocadas por la banda invitada de hoy, a través del relato de este hombre de pelo cano, en la barba, claro, porque arriba ya no hay.

En esta oportunidad, los invitados a este agasajo son ¡Toxic Holocaust!

A fines de los 90s, principios del nuevo milenio,  hubo un nuevo resurgir del género que a mí particularmente más me gusta, que es el querido, rápido, jodido y mal humorado Thrash Metal. A las bandas pioneras  que todavía continuaban batallando, se le sumó una camada nueva de agrupaciones que trajo un aire fresco y renovador. Una de ellas es Toxic Holocaust, banda que para este humilde cincuentón  fue una grata sorpresa conocer.

Toxic Holocaust, no tiene mucha vuelta, es Thrash Metal bien vieja escuela, palo y a la bolsa con influencias de Slayer, Exodus, Discharge, Kreator. No busquen virtuosismo ni parafernalias, acá hay Thrash crudo, riffero y arruina cervicales.

Para el 3er disco “An Overdose Of Death”, el amigo Joel incorpora a Nikki Rage, quien se sentará tras los parches y luego ya para el final de la grabación, ingresaría Phikthy Gnaast en bajo, para dejar conformada la formación estable de Toxic Holocaust. En este álbum, Joel Grind grabo voces, guitarra y bajo. Además, en los dos anteriores “Evil Never Dies” y “Hell On Earth” grabo las baterías.

Este tercer disco es una verdadera aplanadora musical, el comienzo no puede ser mejor, con un uno-dos contundente como trompada de King Kong. “Wild Dogs” abre el disco, thrash Metal puro, con un buen cambio hacia el final que garpa y muy bien. Seguido se le pega “Nuke The Cross” y ahí sí. ¡Las cabezas saldrán rodando! Es un larga duración clásico instantáneo de esos que lo queres escuchar una y otra vez que nunca cansa. Es el tema de la banda.

A continuación viene “Future Shock”, que con un riff bien ganchero-ochentero te envuelve y no te suelta más. “War Game”, “In The Name Of Science”, “March From Hell” y “Gravelord”, los temas que siguen, mantienen ese nivel de intensidad y agresividad FUNDAMENTAL en cualquier banda que haga Thrash Metal, para mí. Esos niveles que algunos han ido perdiendo con el correr de los años, y con el engrosamiento de sus cuentas bancarias.

“War Is Hell”, es  una regrabación del tema que ya había aparecido en su primer disco, “Evil Never Dies”. No cambia ni aporta mucho este auto-cover, solo  el mejor sonido y un poco más melodioso, sin dejar de hacerle justicia a este temazo.

El final del disco sigue el camino old School, cerrando como último tema “Hell On Earth”, otro auto-cover, pero este de su segundo disco  dándole definitiva  forma así no solo a unos de los mejores discos de Thrash del nuevo milenio, sino que para mí consolida a Toxic Holocaut como una de las bandas más importantes del género. ¡Alzo mi vaso deseándoles larga vida a Toxic  Holocaust y a Joel!

Y así llegamos al final de esta lluvia de palabras descriptivas que describe las marcas causadas por los efectos del Holocausto Toxico. Pueden dejar sus comentarios a través de las redes sociales del portal o en las historias. Criticas y sugerencias son bienvenidas. Nos leemos en la próxima. ¿Dónde?  Acá, claro. ¡En los Escritos Sagrados de Yunque!