Rara vez se da un evento conformado sólo por bandas extranjeras. Como acto de apertura tuvimos a los franceses de DVRK (banda que ciertamente desconocía), seguido por los finlandeses Rotten Sound, y las brasileñas de Crypta como acto principal.
Lamentablemente el show de DVRK tuvo algunos inconvenientes con el audio. Ellos practican una especie de Deathcore de bases pesadas y cortantes, respaldadas por secuencias electrónicas, las cuales sí mantuvieron un sonido estable durante su actuación. El problema fue que por momentos se perdía la voz, se perdían golpes de batería (sobre todo el bombo) e inclusive, la guitarra. Esto ocurrió durante al menos la mitad de su set, logrando acomodarse recién para los últimos temas, que fueron fluyendo mientras el público comenzaba a ingresar al recinto.
La convocatoria llegaba a su tope (un 70% de su capacidad, aproximadamente) cuando Rotten Sound salía a escena entre luces rojas para descargar uno tras otro los bombazos de su última placa, «Apocalypse». Reducidos a trío (desconozco por que se presentaron sin bajista, aunque mucho no importó), se plantaron al borde del escenario con la batería también al frente (ya que la tarima estaba ocupada con la batería de Crypta), y nos castigaron durante un poco más de media hora a puro Grindcore. Por un lado, se sintió medio extraño el hecho de que Rotten Sound tenga que tocar en condición de banda soporte con la batería abajo, pero de alguna manera salieron favorecidos, ya que era hipnotizante ver tan claramente como Sami Latva castigaba esos parches. La gente se sumía en rondas de pogo, y cuando esto ocurría, tanto «Q» con su guitarra como «G» desde el micrófono enfatizaban sus movimientos, aún con el poco espacio del cuál disponían. Cortito y directo fue el show de Rotten Sound, pero se disfrutó al máximo cada segundo. Si llegan a volver, les recomiendo que no se los pierdan.
Crypta en esta ocasión contó con la guitarrista Helena Nagagata, que se encuentra ocupando el lugar dejado por Jéssica Falchi, y debo admitir que cumplió con creces. Ha logrado mixturar la técnica de Jéssica con su propia impronta. Tal vez sus solos suenen algo más limpios (o con menos distorsión), pero crean un buen contraste con los solos de Tainá Bergamaschi, quién no paró de mover su cabeza en todo el recital. Desde la batería pudimos apreciar a una Luana Dametto muy concentrada, poniendo atención a cada mínimo detalle en sus fills, y con una precisión absoluta en cada doble bombo. Crypta funciona como una máquina perfectamente aceitada, y es ahí donde la humanidad de la carismática Fernanda Lira resplandece entre gestos e interacción con su público. Con un sonido impecable desde el minuto uno, fueron paseando por sus dos álbumes de estudio para cerrar la noche con una de sus piedras angulares, el tema «From the Ashes»; coreado y aplaudido por un público que supo disfrutar de una noche variadita e irrepetible.
¡Muchas gracias a Noiseground por permitirnos cubrir este recital! ¡Nos vemos la próxima!


