Gutulax – «Una fuerte paliza con olor a Gore ‘N Roll»

¡Amigas! ¡Amigos! Bienvenidos una vez más a este simpático derrotero de  palabras donde trataré de describir las distintas sensaciones causadas en mi persona por las diversas agrupaciones que han sabido corroer con su música mis sentimientos forjados en acero, en este punto de encuentro que sesudamente hemos dado el nombre de Escrito Sagrado.

Los invitados de hoy, Gutulax, “El fuerte y chirlo olor del Gore ‘N Roll”

Cuando Facundo, mi secuela mejorada de esta vida me hizo escuchar esta banda, lo primero que atiné a decir fue, “¿Qué es esto?” con una evidente cara de desconcierto. ¿Por qué? Está bueno, me contesta el muchachito plantando postura. Sabes que pasa, Pa, vos estas acostumbrado a que el Metal tiene que ser serio y enojado, y está bien, pero a veces está bueno encontrar algo donde se caguen de risa, me espeta con desparpajo y respeto, el adolescente que a diario vacía mi heladera. ¿Y saben que? Tiene razón. Sobre todo en lo de cagarse de risa y ya verán porqué.

Y aunque es cierto que hay algunas cosillas que no me cierran del todo en Gutulax, que son solo cuestión de gustos, hay que reconocer que musicalmente son muy buenos. Que a mi gusto le reste puntos tener a Papá cerdito cantando, no quiere decir que no pueda reconocer que Gutulax está muy bueno, señoras y señores. Estos escatológicos muchachillos nacidos en República Checa, dieron vida a este proyecto en 2009. Tras varios años, cambios de formación y discos editados, “Shit Beast” – 2011, “Shit Happens!” – 2015, y varios splits llegan al disco que me presento my son y por el que estoy escribiendo en mi notebook sentado en el inodoro. Si, en este caso el contexto ayuda. “The Shitpendables” – 2021 es la defecación que editaron estos simpáticos Checos. Yendo al revés de otras veces, no escuche material anterior, arranque directamente por esta última edición. 

Y una graciosa flatulencia seguido de un grito de sorpresa y espanto femenino da comienzo a “Diarrhero”, el tema que abre casualmente esta diarrea musical. Y ya a los 51 segundos de comenzado hace su aparición esta cruza de rana de baldío pasada de anabólicos y Papá enojado, perdón, perdón, me equivoqué, Papá cerdito era, mala mía, disculpe Sr editor. Un constante tupa-tupa con un sólido machaque de fondo construyen una verdadera pared sonora. Algún Blast acelera el asunto, pero se vuelve a ese ritmo extremadamente contagioso para cabecear incansablemente. Buen comienzo. Acto seguido llega “Nosím Místo Ponožky Kousek Svojí Předkožky”, que luego de la intro y una especie de grito nos dan en la pera. Ritmo constante y un buen cambio para el estribillo donde aparece una voz casi humana. Promediando el tema llega una parte para agitar en vivo y retoman el ritmo del comienzo hasta el final. 

“Poopcorn”, comienza más extrema pero enseguida llegan esos machaques secos tan característicos de Gutulax. Acá hay más Blast y la rana/cerdo mutante está más gritona, intercambiando partes con el humano que vocifera junto a ella. O el. O lo que sea. “Buttman”, trae consigo la parte vocal que saco una sonrisa en mi estoico rostro. Y automáticamente pienso… ¿Cómo serán las sesiones de composición de estos muchachos? Porque hay que hacer esas vocalizaciones y que el resto no se tiente de la risa. Y no lo digo de forma despectiva eh, es una forma recontra válida de hacer Metal extremo y original también. Se que no son los únicos, pero hoy les tocó el turno a ellos y mis elogios, o no, van sobre ellos. Volviendo al tema, la combinación de los gritos humanos con papá cerdito es llamativa. El resto de la parte vocal me causa gracia. Qué le voy a hacer, es el efecto que causan en mi.

“Duch Sratý”, es el siguiente paso, con Sodoma Gomora de invitado. ¿¿?? Buen riff, buen final. “Sweet And Sour The Coprophillic Soul”, “Vaginapocalypse”, “Ass My Kiss”, con Roman Vivian invitado, ¿? Se suceden una tras otra manteniendo el nivel excremental bien alto.

“Rosamunde Pitchshifter”, comienza a los pedos como ninguno de los anteriores. Baja el ritmo en el medio para terminar bien arriba. “Spermustache”, “Shit Hit”, con un solo flatulento de Intro, como un homenaje escatológico a Louis Armstrong, que da pie a un muy buen riff, en una de las defecaciones que más me agradan de este disco. “Backdoor Boys”, con Julien Truchan de invitados ¿¿¿??? Es otra buena canción donde la combinación de voces le da un aire distinto. “Heavyweight Fart”, sigue el camino de las anterior y “Shitbusters” cierra el disco de canciones propias en la que es para mi la mejor canción del cd. El cambio de ritmo que viene al final es buenísimo. El final llega con un cover de los holandeses “Rompeprop”, que le da un buen cierre a un buen disco de un género que no escucho tanto.

Mi conclusión, totalmente personal, es la siguiente. A nivel musical Gutulax es una aplanadora, me gusta mucho el estilo y como combinan los riffs bien pesados y mugrientos con la batería, que va llevando distintos ritmos que hace extremadamente adictiva la escucha. En mi caso, la combinación de papá cerdito y la rana René pasada de anabólicos no me cierra. Y creo casi con seguridad, que paga mucho más esta propuesta en vivo que en la edición física. Así lo pude ver en distintos videos de la banda, además de lo que me contó el Sr. Manuel Raviglione de Contra Todo, que presenció un show de la banda hace un tiempo atrás en Uniclub. En síntesis, “The Shitpendables”, es un muy buen disco de Metal extremo. Siempre es bueno abrir nuestros propios límites. El mío es el de la voz, que no me cierra del todo, pero que no resta a un producto bien hecho, bien pensado, y mucho mejor ejecutado. Pulgar arriba para estos diarreicos Checos.

Hasta acá llegamos compañeros de este viaje por las amarronadas calles del más sucio gore. Pueden dejar sus comentarios y sugerencias en las redes sociales del portal, sea en la publicación o historia. Nos leemos en la próxima salida. ¿Dónde? ¡Acá, por supuesto, en los Escritos Sagrados de Yunque!