30 años atrás este cartel hubiese sido una locura total, pero hoy sigue siendo algo casi impensado. Dos bandas totalmente representativas del género Death Metal desde sus inicios con propuestas distintas, y de distintos países. Los ingleses Cancer pisaban suelo argentino por primera vez, mientras que los neerlandeses Pestilence ya iban por la cuarta.
Dos bandas locales dieron inicio a la fiesta de podredumbre en el recinto ubicado en la zona de Once. Muerte Violenta es una joven banda de Buenos Aires que mixtura el Thrash con el Death Metal de una manera sencilla y efectiva, con un aire retro bastante crudo.
Mientras que Razgos se inclina un poco más al Death Metal añejo y visceral, aunque podamos olfatear leves pinceladas casi progresivas, aportadas por el bajista. Ambas bandas supieron encontrar el sonido con el correr de los minutos y fueron bien recibidas por un público que ya ocupaba la mitad de la capacidad de El teatrito.
El clima se tornó espeso y una bruma cubrió el escenario mientras los ingleses salían a escena a serrucharlo. En ambas bandas (Cancer y Pestilence) solo queda un miembro fundador, casualmente ambos ocupan voz y guitarra. John Walker logra mantener viva la esencia de la banda con un sonido que te transporta en el tiempo. Eso fue lo que se vivió esa noche, un viaje a los años dorados del Death Metal, aunque no debemos pasar por alto que ambas están en activo discográfico. De hecho, Cancer arrancó su show presentando su nuevo disco «Inverted World», del cual se desprendieron las piezas «Enter the Gates», «Until They Died», «Amputate» y el homónimo, para luego dar paso a la nostalgia con algunos clásicos como «Into the Acid» «Tasteless Incest» o «Hung, Drawn and Quartered», entre otros. Impecable sonido, tan seco y directo como abrir un ataúd y respirarse el cadáver tras pocos años de entierro. Los músicos que acompañan a John sienten y entienden muy bien de qué va la cosa; acá no hace falta sobresalir técnicamente, sino crear una maza enorme que te golpee el cráneo. Y debo hacer una mención especial para el bajista Daniel Maganto (español) quién intercambió palabras con un público que disfrutó a más no poder el show de Cancer.
La capacidad del lugar se encontraba a un 80/90 % cuando Pestilence largó su intro futurista para llevarnos a otro estadio del Death Metal. «Morbvs Propagationem» nos sumergía en un audio más refinado y punzante donde los tonos medios ocupaban el lugar de gravedad reinante que había dejado Cancer. Cada cuál marcó una distancia casi opuesta en el género y eso se trasladó perfectamente al Show. Si alguien pensaba que un evento así podía llegar a caer en redundancia o monotonía debido al género y a el período transitado por ambas bandas, créanme que están totalmente equivocados. Esto son dos recetas distintas de un mismo corte, pero por distintos chefs, y distinto todo.
Pestilence amplió un poco más su setlist e incluyó canciones diversas, donde no faltaron los clásicos como «Chronic Infection», «Prophetic Revelations», «Twisted Truth», «Out of the Body» o «Land of Tears», mixturados por algunos temas de Resurrection Macabre del año 2009.
El líder Mameli se mostró bastante concentrado… en modo robot podríamos decir, mientras que el resto de la banda parecía disfrutarlo más humanamente. Excelente concierto organizado por el sello local Icarus, al cual agradecemos por la invitación.
