¡Amigas! ¡Amigos! Bienvenidos a una vez más a esta nueva velada de lectura donde trataré de describir con palabras las distintas sensaciones causadas en mi persona por las diversas agrupaciones musicales que han sabido conmover a este vejete a través de los años, en este agraciado espacio que hemos dado el nombre de Escrito Sagrado.
Los invitados de hoy, Zålomon Grass “Con el poder de los setentas”.
Tal vez este es un escrito muy especial, por lo que rodea a esta buena banda. Mi viejo es nacido en España, Galicia para ser más preciso. Un verdadero Gallego. Nacido en Ribadumia, que pertenece a Pontevedra, una de las cuatro provincias de Galicia. Las otras son La Coruña, Lugo y Orense. Si bien nunca fui para esos lados, los lazos están. Sobre todo porque un querido amigo de mi infancia está viviendo allá, José Luís, y juntos vamos andando el camino del forzoso Celta de Vigo, sin olvidarse jamás de su amado Ferrocarril Oeste, Celta es el club que adoptó para ser un hincha más, y que también es el club de la infancia de mi viejito querido. Por suerte Papá cuando vino a este bendito país tuvo mejor puntería, ya que se hizo, y me hizo, hincha del gran Independiente de Avellaneda!
Pero siguiendo con José, a través del enlacé de amistad con un amigo de él, Cristobal, o Cristo, como lo llamo yo. Un personaje maravilloso con una historia personal que supo compartir conmigo, padre de dos hijas y amante de la música. Y por medio de este bendito Cristo Gallego fue que pude conocer algunas muy buenas bandas, por su acertada recomendación. Y hoy, empiezo a escribir sobre está banda no solo por su recomendación. No solo por el pesado rock con raíces setenteras que tocan. También porque son gallegos, de Vigo, y son parte de mi ADN, como el estilo, que es el que forjo de mi infancia, allá a mediados de la década del setenta. Si, hoy estoy sentimental, pasa que yo soy un hombre bueno, lo que pasa es que me estoy viniendo viejo…
Formados en 2020, la banda está compuesta por Gabriel Mckenzie, guitarra y voz, Mauro Comesaña, batería y coros, y David Rodd, bajo y coros. Dueños de un estilo bien potente, con bases en un potente hard rock, blues, o como ellos mismos tildan su música, Blues Cósmico. Tras unas buenas presentaciones que incluía algunos festivales de Europa, lanzan “ The Four Track EP – From The Live Session At Radar Studios” – 2021, donde dejaron bien claro de qué venía la cosa. Muy bien logrado, con buen sonido y buenas canciones, como “Badstock” y “Back Where I’m From”. Un buen primer paso. “Three Hundred Years” – 2022 es el siguiente lanzamiento, otro EP, más íntimo, en vena acústica, que a mi tanto no me cierra pero que está muy bien desarrollado. “Time Will Tell” es mi elegido de un EP de tres temas más una Intro.
Zålomon, siguió girando y cosechando buenas críticas y respuesta del público, como recibieron por su presentación en el festival Montreux Jazz de Suiza. A paso firme y seguro estos gallegos cósmicos editaron “Space Opera” – 2023, su álbum debut. Conceptual, como reza en la hermosa portada del disco. Con un arranque que me transporta a “The Jimi Hendrix Experience”, si se me permite. Pero solo en ese comienzo, eh. Un disco donde por suerte lo acústico queda a un lado y la distorsión y la fuerza ganan por escándalo. La voz áspera de Mckenzie es impecable. En realidad la labor del trío es excelente. Una muralla sonora infranqueable. Gran disco, donde para mí se destacan “Cosmic Relief”, “The Drill”, el mejor tema del disco para mí, “All Hands On Deck”, “Groove To Prove”, y “Don’t Let Me Go Down (Space Opera)”.
Todavía estaban resonando los acordes de este buen disco, cuando comencé a buscar el último y más reciente lanzamiento del trío, “Trouble In Time” – 2025. Con un demoledor arranque a cargo de “A Thing Of The Youth” que te afloja la dentadura. Hay lugar para que se destaque el bajo, metiendo unos firuletes muy buenos, la batería, con sus fills asesinos. Y se termina la canción, y cuando todavía estamos recontra manija esperando que empiece la segunda pieza, vuelve la primera a invadirnos y quemarnos el cerebro! ¡Tremendo! “Ruins Of The Modern Past” viene a poner calma? ¡No señor! Seguimos bien arriba! Muy buena canción, con un remanso en el medio para volver al ritmo arrollador, bien rockero, bien pesado. ¡No! ¡Maldito fade-out! ¡Devolveme la canción! Bueno, no hay caso se fue, pero llega “Bad Combination”, con su calmo comienzo que rápidamente explota en el estilo que tan bien le sale a estos muchachos. Al final de la canción final vuelve la calma, pero para llevarse esta muy buena composición.
“Twelve Labors” es una de mis favoritas del disco, con un clima entre melancólico y tenso, a medio tiempo tal vez, pero cuando acelera un poco le impone un vértigo que se traspasa a quien escucha. Vuelve la calma a media velocidad pero la tensión sigue. El final es perfecto. Temazo! “Across 110th Street” nos lleva directamente al pasado, en el tema que para mí, más demuestra la influencia de los setenta en la música de Zålomon. La contundencia se manifiesta distinto en esta canción. No encuentro bien como expresarme para explicarlo. Buena canción. “Trouble In Time” arranca tranquilo, en modo balada blusera, si se quiere, pero damas y caballeros, a mitad del tema estalla en un hermoso, furibundo, sucio y pesado rock, llevándonos a cachetazo limpio hasta el final. Otra gran canción. Con “I’m Feelin’ Lonely” nos vamos acercando a la puerta de salida de este buen disco. El riff de guitarra me gusta mucho. Por momentos me hace recordar a la etapa más blusera, rhythm de Deep Purple mark III, por lo menos mi oído y cerebro informaron eso. Buena canción.
Y llegamos al final de la mano de “Contradictions”, que sigue la vena de la anterior canción. Siendo la composición más larga del disco, no se notan sus poco más de siete minutos de duración, ya que los muchachos meten variedad de tiempos, climas, melodías, que hacen al tema verdaderamente entretenido y disfrutable. Tanto que se termina y voy haciendo el corito final mientras le doy a las teclas y hago sonar las tripas del mate. Un muy buen disco de pesado blues/rock con raíces en los no tan lejanos setentas. Bien tocado, buenas composiciones, variado pero siempre potente. Deberían, queridos lectores de estos Escritos, terminar de leer y buscar a estos gallegos. No se van a arrepentir.
Y sepan comprender si este humilde tipeador de palabras hoy rozó el sentimentalismo en la introducción a este Escrito, son épocas personales bravas las mías, y si le sumo que los buenos de Zålomon Gras, son de la tierra de mi viejo, de mis abuelos, hogar de mi querido amigo José Luís, recomendación de mi nuevo amigo Cristóbal, y que encima hacen música con raíces en los setentas, años que forjaron mi orientación musical, la emoción iba a estar ahí. Solo le falto algo a este Escrito, en vez de mate, lo tendría que haber acompañado con una buena Estrella de Galicia, 1906 edición especial. Queda para la próxima.
Hasta aquí llegamos compañeros de lectura, este viaje a través de este aguerrido blues cósmico, ha llegado a su fin. Pueden dejar comentarios y sugerencias en las redes sociales del portal, sea en la publicación o historia. Nos leemos en la próxima salida. ¿Dónde? ¡Acá, por supuesto! ¡En los Escritos Sagrados de Yunque!


