At The Gates – “The Nightmare of Being” (Century Media, 2021)

Los pioneros del Death Melódico nos presentan otra nueva entrega. Tras haber caído un poco por “beber de la noche misma”, pretenden levantarse en “la pesadilla del ser”, antes que seguir como sonámbulos caminando para el mismo lado.

Guitarras melódicas nos introducen de una manera gloriosa a “Spectre of Extinction”, y al reunir los claros métodos de estos suecos, no es de extrañar que haya sido uno de los cortes de difusión. Un tema bastante directo, al igual que el siguiente “The Paradox”, con buenas bases, hermosos arreglos, una voz que se nos presenta algo más gastada en comparación a otras épocas, con un audio general que prefiere no arriesgar, y queda al standard de casi todo lo que suena hoy día. Con golpes de batería que en un principio se me hacían molestos, pero que ciertamente fueron dejando de fastidiarme debido a lo bien armadas que están las composiciones.

“The Nightmare of Being” empieza a mostrar la otra cara de esta entrega. Donde el clima oscuro comienza a penetrar y deja espacios a detalles progresivos, cambios de tempo o situaciones más emotivas, como en la genial “Garden of Cyrus”, que nos deleita con unos saxos inesperados, impregnando de grandilocuencia el osado cuarto tema.

Luego de una fantástica introducción,”Touched by the White Hands of Death” vuelve a acentuar en la época de mediados de los 90s., pero a la fórmula le agregan mística, conjugándolo con notas melancólicas y detalles que le sientan muy bien, haciendo de este, un tema memorable.

Continuamos con las introducciones épicas en “The Fall into Time”, cargada de belleza oscura aportada por algunos instrumentos de cuerda. De forma más pausada irá transitando por algunos minutos hasta desembocar en música progresiva al estilo de Opeth, aunque con su propia identidad. Y no será tan radical el cambio en el siguiente “Cult of Salvation”, donde a parte del clima bajón, tendremos pequeños momentos del clásico sonido de guitarras de Gotemburgo, y mucha más bruma con buenas melodías, acompañadas por bajos que se suenan todo.

Ahora sí, “The Abstract Enthroned” vuelve a cargar con la ira desenfrenada. A mucho machaque, baterías castigadas y buenos solos, que se apoderarán de gran parte de la canción. Pero a pesar de esto en ningún momento dejamos de sentir la pesadez y el clima melancólico, así que no parecerá extraño el lapso donde deciden volver a descender a las profundidades, acompañados por instrumentos de orquesta. 

“Cosmic Pessimism” parece venir de otro disco… de otra banda. Arriesgado pero hipnótico. Aquí los suecos manejan otro tipo de ritmos, y la verdad es que le sientan muy bien. Claro está que la oscuridad se apodera de la placa de una forma conceptual, no obstante tendremos un montón de matices y variedad que no paran de enriquecerla, aún llegando casi al final. Un hermoso tema que cobra sentido escuchando el disco de corrido. De voces habladas, a los clásicos quejidos de Lindberg, de movimientos Post-Punk a detalles Crimson-Voivodeanos. No es casualidad que un par de integrantes hayan decidido ponerse remeras de los canadienses en las fotos promocionales. Son detalles mínimos, pero ahí están. 

Para cerrar el trabajo decidieron dejar la pista más corta, “Eternal Winter of Reason”, donde de alguna manera se la rebuscan para meter un poquito de todo lo que ha pasado hasta aquí. El clima continúa, los elementos (no obscenos) de Death Melódico acompañan en medio de susurrantes sintetizadores y progresiones muy bien trabajadas.

Debo decir que, si bien sus dos trabajos anteriores no me disgustaron, el tiempo me los fue borrando. A pesar de con ellos haber logrado una buena vuelta (tras años de estar separados), los note, al menos yo, algo forzados por tratar de revivir su época gloriosa, cosa que está bien para unas escuchas nostálgicas. Pero la falta de ideas y nuevos aportes generan que esos discos luego de un tiempo terminen juntando polvo. De hecho nunca más volví a escucharlos. Siento ahora que este álbum carga con otras cosas, y que pudieron sacarse el peso de encima, ese peso que genera querer agradar a sus fans luego de una “vuelta”. Esta vez (sin alejarse demasiado) le han dado rienda suelta a su imaginación, y eso hace que este “The Nightmare of Being” sea mucho más entretenido de escuchar.

Aquí no se respira esa monotonía que podríamos llegar a sentir antes, y con esto no quiero decir que este sea mejor o peor, porque es verdad que los anteriores reunían más de los condimentos clásicos que el fan desea (At War with Reality, sobretodo), sin embargo, yo prefiero un disco fresco que me pida escuchas para ir digiriendo y degustando, a probar otra vez lo mismo. Al menos en casos como At the Gates, que es una banda que se presta para expandir su musicalidad. 

At the Gates son: Jonas Björler (bajo),  Adrian Erlandsson (batería), Tomas Lindberg (voz), Martin Larsson y Jonas Stålhammar (guitarras).