Bathory. Capítulo II, “Vikingo del Black Metal”

¡Amigas! ¡Amigos! Bienvenidos una vez más a este círculo de reunión metalera, donde trataré de describir con palabras las distintas sensaciones causadas en mi persona por las diversas agrupaciones que han invadido mi psiquis a lo largo de estos años, en este cuarto de aislamiento que muy amablemente hemos dado en llama Escrito Sagrado. Hoy daremos continuación y por ende llegaremos al final del escrito comenzado la semana anterior.

Los invitados de hoy, nuevamente, Bathory. Capítulo II, “Vikingo del Black Metal”.

Retomo esta rica historia de una de las bandas más influyentes del Metal extremo, desandando un poco lo que dije en el escrito anterior, sobre los parecidos y celos entre Venom y Bathory, que más de un periodista salido de la escuela de Rial se encargó de fomentar. Hay cierto parecido estético, innegable, pero no es argumento suficiente. Si lo es tal vez el aspecto musical, aunque también hay aires a Slayer o Celtic Frost, lo cual tampoco es algo raro, ya que salieron al ruedo de manera cercana.

Por ahí el hecho que una canción de Bathory se titule “In Conspiracy With Satan” contra una anterior de Venom llamada “In League With Satan” haya prendido las alarmas de Chronos, Mantas y Abbadon, que terminaron de estallar cuando Venom lanza el disco “Possessed” en abril de 1985, disco que contiene obviamente el tema “Possessed”, y Bathory, tan solo un mes después incluyera en su segundo disco un tema titulado, (si, adivinaron), “Possessed”. Más allá de estos obvios datos aportados, caer en esa discusión me parece a mí que le quita mérito al gran efecto que causaron las dos agrupaciones, influyendo a centenares de bandas en todo el mundo. Disfrutemos el legado de ambas, y no nos quedemos en estas nimiedades.

Dicho esto, pasemos a lo nuestro que era…..ah, sí, ya recuerdo, “Requiem” – 1994, y Bathory vuelve a sorprendernos, esta vez editando un disco orientado hacía el Thrash Metal. Y aunque hay puritanos a los que no lo haya convencido el resultado final, a quien aquí escribe le parece un muy buen álbum a pesar del sonido, que ahí sí, no es de mi gusto. Redondo, rápido y contundente, queda claro con este ejemplar que Quorthon puede hacer el estilo que se le cante que lo va a hacer bien. “Requiem”, “Crosstitution”, “War Machine”, “Pax Vobiscum”, “Distinguish To Kill”, los temas elegidos.

A continuación “Octagon” – 1995, va en la misma dirección pero con una mejora en el sonido. A esta altura ya no me importaba que editara Bathory ni en qué rumbo iba sin dudar a conseguir mi ejemplar. Jamás me defraudó o me dejo algún tipo de dudas el material compuesto por uno de los más grandes exponentes que nos dio el Metal todo, Mr Quorthon. Octagon es más Thrash, y todavía mejor que el anterior. Gran disco. “Immaculate Pinetreeroad”, “Born To Die”, “Sociopath”, “Century”, “33 Something”, (una bomba!), “Judgement Of Posterity”. El disco Cierra con un cover de Kiss, que no sé qué hace ahí.

“Blood On Ice” – 1996, es la tercera entrega en tres años que nos regalaría Bathory! Disco que lo acercaría al estilo musical de “Hammerheart”, y es el que a mí, particularmente es el que más me gusta! Y aunque nuestro querido Thomas cambie su manera de cantar, siempre logra el objetivo de llegar y conmover con su forma de expresar lo que canta, tan personal como sentimental. Único. “Blood On Ice”, “One Eyed Old Man”, “The Stallion”, “The Lake”, “Gods Of Thunder, Of Wind And Of Rain”, “The Revenge Of The Blood On Ice”, las enormes composiciones que allí se destacan.

Y así llegamos al disco que es la excusa para repasar la excelsa discografía de esta enorme banda creada por la mente de Mr Quorthon, “Destroyer Of Worlds” – 2001, que nos recibe con un cálido comienzo. “Lake Of Fire”, es un tema por demás tranquilo pero con una melodía de guitarra que sumado a los coros de fondo, se vuelve hipnótica y pegadiza.

Luego “Destroyer Of Worlds”, nos invita a destruir todo lo que esté a nuestro paso un ritmo de batería cercano al de Hell Awaits, de mi amado Slayer. Y Aunque la canción siempre sigue por el mismo camino, se nos pega en el cerebro y la disfrutamos a lo largo de sus casi cinco minutos, mientras nos sumamos al coro cada vez que este aparece. “Ode” con su guitarra acústica y unos truenos, nos prepara para lo que es mi tema preferido de este discazo. Excelente el riff, en una canción bien en el camino empezado en “Hammerheart” y que a mi tanto me gusta. La forma de cantar de Quorthon es maravillosa. Cuando utiliza este estilo para mí lo coloca entre los más grandes intérpretes del Metal todo. Porque aunque no manejes el idioma el tipo te hace sentir lo que canta. Por lo menos a mí me pasa eso y por eso opino así. Hermosa canción, fuerza y contundencia. Excelente!

“Bleeding”, nos sacude de un cachetazo con su crudeza y velocidad, que nos deja pogueando como
infradotados en la soledad de nuestra habitación. Temazo de principio a fin. Y tras su finalización nos visita “Pestilence” y volvemos al ritmo de los coros malditos. El riff nos va llevando a través de paganas melodías que sin darnos cuenta tarareamos mientras nos movemos como si un equipo de hormigas coloradas se hubiese apoderado de nuestros pantalones. Gran canción. “109” nos parte la quijada de principio a fin, con un tema rápido e intenso, luego de una intro con un avión de guerra, (seguramente el Äguila de Ausburgo 109, de la cual habla en la canción). Final en seco para darle pie a “Death From Above” aunque menos intensa, sigue el camino del tema anterior, con un ritmo sostenido en otro de mis favoritos de este disco. Con un excelente riff principal y gran parte la del del estribillo. El final por si solo es maravilloso, pero esa sirena de fondo lo sube a un nivel superior.

Nos adentramos en la segunda mitad del disco con “Krom”, que nos trae un ritmo que Bathory no nos tiene acostumbrado pero que calza muy bien en este álbum. Bien llevado y resuelto. Con un muy buen cambio finalizando el tema para luego volver y darle fin. A continuación vine “Liberty And Justice” redondo, con una cambiante base de batería y diferentes machaques pesados, redondean una buena canción. “Kill Kill Kill” es una aplanadora!

Aunque su comienzo sea intimista, cuando se suelta el tema te pasa por arriba! El final llega abruptamente y nos deja con ganas de más, que por suerte viene de la mano de “Sudden Death” y su machaque entrecortado. Buen trabajo en la voz, y el tema que se va yendo, como el disco mismo, que entra en sus últimos dos temas.

“White Bones”, con un buen riff y ritmo entretenido no desentona ni un poquito pero se acerca el final y yo necesito algo más que lo hasta aquí expresado y para mi sorpresa llega una hermosa parte instrumental para cerrar la canción. Punto arriba. “Day Of Wrath” cierra esta gran placa, con un temazo lleno de sentimiento y muy buena musicalidad. Quorthon vuelve a ese estilo que tanto me gusta y cierra el disco de una manera brillante.

Y a este gran ejemplar le seguiría “Nordland I” – 2002, lo que a mi gusto es un paso un tanto más sofisticado en el camino Vikingo comenzado en comienzo de los 90. Bellas orquestaciones, un muy buen sonido, (el más logrado en mi humilde criterio), y ritmos que te envuelven mágicamente y no te sueltan, haciendo que tu cuerpo, o mínimamente tu cabeza, se mueva de manera constante.

“Norland”, ¡Tremendo temazo!, “Ring Of Blood”, con una curiosa acústica, “Foreverdark Woods”, “Broken Sword”, para mí el tema del disco, “Great Hall Awaits a Fallen Brother”, “Mother Earth, Father Thunder”, los temas destacados de otro gran disco. “Nordland II” – 2003 es la continuación del camino y así lo deja ver el uno-dos del comienzo, que repite la formula de intro-tema épico de igual manera, con distintas formas pero idéntico resultado. Positivo, por supuesto. Con composiciones que calientan el ambiente de estas tierras gélidas tierras nordicas. “Blood Shore”, “Vinland”, “Death And Resurrection Of a Northern Son”, “Flash Of The Silverhammer”, “The Wheel Of Sun” lo mejor de un disco que sin saberlo, cargaría con el amargo peso de ser el último de nuestro amigo sueco.

Su corazón Vikingo diría basta un 3 de junio de 2004 y a sus 38 años emprendería un nuevo viaje quien sabe hacía donde, dejando aquí entre nosotros la certeza de habernos regalado un enorme legado musical, (que supo pasar por el Black Metal, el Thrash Metal, el Viking Metal y también en su costado mas rockero pesado en su etapa “solista”, (“Album” – 1994, “Purity Of Essence” – 1997), y también que todavía tenía mucho para dar. De los mejores, originales y creativos músicos que supo andar los caminos del Metal. De eso no tengo ninguna duda. Gracias Thomas, por haber creado a Quorthon y a Bathory.

Hasta aquí llegamos compañeros de este frio viaje a través de la fría música parida en las tierras del norte, este sin fin de palabras ha llegado a la bahía Asa. Pueden dejar críticas, sugerencias y comentarios en las redes sociales del portal, sea en la publicación o en la historia.

Nos leemos en la próxima salida. ¿Dónde? ¡Acá, por supuesto! ¡En los Escritos Sagrados de Yunque!