Ha pasado tanta agua por debajo del puente, se dijeron tantas cosas, incluso abogados de por medio, luego de que Kenneth Downing Jr, abandonara la banda en 2011, incluso rumores de ruina económica de quien junto con Glenn Tipton y ROB Halford, compusiera los temas que marcaron mi adolescencia hace ya largo tiempo atrás.
Tengo el privilegio de decir que vi todas las veces a Judas Priest que vino a argentina, con o sin Halford, y a Halford (los vi incluso en el Wacken Open Air en el año 2018), la última vez que vi a KK con los Priest en un escenario fue justamente cuando se me cumplió el sueño del pibe, ver a la formación completa en el 2005 con Whitesnake en Ferro (el mejor Judas que vi hasta la fecha, más que nada porque era la primera vez que los veía con Rob, aparte de una lista tremenda de temas).
En fin, hoy por hoy, la relación parece rota, con una parte tirando continuas indirectas y con la otra parte llamándose a silencio, pero lo que nos atañe en esta reseña, es el disco debut de la nueva banda de KK, y de eso nos ocuparemos en esta oportunidad.
El 1 de octubre pasado, KK nos trae “Sermons of the sinner” su primer larga duración de estudio, después de su, podría decirse, traumática salida de Judas, acompañado por Tim Owens en voces y en batería iba a estar otro ex Priest, Les Binks, pero al final no fue de la partida (al menos por ahora), debido a una fractura en una de sus muñecas.
Un disco sin vueltas, potente y directo al grano…como debe ser el heavy metal, a mi entender, que ya queda muy en claro en el tema que abre el trabajo “Hellfire thunderbolt”, que a su vez es uno de los cortes de difusión del LP, comienzo arrollador de un doble bombo potente acompañando el machaque de viola, con un trabajo vocal impecable, no muy sobrecargado de agudos, y esos solos en dueto que nos tenía acostumbrado KK con Glenn en las mejores épocas del sacerdote.
El próximo tema es el que da nombre al disco (también otro de los cortes de difusión), sigue la veta del tema anterior, pisando un poco más el acelerador, lo que le permite a Owens subir a esos agudos que alcanza con sobrada facilidad.
El disco destila heavy bien clásico por donde se lo mire, en el tema “Raise your fist”, es imposible no hacer headbanging, simpleza, machaque, formula que no falla jamás de los jamases, al igual que en la pista “Brothers of the Road” (que es el otro corte de difusión del álbum), temas que verdaderamente son para agitar en vivo.
Un trabajo que tiene mucho de “Angel of Retribution” como así se ve en las pistas “Hail for the Priest” y “Return of the Sentinel”, canción que cierra el disco debut de KK fuera de Priest, lo cual es imposible no apreciar en alguien que estuvo 40 años en una banda y firmo los mejores temas de la misma junto a los otros dos pilares, como Rob y Glen.
Sin duda pulgares arriba, y me atrevo a decir que el próximo disco va a estar aún mejor, ajustando algunos detalles de producción, pero que va a gustar a los acérrimos seguidores del viejo y querido heavy metal más clásico, yo como incondicional fan de Judas Priest, así lo afirmo, es hora de dejar de lado rivalidades y apreciar las buenas cosas, ellos tendrán sus motivos, nosotros disfrutemos.
KK’s Priest son: Tony Newton (Bajo), K. K. Downing (Guitarras), A. J. Mills (Guitarra), Tim “Ripper” Owens (Voz) y Sean Elg (Batería).