El 16 de julio del 2016 en el Club V, había sido la despedida definitiva de Mastifal, me acuerdo salir corriendo de una fecha en el teatro Vorterix, donde tocaron Lorihen, Azeroth y Magnos, para llegar a tiempo a dicha fecha gloriosa, pero con sabor agridulce dada la separación de esta tremenda banda.
Pero el fin de semana pasado luego de casi 6 años de ausencia, Mastifal llevo a cabo un doblete en el recinto de Uniclub y la persona que aquí les escribe asistió el domingo 27 de julio, y si estuve en la despedida no me iba a perder la vuelta.
A las 21.06 las luces del lugar se apagaron y dieron lugar, y previa intro, la banda salió a partir cráneos con el tema “En las entrañas del apocalipsis” dejando en claro que eso iba a ser un desmadre (en el buen sentido). Sonido atronador pero sin saturación, la banda sonó compacta como si nunca hubieran dejado de tocar.
El set list dividido en dos partes, consistió en una amplia recorrida de sus trabajos, desde la época de “Ébola” hasta “Intermundia”, en el cual descollaron joyitas como la mencionada anteriormente y otras como lo fue “Más allá de la razón”, “Bionecrosis”, ”Fábrica de monos “, “Sol negro”, “Síndrome de la supremacía» y “Culto vacío radical” de la lista de 19 temas que ejecutó Mastifal.
Unas violas macizas e incisivas a cargo de Diego Conte y Matías Munighini, apuntaladas por el preciso bajo de Alex Martín, y un impecable y tremendo frontman como es Miguel Maciel, siempre dando catedra de potencia.
Párrafo aparte es para mencionar la soberbia performance del baterista Mariano Miranda, como si siempre hubiera sido miembro de la banda, (haciéndonos olvidar por momentos, a otro tremendo aporreador como es Mariano Elías, que no fue de la partida). Había tenido la oportunidad de verlo tocar con Leppergod, pero lo de ayer fue demoledor.
Nobleza obliga al que aquí escribe, aclarar, que debido a motivos de transporte hacia mi querido San Miguel del Monte, tuve que irme del show unos 20 minutos antes de que termine el show (a consecuencia de perder el ultimo colectivo que venía para acá), pidiendo info a unos amigos que sí pudieron terminar de ver el show, que cerro a todo culo con “Fábrica de monos” y “Ojos de buey”.
Una fiesta en el sentido literal de la palabra, acompañada por la efusividad acostumbrada del público local, respondiendo con un regio mosh a una banda que supo ganarse la admiración con talento, huevos y humildad.
Ojalá los veamos más seguido, los estábamos extrañando.
Banda: Miguel Maciel (voz), Matías Munighini (guitarra), Diego Conte (guitarra), Alex Martin (bajo), Mariano Miranda (batería).