Ministry – “Moral Hygiene” (Nuclear Blast, 2021)

Este quinceavo nuevo disco del tío Al, cuenta con el recién ingresado Paul D’Amour (ex-Tool) en el bajo, John Bechdel (ex-Prong, y músico de sesión en Killing Joke o Fear Factory) en los teclados, Cesar Soto (ex-Pissing Razors) en las guitarras, Monte Pittman (Guitarrista de Madonna) en las otras seis cuerdas, y el descomunal baterista Roy Mayorga (ex-Ozzy Osbourne, Amebix, Soulfy, Stone Sour, y sesionista de tantísimas otras para shows en vivo). Una alineación impresionante a la cual, como si fuese poco, se le suman algunos invitados de alto calibre. Ahí les va:

“Alert Level”, la pista más larga del disco, es la encargada de abrir. Bastarán leves segundos para entusiasmarnos y sentir que al fin Ministry está de regreso. Con un ritmo tranquilo y bailable nos irá llevando hipnotizados al siguiente nivel: “Good Trouble”, que amenaza con violentarse y cae en un clima donde resaltarán algunas armónicas sopladas por Jourgensen, más cantidad de latiguillos típicos del cubano.

Hasta acá (sin mucho sobresalto) veníamos bien… Tranquilos. Pero “Sabotage is Sexy” nos demuestra que esto recién comienza, y que debemos ajustar nuestro cinturón de disfrute porque la cosa se va a poner picante. Un riff pegadizo con aires entre 90s, o canciones como Ghouldiggers de 2012 (esta vez con buen audio), le hacen de base al legendario Jello Biafra (ex-Dead Kennedys), para que el velocímetro de disfrute llegue al punto rojo. Una maravilla de canción con un aura fílmica, cargada de protesta y colores vocales sumamente gráficos, que nos conducirá hasta “Disinformation”. Machacón, entrecortado, saturado y cargado de sampleos que lo hacen parecer un B-Side del fastuoso Psalm 69 del ´92, aunque remezclado en esta era.

 Los puristas pueden no entender el siguiente “Search and Destroy” (un clásico de The Stooges) que como era de esperase deforman y moldean a su gusto. Mas si estos puristas logran hacerse de paciencia, podrán asimilar y disfrutar este track al máximo. Se dice que Dave Ellefson (ex-Megadeth) ha tocado de invitado pero, calculo yo que por lo acontecido, no le han dado demasiada difusión a esto. El otro que participa aquí es el guitarrista Billy Morrisson, quien puede sonarles de The Cult o Billy Idol.

“Believe Me” serpentea a buen ritmo y encripta algo de oscuridad. No sé si el ex bajista de Tool tendrá algo que ver, pero salvando las distancias, las cadencias, o todo lo que pueda hacernos descreer de esto, la relación de alguna manera se hace sentir. Por otro lado, tendremos sampleos, pinceladas estilo Alan Parsons Project (si, créanme), grandiosos estribillos y guitarras acústicas con orquestación, que lo hacen totalmente adictivo.

“Broken System” viaja desde el medio oriente arenoso al costado country del tío Al, pero obviamente irá envuelto en metal apocalíptico; mientras que “We Shall Resist” actúa como si fuese un pasaje atmosférico industrial, para que “Death Toll” nos cuente (sin música) sobre el Covid 19 y sus consecuencias.

Para cerrar el trabajo construyeron un caótico “TV Song # 6 (Right Around the Corner Mix)”. Una obvia referencia a aquella canción del ’92 que te despertaba a bofetazos. Bizarro y satánicamente violento durante tres minutos. Otra vez… inaudito.    

Ministry ha despertado de ese letargo de más de diez años de discos insípidos, poniéndole mucho de lo que mejor sabe hacer. No es que sea un disco forzadamente llevado a su época dorada, pero sí han buscado hacer hincapié en obras como The Mind Is a Terrible Thing to Taste, o Psalm 69 (podemos ir más adelante también). Esto es evidente pero no abusivo, por lo cual el trabajo fluye de manera correcta sin que se sienta un auto-robo, dejando espacios abiertos a nuevas experiencias.