Opera Diabolicus – “Death on a Pale Horse” (Season of Mist, 2021)

Casi diez años después de su primer trabajo, llamado 1614, el dúo sueco de Metal Épico Progresivo nos sorprendió a finales del pasado 2021 con una nueva e interesantísima obra, que viene cargada de invitados de lujo. El encargado de las perillas es Jens Bogren, ingeniero y productor de discos de bandas como Kreator, Amon Amarth, Paradise Lost, Opeth, Katatonia, Powerwolf y un interminable etc. La tenebrosa portada pertenece a otro que está en todos lados; el artista Gyula Havancsák, que quizás les suene de álbumes de Accept, Destruction, Annihilator, Grave Digger, Stratovarius, Jungle Rot, Ensiferum y otro larguísimo etc. Mucha carga de personalidades conocidas rodean esta nueva entrega del dúo (no tan conocido) que conforman Adrian de Crow, en el bajo, y David Grimoire, que es quién se encarga de las guitarras, coros y teclados. 

Una hermosa y épica introducción de piano con orquestación da inicio a un trabajo que te irá llevando por caminos de muerte en una historia conceptual, que bien resumida está entre el nombre de la banda y el álbum. Los golpes fuertes de batería acompañados por guitarras al estilo más extremo de King Diamond alertan, desde “Bring Out Your Dead”, que este trabajo llevó su tiempo por algo. Y es que todo parece estar pensado y encastrado a medida. Como los detalles de órgano Hammond que aporta el brasileño Ronaldo Rodrigues, o la cátedra vocal que brinda el afamado Mats Levén (Ex-Candlemass o Therion, solo por citar algunas).

La cosa continúa de excelente forma con “Second Coming” en una ópera metálica progresiva con impresionantes solos de guitarras, digitados nada más ni nada menos que por Andy La Rocque y Michael Denner. Voces femeninas que no podrían haber caído en mejores partes, a cargo de Eleine Liljestam. Atrapantes orquestaciones, pasajes pesados, clima y mucho Heavy Metal, en una de las canciones más entretenidas del álbum, a pesar de sus casi diez minutos de duración. 

“Siren’s Call” baja a las profundidades, donde la oscuridad y el clima denso se apoderan de los casi ocho minutos de la canción, para contrastar con la velocidad Heavy-Power de “Darkest Doom of the Brightest of Days”. Y ya es hora de nombrar al multifacético Snowy Shaw, quién encarna la voz principal en “A Song of Detestation”. Shaw (amigo del dúo sueco, que lo acompaña en sus actuaciones como solista en vivo), también está encargado de reforzar los coros y de tocar la batería a lo largo del trabajo.

Bettina Jucksch pone los violines en “Little Sister”. Una narración que funciona como pasaje semi acústico donde destacan también los teclados del brasileño y las voces de Angelina Del Carmen.

“Night Demon” continúa aportando capas y capas de Metal y teatralidad, pero puede llegar a hacerse un poquito largo a esta altura. Remarquemos que es una obra que tiene casi una hora de duración, con cargada información para desmenuzar. No obstante, los amantes de la música elaborada podrán llegar tranquilamente a disfrutar cada tramo, hasta dar con la última pieza, “At Nighttime”. Guitarras acústicas suman detalle a las orquestaciones siniestras, entre doble bombos y voces operísticas que pondrán fin a un segundo trabajo que, a mi gusto, supera ampliamente al del año 2012.  

Es notable la presencia de Snowy Shaw, no quiero decir influencia, pero los conocedores de sus andanzas sabrán entender lo que esto implica. Pero también es notable, y destacable, el aporte de Mats Levén, ya que este sujeto cada vez canta mejor.  Muchos son los condimentos que aparecen a lo largo del trabajo, aunque tampoco es algo que pueda llegar a desbordar nuestra imaginación. Aun así, tuve que dejar el aporte de algunos invitados sin nombrar, para no hacer más extensa la cosa. Fanáticos de Therion, Symphony X, King Diamond, o el Metal de temáticas oscuras y operísticas, sin dudas, deberían chequear este lanzamiento.