Si hay una banda que es esencial en cualquier colección discográfica, es la de esta banda esta originaria de la costa oeste de Estados Unidos, de Seattle para ser exactos, discos como “Operation Mindcrime “o “Empire”, son joyitas que no pueden dejar de estar en cualquier estante de Cds.
Debo confesar que solo una vez pude ver al enorme Geoff Tate en vivo y esa vez fue con Avantasia, en el Teatro Flores, acontecimiento que se dio en el 2019, y para mí provocó el salto de calidad de la banda con respecto a las otras figuras, sin desmerecerlas ni mucho menos.
Pero bueno, ya con otro cantante y otro guitarrista, la banda nos trajo el pasado 7 de octubre a través del sello Century Media, el álbum aquí reseñado, un trabajo mayormente elaborado durante la (¿pasada?) pandemia de COVID, periodo 2020-2021 y considero a mi entender, un buen retorno a ese metal progresivo que caracterizo los años dorados de estos muchachos.
Ya se nota de entrada en la canción que abre la placa “In Extremis” y que a su vez, es uno de los cortes de difusión del presente álbum, con su correspondiente video, donde podemos ver un claro retorno a esas melodías del gran Chris De Garmo, ultra ochentosas, muchísimo de los aires de “Operation…” se pueden apreciar en este buen arranque del disco, donde tenemos una sobresaliente performance del nuevo frontman (¿y líder?) de la banda, Todd Latorre, donde si bien hay cositas del buen Tate, el nuevo vocalista pone su impronta, mientras el tema suena bien compacto y potente.
Escuchando el disco, tenemos canciones que nos llevan a la gloriosa época de “Empire”, (primer corte que escuche de esta banda en la radio obvio), tal es el caso de las pistas “Chaptesrs “ y “Lost in Sorrow” donde la batería del buen Casey Grillo se encarga de apuntalar la canción, como otrora lo hacía Scott Rockenfield, todo obviamente aggiornado con un sonido mucho más actual pero no menos producido.
Investigando un poco en la cuestión promocional de la banda, descubrí que Michael Wilton, recurrió a los viejos amplificadores usados en los clásicos de la banda, como para conectar este nuevo material con el grabado en las épocas doradas de la formación, es por eso (como dije más arriba), que es muy común encontrar todo tipo de atmosferas, arreglos y sonidos que nos transportan a esas gemas del pasado, sea “Operation…”, ” Empire” e incluso de “Rage of Order”.
Párrafo aparte, es una acertadísima decisión haber incluido a Casey Grillo en la banda, tremendo baterista que conozco desde la época de Kamelot, al cual descubrí cuando escuché “Siege Perilous”.
Este disco nunca estará a la altura de las joyas anteriormente mencionadas, pero es un buen disco para cumplir, un poco más superficial lo que lo hace bastante más accesible quizá por la temática conceptual de los anteriores, (más que nada “OPERATION”), así y todo, pienso que esta placa gustará a fans de Dream Theater y sobre todo de Fates Warning, y sobre todo que éste monstruo de la costa oeste de Estados Unidos está más vigente que nunca.