Robin McAuley “Soulbound” (Frontiers Music, 2025) 

Este gran vocalista y guitarrista de 72 años de edad nos tiene mal acostumbrados, ya que viene editando un álbum por año, así lo ha demostrado los últimos cuatro años mostrándose muy activo.

Así que el pasado 28 de febrero a través de Frontiers Music, el veterano musico conocido por haber sido co equiper de Michael Schenker en UFO, nos trae su último larga duración.

Abre la álbum, la pista “Till I Die”, que es uno de los adelantos de promoción del disco con su correspondiente video clip y enseguida queda claro por donde va la propuesta del músico, rock melódico sin vueltas y conciso, con un timbre muy a lo Klaus Meine en la voz y bastante del Scorpions de los 80s, rasgos que vemos también en la segunda canción, que es la homónima a la placa (otro de los maxis de promoción y video clip). 

“The Best Of Me”, es un interesante medio tiempo con bases bien rockeras, muy ambientadas en los 80s, con las guitarras un poco más al frente como venimos apreciando en lo que va del disco, con respecto a los anteriores Lps. 

La parte más melódica del disco está en la pieza “Crazy”, nos transporta a esas películas clásicas de los 80s, una pista cargada de emotividad y nostalgia por esos años dorados. 

Hasta aquí el disco es una pieza compacta y sin fisuras, el acompañamiento de los músicos para con el veterano vocalista es más que buena, demuestran que a pesar de que es el proyecto de Robin, ellos no están como simple relleno. 

“Wonder of the World”, tiene mucho del Scorpions de “Love At the Sting”, sobre todo en la manera de vocalizar y en esas bases muy características de Schenker, pero se nota aún más en esos coros pegadizos. 

Y hablando del apellido Schenker, notamos una clara influencia de Michael, más que nada de los 80s hacia atrás, en los trabajos de guitarra de las pistas “Let It Go” y “Born To Die”, más que nada en la cadencia y estructuras de las canciones, así como también notamos mucho del Schenker más contemporáneo, solo basta pegarle una oída a la canción “Bloody Bruised And Beautiful”. 

El tema encargado de cerrar esta entrega del buen Robin, es “There Was a Man”, un poco más energética que el resto de la placa, donde se ve la veta del mejor Hard Rock, un poco más de la escuela de las nuevas bandas de Suecia, con la impronta del vocalista, un muy buen cierre para un buen trabajo. 

Un disco un poco diferente en cuanto a fuerza y quizá estructura con respecto a sus predecesores, pero que seguro gustará a los acérrimos del veterano musico, nos demuestra que su voz ríspida está intacta y que es capaz de buscar unas pequeñas variantes, a pesar de conservar su esencia, de tratar de superarse un poco en cada lanzamiento y creo que lo supera, sin lugar a dudas, nos deja en claro que su capacidad de crear buen Hard Rock, no caduca jamás.