El buen Robin pertenece a esa casta de cantantes incombustibles, en los que pareciera que el paso inexorable del tiempo no hace jamás mella, y bien lo demuestra este cantante irlandés en su nuevo trabajo como solista “Standing on the Edge”, que vio la luz el pasado 7 de mayo, a través del sello Frontiers Music S.R.L.
Ya los primeros arreglos de teclado del tema que abre el disco “Thy will be done”, nos remontan a la época de rocky 4, haciéndonos pensar en temas de Survivor (una de las bandas otrora de este buen irlandés) y de Robert Tepper, buenas bases, buenos riffs y sólida base de batería, pero sobre todo un buen trabajo vocal sin estar demasiado al frente.
Sigue en la lista el tema que da nombre al disco, y ahí nos sumergimos bien en la veta hard rockera, un tema con unos riffs y vibratos bien marcados, abandonando por momentos la corriente AOR, y trasladándose a la época de su estadía con el sempiterno alemán Michael Schenker en su también banda solista, Michael Schenker Group.
Tercera en la lista, viene una agradable balada “Late December” que nos lleva a la época de Kansas, sin perder el sello modernoso del sonido actual desde ya, donde se nota el buen caudal vocal de este muchacho.
En los dos siguientes temas “Do You Remember” y “Say Goodbye” la dirección tomada es por momentos a Quiet Riot, teniendo un timbre a Kevin Dubrow el trabajo vocal, sino fuera por el colchón de teclados y demás arreglos que le dan al tema el aire mencionado anteriormente, buenos solos, vibratos y buen sonido.
La canción que viene en el tracklist “Chosen Few” mantiene el sonido hard rockero que el disco tomo desde hace unos temas atrás, riffs gancherísimos, que enseguida te dan la imagen de un buen bar, de esos de película y un buen jolgorio.
“Run away” es una muy buena balada casi acústica digna de las épocas del AOR, donde como en la balada de más arriba, Robin saca a relucir su caudal vocal nuevamente, demostrando que no hace falta gritar hasta la estratosfera para ser un eximio cantante.
Subimos apenas los decibeles de nuevo en la pista “Suposed to do now “ pero jamás abandonando esos coros pegadizos, que ya son marca registrada en este trabajo y esas bases rasposas, seguidas de un buen solo, receta que no falla nunca.
La siguiente pista “Wanna take a ride”, nos hace pensar incluso en un tema de The Outfield , de esos clásicos bien de películas de los 80s, sino fuera por el timbre de voz de Robin.
Ya promediando el LP, asoma el tema “Like a Ghost”, que nos introduce en su arranque en unas atmosferas características del Marillion de la época del voluminoso Fish, (soberbio cantante sueco que, por una cuestión de tiempos, no alcance a ver en Wacken en el 2018), incluso me atrevería a decir que modulando la voz a lo Roger Hodgson incluso.
Llegando al fin, subimos un poquitito los decibeles con el track “Running out the time”, que cierra la lista de temas de este notable trabajo en solitario de este notable irlandés y lo hace como corresponde, a puro riff y medio tiempo, con un trabajo de voz impecable como ha ido demostrando a lo largo de todo este LP.
Un álbum soberbio, compacto, sin mucha vuelta, pero cumplidor y efectivo, que vale la pena ser escuchado de principio a fin, de más está decir que por demás agradable seria ver esta banda on stage .
Banda: Robin Mcauley (voz), Andrea Seveso (guitarras), Alessandro del Vecchio (bajo, teclado y coros), Nicholas Papapicco (batería).