El pasado domingo 10 de abril la cita thrashera fue en el Teatro de Flores, a la cual acudí después de haber trabajado en turno nocturno el sábado durmiendo poquísimas horas, sin embargo, no me lo iba a perder ni ahí, más cuando los horarios rotativos que tengo, no me permiten asistir a las fechas que quisiera.
Sin embargo, como me suele pasar a veces yendo incluso con tiempo desde acá, no llegue a ver a todas las bandas, arribando al recinto cuando los muchachos de Fisión Nuclear, terminaban su performance sobre las tablas, lamentablemente, pudiendo apreciar solo tres temas de su presentación pero viendo que es una banda que se las trae y muy bien.
Pude observar el desempeño de los muchachos de No Guerra, que ya es una banda harto conocida en la escena, que salieron a partir cabezas de entrada, aprovechando cada segundo de su tiempo en el escenario, para demostrar que están donde están a fuerza de garra, talento y transpirando. Convicción en cada presentación, recorriendo temas de sus tres trabajos y cerrando con “Choiols”, dejándola picando para la cereza del postre, que era Serpentor.
Promediando las 21.20, las luces se apagan y en el escenario comienza una intro sacra con la imagen de un cura transmutándose en diabólico, dando a entender lo que se venía.
La banda hizo su entrada con “Sacerdote del Horror “, con el temo con algunos problemitas en el micrófono, pero que se solucionaron al toque, poniéndole la banda su cuota de solidez y huevos que los caracteriza de movida.
El set del domingo tuvo algunas variaciones con respecto al del sábado, centrándose el domingo en el nuevo disco y temas de “Poseído”, teniendo el sábado, temas de “Privación Ilegítima de la Libertad”, además de un sentido homenaje al recientemente desaparecido Gustavo Zabala, versionando la canción “Endemoniado” de Tren loco y el domingo realizaron un homenaje al bajista de Trepanador, Gustavo Rubio, que falleció recientemente.
Vale la pena destacar, el homenaje a los veteranos de Malvinas a 40 años del conflicto, haciéndose presente en el escenario, como veterano de guerra que fue Marcelo Pérez Schneider, de la banda Presto Vivace.
Si algo caracteriza a esta gran banda, es como leí por ahí y no puedo estar más de acuerdo (por eso tomo prestada la frase), que supo mantener su gente desde sus albores más allá de sus contratiempos, la banda siempre lo retribuye en sus shows, una combinación de potencia, huevos y humildad, como lo demostró el fin de semana, con una soberbia ejecución de cada uno de sus integrantes e improvisación cuando el bajista, Luis Medina, tuvo inconvenientes con su instrumento y ahí nomas el aporreador Marcos Gianfrancesco, salió en su auxilio con un solo hasta que Medina volvió con otro instrumento de las cuatro cuerdas.
Una buena presentación de una banda que nunca falla y como ya dije anteriormente siempre responde a la gente y a los nuevos fanáticos que se han ido sumando.
Lamentablemente y como suele pasar cuando uno depende de los horarios de colectivos, más que nada de larga distancia, me tuve que ir, cuando sonaba la versión en castellano de “Raining Blood”, pero bueno vale la pena el viaje, como digo siempre.
Serpentor es: Jorge Moreno (Guitarra), Jorge Alcaraz (Guitarra), Guillermo Romero (Voz), Marcos Gianfrancesco (Batería) y Luis Medina (Bajo).