La única vez que pude ver cantar a esta diosa en vivo, fue en mi experiencia europea del Wacken Open Air del 2018, con Épica obviamente, aun así, nunca profundicé en la discografía de la agrupación, pero bueno siempre es la primera vez, así que vamos a reseñar su trabajo en solitario, el primero por su cuenta.
“Vermillion”, vio la luz el pasado 23 de agosto, a raves del sello Nuclear Blast y como ya dije, es el primer álbum solista de la hermosa cantante de Países Bajos y que como condimento especial, viene en dúo con el genial Arjen Lucassen, un viejo conocido de las épocas de Ayreon y Star One.
El tema que abre la placa es “Aeterna “, que también es uno de los sencillos de promoción del disco, con su correspondiente video clip, que si bien, logra impactar al oyente, no se aleja mucho de las raíces musicales de su banda principal, metal sinfónico a full, coros rimbombantes, apuntalados por su dulce y potente voz.
Sigue en la lista “In Love We Trust”, y aquí se siente bastante la mano de Lucassen, siendo esta una canción que podría haber estado tranquilamente en Ayreon, tal es el caso también de la pista que continúa que es “Cradle to the Grave“ (otro de los clips), que cuenta con la presencia de Alissa White-Gluz, haciéndose cargo de las partes guturales del tema, aunque esta pista va más por la veta progresiva.
En “Figth for Flight”, la banda baja un cambio trayendo un poco de tranquilidad y ensueño a los oyentes, pero ya en “The Weigth of My World”, las bases poderosas se hacen sentir nuevamente sumado a varios elementos industriales, con mucho de Rammstein, muy bien ajironados a los arreglos de teclado que son marca registrada del buen Arjen, enganchado a esta última, llega “The Core”, casi una hermana gemela de la canción anterior.
“Dystopia” y “R.E.D” (el otro video clip del Lp) , van por el mismo camino que las primeras pistas del disco, con la voz de Simone bien al frente, con los coros bien potentes, contra ritmos y elementos electrónicos, (que van a la saga con el clip de la canción), que le dan ese gancho característico.
El cierre de la placa, corre por cuenta de “Dark Nigth of The Soul”, que tiene la particularidad de ser la única pista del trabajo, en ser escrita en su totalidad por la cantante, una pista muy introspectiva y personal, dicho por la misma vocalista y notándose en cada inflexión de la voz y en cada nota del piano y violín, resultando un cierre más que agradable al oído del oyente (valga la redundancia), y una clausura más que exquisita a este debut discográfico, en su carrera solista.
Un buen álbum, como ya dije antes no muy alejado de la matriz de sonido de su banda principal, pero potenciado por el aporte del genial Arjen Lucassen, un Lp que va a lo seguro, que será del agrado de los incondicionales de Epica y de Simone, que a medida que se le vayan pegando más oídas, más será de nuestro gusto.
Sin duda un buen paso adelante por su cuenta de esta mujer oriunda de los países bajos, esperaremos ansiosos otro trabajo en estudio.