Slomosa – Stoner/Doom que golpea de lleno

¡Amigas! ¡Amigos! Bienvenidos una vez más a este berenjenal palabrero donde trataré de describir las diversas sensaciones causadas en mi persona por las distintas agrupaciones que han sabido acariciar mis tímpanos con sus melodías, en este emprendimiento que muy graciosamente hemos bautizado Escrito Sagrado.

Los invitados de hoy, Slomosa.

Tengo la suerte de tener buenos seres humanos con los que conversar sobre música, bandas nuevas y otras yerbas. De este bendito y castigado país y de otros lares. Y en uno de estos intercambios de conocimientos con un gran tipo que vive en Vigo, Galicia, (tierra donde nació Yunque Padre, Don Ceferino), llamado Cristobal, enorme batallador de la vida por motivos que ha sabido confiarme y que lo enaltecen aún más como guerrero de este mundo. Me fui un poquito por las ramas pero quería describir a Cristo tal cual lo veo yo. Y fue él quien me recomendó a estos noruegos, que no, no hacen Black Metal, sino un Stoner/Doom muy pero muy entretenido.

Cumpliendo mi palabra, fuí a investigar y encontré que se formaron en 2016, Benjamin Berdous, guitarra, voz;  Anders Rørlien, guitarra; Kristian Tvedt, bajo; Severin Sandvik; batería le dieron vida a este proyecto con el cual dieron los primeros pasos, los que además de incluir sus primeros temas y shows, también trajeron consigo cambios de formación. El primero en dejar Slomosa fue Rørlien, Tor Erik Bye ocuparía su lugar en la guitarra. Tiempo después Severin Sandvik y Kristian Tvedt serían los abandónicos, reemplazados por Jard Hole y la pared sónica Marie Moe, con los que tomarían el impulso que les hacía falta para llegar al álbum debut.

“Slomosa” – 2020, de él estoy hablando y es el responsable que esté tecleando, (en todo sentido) mientras escucho una vez más este disco. En la ruta de Kyuss, lo cual solo sirve para describir, nada más, “Horses” nos da la bienvenida a este viaje de guitarras cuidadosamente saturadas en su distorsión, una base tremendamente ajustada y compacta y una voz clara. La batería asoma al fondo, se suma una guitarra y su riff, y de repente, junto al bajo y la otra guitarra nos sumergimos en un pesado desierto, (si, ya se que en Noruega no hay desiertos, pero a esta gente no le importa e igual encuentra uno, que tanto), lejos es mi tema preferido y el que se ganó mi corazón. Así de fácil. Llega la parte final de la canción con el riff en soledad y me encuentra danzando en soledad mientras prendo un sahumerio “esencia de la India” mientra canto “It’s the sounds of your horses”. Temazo para comenzar el disco!

“Kevin”, llega con un poco más de ínfulas a cachetearnos con su poder y marcha, que no deja que nuestra cabeza se quede quieta un instante. Segunda canción y ya queda claro que acá no hay estridencias, acá hay buenas canciones, directas, bien tocadas y mucho poder, por supuesto. Gran segundo tema. “There Is Nothing New Under The Sun”, en la vena del anterior, pero con un estribillo bien pegadizo. A mitad del tema meten unos cortes para de a poco llegar al estribillo final. el que nos deja en la puerta de salida de otro buen tema. “In My Mind’s Desert” y su comienzo pone a prueba a este señor mayor, con su ritmo más moderno/radial, por llamarlo de alguna manera. O tal vez más “amistoso” por ahí calza mejor. Claro que la putridez de las guitarras sigue estando, lo que hace una combinación tan rara como efectiva. Pasa la prueba de este vejete. 

“Scavengers” y el bajo duro y pesado de Marie, en una buena intro con la contundente base de batería y la guitarra riffeando diabolicamente, es una tentación a seguir sahumeriando el ambiente. A mí, la voz de Benjamin me puede. Sin falsetes ni cosas raras, directa como piña de Tyson. Otro de mis temas favoritos. “Just To Be” estalla en su estribillo y mientras llega el mismo te arrastra por la pesadez de un desierto de nieve, (estamos en Noruega, gente, que pretenden). 

A continuación “Estonia”, viene con una melancolía aguerrida, de guitarras disonantes, estribillo corto y contundente, y estamos arriba de esta hermosa composición y no queremos bajarnos, y de repente acelera su ritmo y nos vuela la peluca. Cabeceamos al ritmo. ¡Qué buen tema! Y acelera una vez más! Y frena! Daleeeee! Temazo! Y queda uno, “On And Beyond”, con su comienzo misterioso y esa explosión musical que nos golpea para después entrar en una calma peligrosa. Nunca podemos salir de esa tensa calma en la que nos sumerge. Y se va el tema, entre distorsión y guitarras acoplando suavemente, y quedamos recontra manija. ¿De donde salieron estos noruegos? La verdad que no lo sé, ¡pero lo agradezco! Un gran disco de una banda que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. 

Este año afianzando su buen momento, tiraron a la cancha “Tundra Rock” – 2024, su nuevo trabajo. Más variado si se me permite, pero sin abandonar la pesadez y la mugre de sus guitarras. Escúchenlos en este orden, y descubran una gran banda que con su música no descubrió nada, pero ahí, justo ahí, está su secreto, en no descubrir, si no en hacer muy bien lo que hacen, y eso, caramba, vale más que mil descubrimientos. ¡Gracias Cristóbal por la recomendación! ¡Aguante Slomoza!

Hasta aquí llegamos compañeros de travesías, este sucio y aguerrido viaje por bosques escarchados ha llegado a su fin. Puede dejar comentarios y sugerencias en las redes sociales del portal, sea en la publicación o historia. Nos leemos en la próxima salida. ¿Dónde? ¡Acá, por supuesto! ¡En los Escritos Sagrados de Yunque!