Este quinto disco de los suizos está dando que hablar. Han subido escalones uno tras otro y ese desarrollo evolutivo, que se ha dado de forma natural, se mezcla con otros caracteres, generando un metal antropomorfo digno de admiración. Sus estructuras musicales se entrelazan entre sí de forma homogénea, donde el Death y el Black Metal convergen y se nutren de melodía. No es este “Impermanence” algo ultra novedoso que no hayamos escuchado jamás. Podríamos llegar a relacionarlos con bandas del estilo de Obscura, aunque suenen diferente, o con bandas más añejas del Death melódico o Black sueco, si queremos buscar influencias. Pero lo cierto es que estos cinco fantásticos, aparte de estar afilados técnicamente, han puesto también mucho de su imaginación para entregar una placa entreverada y entretenida al mismo tiempo. Su música está llena de matices progresivos, no obstante melódicos, con estructuras y pasajes que suenan frescos o novedosos, pero cimentados desde lo clásico.
Mucho hay para disfrutar en este trabajo, acá les dejo una leve y simplificada impresión:
Emotivas guitarras españolas dan el entre a “Ghost Of The Past”. La melodía es lo primero que se hace notar, nos hipnotiza y conduce hasta un submundo de hostilidad al ritmo del blast beat. El Death Metal se fusiona con el Black de una manera delicada, donde la violencia es matizada con intrincados patrones cargados de musicalidad. Una joven promesa, Alessia Mercado, comparte las voces extremas como invitada.
En estos primeros siete minutos tendremos también solo de bajo a clima folclórico, solos de guitarra apabullantes, y las baterías no se quedarán atrás. Una demostración de habilidades sin desperdiciar minutos para mandarse la parte.
Enganchado (literalmente) “Moon, Sun, Stars” presenta cortes progresivos neoclásicos, acústicas, solos a diestra y siniestra, el traspaso de voces guturales graves a voces harsh más agudas. Bases a puro tapping, bajos fretless y todos los aderezos que puedan caber en un Death melódico bien técnico.
Elaborado, cambiante y entretenido “Cosmos Eater” muestra una perfecta ejecución de todos los instrumentos. Voces monstruosas por la mitad y un sin fin de universos musicales darán entre al dueño del título, “Impermanence”. En sólo poquito más de dos minutos te paseará por hermosos paisajes de polifonía metálica futurista.
Hay mucho de música clásica en “Grand Nexion Abyss”, inclusive patrones de Jazz medio escondidos. Todo esto se puede observar bajo un manto de metal extremo elegante que no pierde el gancho.
Las multi-capas musicales de “Multilayered Chaos” resumen la esencia del álbum. Dentro de un metal melódico extremo tendremos segundos para pensar en grandes referentes como Dissection, At The Gates o hasta Opeth.
“Timeless Splendor” golpea con un Death Metal Técnico cargado de acordes, cortes, pasajes acústicos, baterías intrincadas y un final exquisito que engancha (como en todo el disco) con la última pieza, “Nénie”. Otro ejemplo de lo que esta banda suiza construye. Arquitectos refinados de un mundo moderno en el que todo encaja perfectamente. De elaboración compleja pero medida, donde no olvidan mostrar todo lo que los condujo hasta aquí. Por eso tanto jóvenes como veteranos podrán disfrutar de su obra.
Stortregn son: Romain Negro (Voz), Johan Smith (Guitarra y Guitarra Clásica), Duran Bathija (Guitarra), Manuel Barrios (Bajo) y Samuel Jakubec (Batería).