Venom – “Kings In Satan´s Service” – Capítulo Final

¡Amigas! ¡Amigos! Bienvenidos una vez más a esta agradable sección donde trataré de describir las distintas sensaciones causadas en mi persona por las diversas agrupaciones que han sabido llegar a mi corazón metálico con su música, en este emprendimiento palabrero que hemos bautizado Escrito Sagrado.

Hoy, le damos cierre a esta trilogía de Escritos dedicados a esta enorme banda Inglesa, que fue fundamental en la creación de un género, como también en influenciar a infinidad de agrupaciones.

Los invitados de hoy, Venom “Kings In Satan´s Service”.

Así como la gente se distancia por sendas diferencias, a veces, (solo a veces), esas diferencias suelen limarse y las relaciones encausarse como si nada hubiese ocurrido entre las partes. Algo así debe haber ocurrido para que pudiésemos disfrutar nuevamente de la formación fundamental de Venom, la hacedora de tantos clásicos y tan buenos discos. Cronos, Mantas y Abaddon volvían a unir fuerzas cinco años después del último lanzamiento con la salida de “Cast In Stone” – 1997, un disco que celebré de antemano, feliz de que el trio satánico estuviese de vuelta haciendo de las suyas. Y gracias a Satán no me equivoque, un discazo! Caramba, como extrañaba los “Come on” de Mr Lant en los temas!

Compacto, con buen sonido y buenas canciones, todo fluía de manera natural. Aparentemente. “Raised To Hell”, (de esto es lo que hablo, oh, mi señor! Que temazo!), “All Devils Eve”, “Domus Mundi”, “Flight Of The Hydra”, (puñetazo directo a la pera! . K. O. instantáneo), “God’s Forsaken”, You’re All Gonna Die”, los destacados de este gran disco. Pero lo bueno no dura para siempre, y el único miembro con asistencia perfecta en toda la discografía, sorpresivamente daría un paso al costado, dándole su banqueta a Antton. En resumen, los dos que venían arrastrando sus problemas durante años, quedaban juntos sin el otro miembro histórico. Rarísimo. “Resurrection” – 2000 era el disco, y es la excusa para escribir todo lo detallado hasta aquí de Venom.

El tema homónimo abre las puertas del averno, con un riff clásico de la banda. Pesado, con un buenos climas, que siempre vuelven al riff principal, en un ir y venir realmente entretenido. Gran comienzo. “Vengeance” arranca con un veloz machaque de Mantas acompañado por feroz doble bombo de Antonn. El estribillo es muy bueno. Un arranque bien prometedor de este trio diabólico.

“War Against Christ”, es otro mazazo del más puro Heavy Metal “made in Venom”. Con un excelente riff que nos sacude el cerebro sin parar. El estribillo frena en intensidad, pero gana en maldad.

Que buen riff con el que comienza “All There Is Fear”! Quedé trabado ahí pues le daba arranque una y otra vez! A mitad del tema, con la parte donde se desarrolla el solo, nuestro cuerpo levita de la mano de ese simple pero bello machaque. Uno de mis temas preferidos de este muy buen disco. “Pain” es una aplanadora! De principio a fin. El comienzo arruina cervicales es tremendo! A la mitad parecen calmarse, pero es solo una ilusión del Sr Satán, porque retoman el camino de la ferocidad para alegría de todos. El final, pesado, corona un temazo!

Con “Pandemonium”, llegamos a la conclusión que el bueno de Mantas estaba en un nivel de inspiración altísimo a la hora de tirar riffs para este disco. Podrán decir que son simples, pero a la vez tan efectivos y pegadizos. Ya estamos casi promediando el disco y podemos decir que estamos ante un disco tremendamente compacto, con grandes canciones. Que falta ese clásico de antaño? Puede ser, pero son todas buenas canciones.

Como “Loaded”, que sigue el camino de sus predecesoras. Buenos riffs, buena base para el solo y un gran ritmo a lo largo de toda la canción, con un estribillo para desgarrarse la garganta en vivo. “Firelight”, a medio tiempo, llega para traer un poco de calma. Solo un poco. Un riff que me recuerda a cierto clásico de los 80 de ellos mismos, que si algún estimo lector quiere dejar su parecer en los comentarios, será bien recibido, por supuesto. “Black Flame (Of Satán)” con su doble bombo constante nos va llevando por los jardines del mal. Buen estribillo, en otra buena canción. “Control Freak” es el tema más rápido, algo no tan usual en las canciones de Venom, no solo en este disco, sino en toda su discografía. Otra que se sube al podio a fuerza de velocidad, arreglos y buen estribillo.

“Disbeliever”, con su contratiempo entre la guitarra y la batería nos disloca la mandíbula. Y aunque el estribillo no esté a la altura del tema, según la humilde percepción de este cordero de Satán, el tema es una piña en el pómulo derecho. “Man Myth & Magic” y “Thirteen” además de prepararnos para el final, tienen un comienzo prácticamente idéntico, y vuelvo a invitar a los lectores a que comenten si no estoy en lo cierto. Si, ok, en el desarrollo se diferencian, pero ese comienzo….Más allá de eso son dos buenas canciones.

El disco cierra con “Leviathan”, pesadísimo, oscuro, con una interesantísima parte melódica en medio, para luego cerrar bien arriba, bien pesado, un muy buen disco que hace honor a la historia de esta gran banda, que a pesar de tantas tormentas, siempre, o casi siempre, salió a flote editando buenas placas. El camino de Venom seguiría con cambios, una nueva pelea entre Cronos y Mantas llevaría al ex blondo guitarrista a abandonar para siempre la agrupación, tomando la para mi polémica decisión de llamar su nuevo proyecto “Venom Inc.”. Claro, habrá quien dirá que Mantas fue quien empezó esta historia, lo cual es cierto pero bautizar prácticamente igual y con el mismo logo, por lo menos a mí manera de ver, es una decisión equivocada.

El camino de Venom continuaría a paso firme, editando sendos discos con el correr de los años, “Metal Black” -2006, “Hell” – 2008, “Fallen Angels” – 2011, “From The Very Depths” – 2015 y “Storm The Gates” – 2018, en lo que es al día de hoy su último lanzamiento. Tan tumultuoso como fundamental, el camino de Venom en estos más de cuarenta años han sido de vital importancia en el Metal, bautizando y dándole identidad a un sub género que luego se iría ramificando. Influencia obvia de muchísimas bandas, como Metallica y Slayer, solo para nombrar alguna. Por los lejanos 80, por la ansiada vuelta y el buen nivel mantenido a pesar de las complicaciones, doy gracias a Venom, por haber hecho de mi vida con su música, un poco mejor. Hail Venom!

Hasta acá llegamos compañeros de este blasfemo viaje, estas palabras hechas escrito han llegado a su fin. Pueden dejar comentarios y sugerencias en las redes sociales del portal, sea en la publicación o historia. Nos leemos en la próxima salida. ¿Dónde? ¡Acá, por supuesto! ¡En los Escritos Sagrados de Yunque!