Esta es otra de las bandas a las que le había perdido pisada prácticamente en toda su carrera, solo me acuerdo de haber escuchado su primer material, homónimo a la banda, allá por 1999, y este disco fue una buena opción para volver a oír acerca de estos muchachos, que en su mayoría son originarios de Italia.
Dicho esto, el pasado 20 de septiembre del ya promediando 2024, a través del sello Scarlet Récords, esta agrupación originarios de la Bota, nos trae su último lanzamiento, el noveno en su glosario (sin contar demos).
El álbum comienza con la intro “ War In Heaven”, que son dos minutos de música épica, que nos prepara para lo que vienen, y así hace su irrupción “The Ballet od Blood and Angels Tears” , que de movida deja bien claro la propuesta de la banda (lo que esperábamos), mezclando cambios de ritmos lentos con irrupciones muy vertiginosas muy Power Metal, logrando que la pista golpee a la audiencia, con una banda muy sólida y un vocalista que nada tiene que envidiarle al otrora frontman de la banda, Fabio Lione.
La segunda pista “Once Invincible”, sigue por el mismo camino que la canción anterior y no levanta ni un poquito el pie del acelerador y recién en “Drink Our Blood” la banda baja un cambio, dándole un poco más de toque progresivo a su música, con un sonido y cadencia más a lo Kamelot, al igual que la canción que le siguecontinúa, “When Darkness Comes”, donde se vuelcan aún más a lo progresivo.
La canción “Prays”, también es el video clip del disco, donde la banda vuelve netamente al sonido Power por excelencia, con reminiscencias de Rhapsody Of Fire, coros pegadizos, apuntalados por ese correcto arreglo de teclado.
La fórmula hasta aquí es infalible, buen sonido, potencia, solos vertiginosos a dueto con el teclado (a lo Jens Johansson), enganchados con excelentes arreglos de teclado logrando un disco escuchable y no reiterativo.
“Man On A Mission”, podría pasar como la balada del disco, pero creo que su duración de poco más de dos minutos, la hace más parecida a un interludiopara la próxima canción, “Go East” que está dentro de los parámetros de lo que viene dando la banda con el correr de la palca, con aromas a la agrupación de Olaf Thorsen, o sea Lbirynt.
“The Broken Past” y “Dice and Dancers”, son más o menos el mismo estilo (Power / Progresivo), como para ir cerrando esta correcta vuelta al ruedo de esta banda.
El cierre del disco está a cargo de la que sí, podríamos considerar como balada, que con su recitado en italiano al final de la canción, queda como un buen epilogo de la placa netamente cargada de apocalipsis y guerras celestiales.
Un buen álbum, que cumple, que si bien no trae nada nuevo, no deja de ser un material de excelente factura, que seguramente, será del agrado de los oyentes del estilo, tanto de Labirynt, como de Vision Divine en sí, potencia, talento, muy buena producción, sumado al buen gusto, un combo infalible que hace que la placa no caiga en lo reiterativo como suele suceder muchas veces en este estilo.