Hoy nos metemos en otras aguas, y les traemos un poco de Hardcore Ska con raíces mexicanas. Los Californianos del condado de Orange llevan casi dos décadas de carrera, pero se toman su tiempo a la hora de grabar sus discos, de hecho, el que hoy nos ocupa es recién su segundo trabajo discográfico de larga duración. Si estás leyendo esto solo por curiosidad y desconoces sobre el género, podría decirte para que te orientes, que encontrarás aquí matices que te pueden llegar a sonar a bandas como System of a Down o Brujería, pero mezclándolos con los españoles Ska-P. Partiendo desde esa base encontrarás un abanico de distorsiones y ritmos frenéticos, que, a pesar de su temática pesimista, nos trasmite mucha diversión.
Así arranca el disco, justamente, con una letra que narra sobre el racismo sufrido por los inmigrantes que cruzan a Estados Unidos. El sueño americano transformado en pesadilla. «Frontera» musicalmente encarna el concepto de Ska-Core llevado al límite, con mucha garra e instrumentos de viento que colorean la propuesta.
Un festín de golpes de batería nos mete en «Púdrete». Traición, decepción y hartazgo, en una canción que nos grita sobre la gente falsa, llevado con ritmos frenéticos, trompetas y variaciones métricas muy bien pensadas.
«Mutante» nos puede hacer recordar a los chilenos Dorso, pero como si estuviesen estos dentro de un circo mexicano extremo. Lleno de gritos guturales entre las dos voces que se contestan de una manera efectiva y agresiva. Tendremos desde blast beats de batería sobre riffs violentos, a partes festivas con solos de trompetas, todo en un balance bien equilibrado.
«Ezquizofrenia» pasa del metal extremo al Hiper-Ska con unos coros pegadizos y unos instrumentos de viento magistrales. Un buen trabajo de batería y mucho Thrashcore, darán paso a «R2Rito», continuando con el desmadre. Una canción que lo tiene todo. Violencia y fiesta para bailar en el medio de un pogo, para después retirarnos hasta la barra del lugar y disfrutar de un trago mientras suena «Labios negros»; que al igual que «Luna», tocan otras temáticas. No puedo decir que no sean canciones divertidas, pero a mi gusto acá pierden la pelota. Está bien que suene bizarro, pero no si me recuerdan a la grasitud de letras como las de Maná.
«Garras» vuelve a traer un poco de Metal extremo, mientras que «Luz y Fer» encara por el lado más festivo, que podría graficarse desde un Brian Setzer de Stray Cats peinando su jopo en forma de cresta.
Gedención es una palabra que usaría para definir «Gato». Musicalmente lleva bastante Ska tradicional, que baja en el pasaje «Flatline», para tocar temas más serios, como la invasión de Alemania a Rusia en la segunda guerra mundial, desde «1941». Así culmina un disco variado, pesado, con una buena carga de Ska, lleno de voces gritadas, riffs furiosos y contundentes baterías. Fronteras, tiene un buen balance entre lo salvaje y lo divertido. No puedo decir que sea lo más original que escuche en estos tiempos, no. De hecho, hay varias bandas del estilo, y algún canoso podrá recordar a los puertorriqueños Puya, como influencia directa de todo esto. Se que hoy en día sobran los ejemplos, tenemos desde los austriacos Russkaja hasta los mexicanos Sekta Core!. Y existe también un pequeño movimiento en EEUU con muchas buenas bandas del género, que inclusive cantan en español y llevan esto al extremo, como los Mafia Rusa. Aunque siento que 8 Kalacas en este disco logró darle una vueltita más de tuerca al asunto; ya sea por tener una producción de primer nivel, o por encontrar el balance justo entre los géneros, mixturándolos con estilo y carisma.
8 Kalacas son: Sr. Kalaca y Getse (Voces), Adam (Batería), Sick (Bajo), Steve (Guitarra), Choriz (Trompeta), Gio (Trombón)