El tanque alemán regresó a nuestro país para presentar su nuevo disco «Humanoid». El sexto ya con el vocalista Mark Tornillo. Los encargados de abrir el evento fueron Amalgama, una banda proveniente de Rusia, de la cuál sinceramente sabía poco y nada. Es más, la gran mayoría del público intuía que por su nombre era una banda local… Como sea, lo cierto es que no puedo contarles mucho sobre su show, ya que llegué al teatro Flores cuando su set daba por concluido. De todas maneras, logré preguntar sobre ellos a algunos asistentes llegados a tiempo y todos opinaban que los teloneros dieron un buen concierto.
Seguía el turno de los locales Lid, saliendo a escena con una gran pantalla de fondo donde aparecían luces rítmicas con su logo. Su propuesta está apuntada hacia el Hard Rock y contiene tanto tintes modernos, como de la vieja escuela. Todo su sonido está bien balanceado para que destaquen las guitarras, y podemos agregar que uno de los momentos más destacables fue cuando invitaron a cantar a la vocalista de Presto Vivace, Brunella Bolocco Boye mientras El Teatro comenzaba a llenarse para recibir a los peruanos Metal Crucifier.
Sin dudas pudimos apreciar de una variada selección de bandas, tanto geográficamente como en sonido. Los Metal Crucifier van directo al corazón del Heavy más nostálgico, mostrando una propuesta llena de guiños a los 80s. donde prevalece la esencia del Speed Metal, aunque también podemos apreciar guitarras que se van hasta los inicios del Thrash (desde Kill ‘Em All hasta Endless Pain), y donde inclusive se atreven a coquetear con tintes más épicos a lo Manowar. Toda esa mezcla les calza como anillo al dedo para mostrar su poderío, el cuál fue muy bien recibido por el público local.
Lo que ocurriría a continuación sería un despliegue total de Heavy Metal. Cantidad de shows se dieron en estas últimas semanas, y créanme que ya no sé cuál fue el mejor. Más allá de gustos personales y tratando de ser objetivo técnicamente hablando, creo que el show Accept podría llegar a liderar la terna junto a Carcass o Anthrax… Esto se pone realmente difícil. Los alemanes salieron a comerse al público sabiamente. Ubicando algunas canciones de su nuevo trabajo, como «The Reckoning» y «Humaniod» al inicio, para ir calentando un recinto que terminaría en ebullición total. No es casualidad siquiera los tonos que se fueron manejando desde lo visual; yendo de un frío azul de suspenso apocalíptico a la iluminación total. Los clásicos no se hicieron esperar mucho, y la gente coreó a más no poder temas como «Restless and Wild», «Midnight Mover», la media marcha de «London Leatherboys» o el popurrí que se mandaron con «Demon’s Night / Starlight / Losers and Winners / Flash Rockin’ Man».
Un sonido bien balanceado, que no aturdía en lo más mínimo, dejaba apreciar inclusive las tres guitarras (Wolf, Uwe y Philip). Algunos se preguntarán si realmente era necesario girar con tres guitarristas, y lo cierto es que no lo sé, pero si comparamos el audio de un disco con lo vivido en Flores podría asegurarles que prácticamente no hubo diferencia. Perfección es lo que destaca a los alemanes, y Accept es alemán.
La fiesta continuó con hits infaltables como «Princess of the Dawn», «Metal Heart», el poderoso «Fast as a Shark» o «Balls to the Wall», intercalándose con algunos ya clásicos de la era Mark Tornillo (quién inclusive fue vitoreado), como «Teutonic Terror» o «Pandemic», en cerca de dos horas de un show sin un minuto de desperdicio.
Desde ya agradecemos a la productora Icarus Music y a Marcela Scorca por permitirnos estar presentes en este show.