Anthrax – “Cambiar para volver a ser” Capitulo II

¡Amigas! ¡Amigos! Bienvenidos una vez más a esta sociedad de fomento de vivencias, donde trataré de describir con palabras las distintas sensaciones causadas en mi persona por las diversas agrupaciones musicales que han sabido acariciar mi corazoncito a través de los años, en este agraciado espacio que hemos dado el nombre de Escrito Sagrado.

Los invitados de hoy, Anthrax.

Capítulo II – “Cambiar para volver a ser”.

Nunca quedó muy claro cuáles fueron las causas, por lo menos a mí, por las que Anthrax, con Scott Ian a la cabeza, despidió a Belladonna. Pero lo cierto es que el bueno de Joey tuvo que armar las valijas y para reemplazarlo eligieron muy atinadamente al genial John Bush, hasta entonces cantante de Armored Saint.

Esta decisión fue celebrada por quien aquí escribe, porque a pesar que una de las bandas que me gustaba bastante, como lo era Armored, de buenos discos y buenas canciones, pero que nunca podían dar “ese” paso que los elevará a otro nivel, quedaba sin su frontman, sumado que poco tiempo antes habían sufrido la pérdida de su guitarrista, quien murió a causa de una enfermedad, lo que sembraba de incertidumbre el futuro del santo blindado, pero sabía que era una enorme oportunidad para Bush de demostrar todo lo que tenía con una banda mucho más convocante. 

Y así fue que publicaron “Sound Of White Noise” – 1993, un disco que sorprendió a todos por el “nuevo” camino tomado por la banda. Más moderno si se quiere, un poco más desacelerado, más melodioso, a pesar que en Anthrax siempre sobraron las buenas melodías. Como siempre hubo cabezas de maceta que se opusieron al disco, pero la verdad que está bueno y me animo a decir que supera a la anterior entrega. Con dos tremendos temas en forma de clásicos instantáneos, por lo menos para mí y para todo Obras que se entregó por completo cuando la banda los tocó y un nivel bastante parejo en el resto de las canciones redondean una gran entrega. 

“Potter Fields”, “Only”, (el que dice que nunca grito Onleeeeeeeeee!, miente), “Room For One More”, (el otro de los dos temas que contaba más arriba), “Hy Pro Glo”, “1000 Points Of Hate”, “C11 H17 N2 O2 S Na”, (después de los dos que ya nombré, mi favorito del disco), “Burst”, “This Is Not An Exit”, los elegidos de un disco que marcaba una nueva etapa, la que algunos miraron de reojo y otros lo abrazamos con entusiasmo. Medido, pero entusiasmo al fin. Y cuando el “nuevo” estilo estaba bien encaminado, nadie vió venir, por lo menos nosotros, los ajenos a las internas de las bandas, el alejamiento del diminuto y a la vez enorme Dan Spitz, quien cansado de tocar y girar, según su decir, queriendo dedicarse a la relojería. Algunos daríamos todo por tocar para mucha gente, en grandes estadios, cumpliendo un sueño, y él hizo exactamente eso, dejó todo para cumplir su sueño. Y nadie en este mundo puede decir nada de su decisión. Bien por él.

Así las cosas, el resto de la banda decide continuar como cuarteto, editando “Stomp 442” – 1995. No es para nada un mal disco, aunque escucharlo me resulta un poco repetitivo en ciertas “fórmulas” utilizadas, que suenan medio forzadas en su resolución y en mi forma de escuchar música, rara vez pueda escucharlo completo sin querer cambiarlo por algunas de las gemas del pasado. “Random Acts of Senseless Violence”, “King Size”, (con la participación del enorme Dimebag Darrell! La parte que entra Bush y Darrell sigue metiendo chillidos es lo mejor del disco!), “Riding Shotgun”, (también con Darrell), “In a Zone”, lo destacado del disco. 

El panorama no era bueno, el interés del público iba cayendo y la banda sigue con su formato de cuarteto. “Volume 8 – The Threat Is Real” – 1998 era el siguiente paso. En la vena el anterior, con algunas influencias a flor de piel, que a criterio de quien escribe no están mal, pero le han quitado esa esencia de los comienzos que los hicieron distintos. Nuevamente Darrell está como invitado en dos canciones, (Paul Crook es otro invitado de ambos discos). “Catharsis”,  “604”, (cortita como patada de chancho), “Born Again Idiot”, “Killing Box”, lo mejorcito de un disco que me aburre bastante, y que dura demasiado. Con el ingreso de Rob Caggiano en guitarra, Anthrax vuelve al formato quinteto, y así llega “We’ve Come for You All” – 2003, y aunque al principio parece cambiar la cosa, con el correr del disco vuelvo a sentir esa misma sensación que tengo hace ya un par de ediciones atrás, donde siento que Anthrax quiere ir por otros lados pero no sabe bien por donde, y así es que sus discos quedan pululando en una nebulosa de incertidumbre. Y aunque me gusta más que el anterior, no llega a transmitirme mucho. “What Dosen´t Die”, (buen arranque), “Superhero”, (Pantera, estás ahí?), “Strap It One”, (Darrell como invitado, una vez más), “Black Dahlia”, el mejor del disco, de este y del anterior, ya que estamos, “Think About An End”, premonitorio el título, pensar en el final, por lo menos de estos fallidos intentos. Como diría Gardel, no queda otra que “Volveeeeeer! Con la frente marchita!. Los elegidos del disco.

Un año más tarde editan “The Greater Of Two Evils” – 2004, y aunque no suelo escribir sobre compilaciones o regrabaciones, acá si lo voy a hacer para poder expresarme libremente y decir, bien claro, fuerte y, porque no, con una dosis de angustia. PARA QUÉ? No me gustan estas cosas de andar editando material ya grabado con otra alineación. No opine sobre la regrabación que hizo Exodus en el escrito que les escribí, (Let There Be Blood), pero acá sí porque es todavía más innecesario. Claro, es mi opinión nomás, no se enojen tanto. Pero ya que está les digo que no soy de escuchar este disco y no creo que lo vuelva a escuchar. Si me dan ganas de escuchar “NFL”, pongo la original. Punto. 

Y ahora sí, dicho y aclarado esta situación, vamos a lo que sigue, que no es más ni menos que “La mayor época de confusión, desorientación y otras cosas terminadas en «ión», que una banda haya tenido JAMÁS”. ¿Por qué? Simple. John Bush se va, vuelve Belladonna y también Dan Spitz, (era “hora” Dan! cuack!). Pero enseguida Joey se va y van a la carga por la vuelta de Bush, pero no quiere volver, entonces entra Dan Nelson. Y se va Spitz, y vuelve Caggiano. Ahora sí. Puff, a grabar muchachos!. Si, pero no. Dan Nelson fue despedido, habiendo grabaciones ya grabadas con su voz y vuelve Bush, quien también grabó algunas canciones pero a que no saben que? Si que saben, malandrines!Bush se tomó el palo y volvió el siempre joven Belladonna, quien, claro, grabó todo lo que había y así, “Worship Music”- 2011 vió, por fin, la luz. Madre mía! Ni a Suar se le hubiese ocurrido escribir ese libreto. Claro, ahora que lo pienso a él le sale mejor copiar formatos, no escribirlos. Pero bueno, sigamos con lo que nos importa, el ARTE VERDADERO.

Yendo al disco “nuevo” hay una notable mejoría, con un aire a vieja escuela pero sin abandonar la búsqueda de nuevos caminos. Y el resultado es bueno. Y no se debe a la vuelta del bueno de Joey porque como ya dije, el material ya estaba compuesto bastante antes de su vuelta. Pero si creo que este disco, por lo menos a mí, me sirvió para volver a esperar con ansias nueva música del quinteto. “Earth on Hell”, “The Devil You Know”, “I’m Alive”, “The Giant”, “The Constant”, “Revolution Screams”, los elegidos de este ejemplar. 

“For All Kings” – 2016, es hasta la fecha el último larga duración editado por la banda, a pesar de algunas ediciones en vivo y otras cuestiones. Y este es un buen disco, donde encontramos buenos riffs, a un Belladonna en excelente estado y como siempre buenas melodías. “You Gotta Believe”, gran comienzo. Temazo!, “For All Kings”, “Breathing Lightning”, gran corte elegido del disco. Otro temazo!, “Evil Twin”, “Defend Avenge”, “All Of Them Thieves”, “Zero Tolerance”, los elegidos de un disco que por fin, vuelvo a escuchar completo.

Para cerrar queda esperar que Anthrax se disponga a grabar nueva música, ya que este último es del 2016 y acá estamos, esperando. Se juntan para girar, pero vamos, muchachos compongan música, que lo han hecho muy bien y así lo siguen haciendo. Una vez casi lo dejan escapar, aprovechen, no lo hagan de vuelta.

Hasta acá llegamos compañeros de este viaje de horrendas bermudas coloridas pero de grandes riffs ha llegado a su fin. Pueden dejar sus comentarios y sugerencias en las redes sociales del portal, sea en la publicación o historia. Nos leemos en la próxima salida. ¿Dónde? ¡Acá, por supuesto! ¡En los Escritos Sagrados de Yunque!