El viejo y querido alemán nos tiene acostumbrados a editar por lo menos un disco por año, y este 2022, no iba a ser la excepción, así que el pasado 15 de abril a través del sello Steamhammer/ Spv, nos trae su ultimo álbum de estudio (el numero 21 en sus más de 30 años de carrera), que se titula “Lost XXIII”.
Siempre manteniéndose fiel a su veta hard rockera / power metal, la apertura de este disco no podía carecer de su Intro grandilocuente “Lost XXXIII Prequel (Intro)”, para dar paso a la contundente y más que hard rockera “Survive” (el primer corte de difusión), haciéndonos ver desde el vamos el aporte del legendario Bobby Rondinelli a esta placa.
El disco baja una marcha con la canción “No Compromise”, donde se pueden observar medios tiempos, los cuales afianzan los riffs y gana en intensidad.
Cabe señalar que en esta placa el músico germano deja que los demás miembros puedan destacarse un poco más de la cuenta, como es el caso de “Down on the streets“ donde el ya muy consolidado en la banda, Johnny Gioeli, hace gala de su privilegiada garganta, en una interpretación más que sólida.
“Gone with the wind “, además de ser el otro tema de difusión, seguramente pase a formar parte del próximo “Ballads” que saque Axel, demostrando la acertada decisión de incorporar a este vocalista a su banda, por parte del guitarrista.
Volvemos a la veta más hard rock con la canción, ”Frieignt Train”, con unos machaques bien de los 80s, que seguro y de forma atemporal nos hagan viajar a dicha década dorada de la música en general, con unos estribillos muy gancheros y unos muy buenos arreglos de teclado, siempre a cargo de Ferdy Doemberg, a quien ya vi sobre las tablas en 1999, cuando vino con la Roland Grapow.
Volvemos de nuevo al power con la pista “Follow the Beast”, con una base de batería de a un tiempo, que nos lleva a la época del glorioso “Magic”.
La otra balada del disco se llama “Fly With Me” y ya con la emotiva intro de piano, sabemos que también estará en el próximo compilatorio de lentos del alemán, una pista que sabe combinar nostalgia con potencia cuando se desatan sus estribillos, de forma contundente, y ya con Johnny dando clase de cómo llegar a registros altos sin ser estridente en exageración, con un Rondinelli haciendo sonar esos tambores, como bien lo hacia el apoteótico Tommy Alderidge en las mejores épocas de la serpiente blanca.
Hay espacio para un instrumental, ”The Rise the Ankhoor”, donde el buen Axel deja salir toda su influencia de Purple y sobre todo de Raimbow, notandose en cada nota su amor por el sempiterno Ritchie Blackmore, aunque abusando un poco del pedal wah wah.
El disco llega a su fin con el tema que da nombre a este trabajo, donde seguimos en la veta Blackmoriana, teclados muy marcados con mucho del maestro Don Airey, de aquella época gloriosa de “Stargazer”, un muy digno cierre de un disco que no trae muchas cosas nuevas en algunos aspectos, pero que jamás deja de agradar y de rebosar de buen gusto, en fin, es una pena que esta agrupación nunca haya pisado Argentina.
Banda: Axel Rudi Pell (guitarra), Johnny Gioeli (voz), Ferdy Doernberg (teclados), Volker Krawczak (bajo) y Bobby Rondinelli (batería).