The Troops of Doom – “Antichrist Reborn” (Alma Mater Records, 2022)

El ex-Sepultura Jairo “Tormentor” Guedz, parece haberse cansado de dar vueltas con la música, y le cayó la ficha que tenía que volver a sus inicios. Así fue que en épocas de pandemia nos presentó sus dos primeros EPs, llamados “The Rise of Heresy” (2020) y “The Absence of Light” (2021). La formación se completa con Alex Kafer (quién posee un largo currículum con bandas brasileras del estilo) en bajo y voz, Alexandre Oliveira en batería (compañero de Jairo en el proyecto The Southern Blacklist) y el guitarrista Marcelo “Mantus” Vasco, quién también cuenta con un largo currículum como multinstrumentista en bandas brasileras, pero que tal vez nos suene más por ser el artista gráfico de bandas como 1349, Slayer, Borknagar, Kreator, Machine Head, Testament, y larguísimo etc. 

Este primer trabajo de larga duración sale por el sello discográfico del líder de la banda portuguesa Moonspell, y ha sido mezclado nada más ni nada menos que por el afamado productor sueco Peter Tägtgren, en su  Abyss Studio. Para cerrar el combo con una fatality, han contratado al artista Sergio Oliveira, que tal vez les suene de aquel primer EP de Sepultura “Bestial Devastation”, y puedan notar el guiño en esta nueva portada.  

El trabajo comienza con unos sonidos ritualísticos tribales que nos ponen a sabiendas de que tratará todo esto. El viejo Sepultura en esencia pura. Mucho Skank Beat desde la batería, solos Kisser-Slayerizados y ese tufito Celtic Frost que tantos lindos recuerdos nos trae. De “Dethroned Messiah” pasamos a “Far from Your God”, que cuenta con cinco minutos para mezclar lo mejor de “Pleassure to Kill” de Kreator, con el viejo Slayer y la banda del antes citado Tom Warrior.  

“Altar of Delusion” parece seguir por la misma senda, pero nos hace sentir que detrás de esto también hay algo de Black Metal, con hermosas y escalofriantes melodías.  

El tétrico pasaje “Grief” desemboca en la mezcla de ultra violencia con cambios a medio tempo de “Pray into the Abyss”, que logra diferenciarse de “The Rebellion”, donde el viejo Thrash vuelve a decir presente, y será llevado al extremo en la siguiente “Deserters from Paradise”. 

Otro pasaje, “Apocalypse MMXXII”, mete clima para acentuar el golpe que nos dará “A Queda”, que cuenta con la presencia de João Gordo de los Ratos de Porao, vociferando en portugués. 

La placa cierra con “Preacher’s Paradox”, llena de partes melódicas de guitarra, que van mixturándose con un Thrash más visceral, que también puede recordarnos a Sodom. Presentaron también una versión con bonus tracks, que incluye las canciones Necromancer de Sepultura y The Usurper de Celtic Frost… faltaba más!

He logrado disfrutar bastante de un álbum que a primera escucha se me hacía algo monótono, pero debo admitir que a medida que ha vuelto a sonar ha ido subiendo escalones. Monótono no era la palabra correcta, porque si bien se encuentra enmarcado bajo un concepto de vieja escuela que lo contiene, cuenta con muchas capas musicales que lo hacen entretenido. No hay nada que no hayamos escuchado, y a pesar de la obviedad de que esto fue buscado, logra sonar muy fresco. ¿Por qué? Porque está bien hecho y suena creíble. Alex Käffer personifica muy bien a un joven Max Cavalera, y le aporta algunos acentos o guiños obvios a lo Tom (Warrior y Angelripper). Las guitarras escupen furia por doquier, pero también muestran detalles melódicos entre ellas, y la batería castiga como se debe. Los nostálgicos no deberían dejar pasar este lanzamiento, y los más jóvenes tal vez logren disfrutarlo como se disfrutaba antes, ya que reemplaza las dificultades técnicas de antaño con un buen sonido, conservando el impacto de época.