Blut Aus Nord – «Disharmonium – Nahab» (Debemur Morti Productions, 2023)

La experimentación en el Black Metal ha llegado a lugares insospechados. Muchas veces su diversificación nos mostró tecnicismo, melodía o majestuosidad sinfónica. Otras veces se ha retraído al mínimo de la expresión oscura y minimalista. También ha coqueteado con el Punk más visceral o lo más refinado de lo vanguardista. Blut Aus Nord podría encajar en varios conceptos artísticos del género citado. Se trata de una agrupación francesa (vaya si Francia ha sabido aportar vanguardia en el Metal extremo) que llevan quince discos de estudio editados a lo largo de sus casi treinta años de carrera.  

Mi primer encuentro cercano con su obra ocurrió en el año 2019 con la decimotercera producción «Hallucinogen». Tal como su nombre indica fue mi reacción. Blut Aus Nord se encarga de explorar distintos caminos a través de la disonancia en la mayoría de sus trabajos. Algo que fui descubriendo con el tiempo es que tienen muy claro dónde y cómo acentuar patrones de inducción, tanto hacia lo hipnótico como a lo terrorífico. Podemos estar horas, días o meses tratando de desmenuzar su arte. Un arte que podría llegar a aburrir a quién no está dispuesto a tomarse su tiempo para disfrutar el viaje, o enloquecer a quién esté al borde de un colapso nervioso. Todas sus obras tienen su momento y su complejidad, por más sencilla que a veces pueda sonar la propuesta. Lo bueno de esta gente también es que, a pesar de llevar un hilo conductor a lo largo del tiempo, han logrado diferenciar muy bien sus etapas, dándole identidad propia a cada obra. Esta vez estamos frente a la segunda parte de la saga «Disharmonium», y desde la portada podemos intuir que nos enfrentaremos a la oscuridad más aterradora que la música nos pueda dar.

La introducción «Hideous Dream Opus #1» nos sumerge y somete a un clima fantasmal que estalla en «Mental Paralysis». La disonancia de las guitarras se apodera de nuestros sentidos exprimiéndolos, enroscándolos y torturándolos hasta la demencia. Las voces susurran como amigos imaginarios dentro de nuestra cabeza, diciéndonos cosas que no llegamos a entender del todo, y menos mal que poco es lo que percibimos, o ya no estaríamos en este plano. Todo se oscurece, todo se mueve como sombras que se retuercen de dolor en lo agudo de la razón. «The Endless Multitude» nos obliga a querer descifrar la musicalidad detrás de esto, dejándonos llevar por el golpe intrincado de la batería que se oculta detrás de la atmósfera desesperante que aúna música y pasajes (como «Hideous Dream Opus #2 o #3»), donde todo lleva un guión escrito con la finalidad de pasearnos por los lugares más oscuros de la mente.

«The Crowning Horror» se mece en la demencia, mientras que «Queen of the Dead Dimension» se arrastra serpenteante hasta «The Black Vortex», cayendo en una espiral de agonía sin fin de la cual no hay salida. «Nameless Rites» no nos la dará, ni la arremetida violenta inicial de «The Ultimate Void of Chaos», ni la pieza final «Forgotten Aeon». En esta secuela de «Disharmonium» no hay espacio para activar otros sentidos, todo es horror y desesperación. No de una manera directamente violenta, sino más bien por inducción a la demencia.  

No es que Blut Aus Nord desparrame originalidad. Hay una tendencia bastante marcada dentro del género a seguir explorando los sentidos disarmónicos musicales, ya no importa quién lo hizo primero, ni cuál surte más efecto. El efecto de estos franceses te surte y te sumerge en un viaje, dejándote la sensación de haber estado en el más allá. No hay música que se te pegue, ni canciones más destacables que otras. No se trata de canciones, sino de crear algo así como un musical monocromático de lo más aterrador que no muchos querrán volver a ver, pero tampoco podrán olvidar.