Cathedral – Lo bueno, si es lento, es doblemente bueno (Capítulo II)

¡Amigas! Amigos¡! Bienvenidos una vez más a esta pulpería metalera, donde trataré de describir con palabras las distintas sensaciones causadas en mi persona por las diversas agrupaciones que a través de los años he podido conocer y disfrutar, en este alocado reducto que bien hemos dado el nombre de Escrito Sagrado.

Los invitados de hoy, Cathedral.

Capítulo II – “Lo bueno, si lento, es doblemente bueno”.

Nos habíamos quedado en la descripción de los primeros cinco trabajos de Cathedral, los cuales desbordaron de buenas canciones, siendo esa una época que particularmente disfruté mucho. Ahora es momento de describir los últimos trabajos. ¡Allá vamos, despacio por supuesto! 

Tres años y un Escrito Sagrado después de su último trabajo y con el nuevo milenio ya en marcha,  llegaba un nuevo disco de los muchachos de Coventry. “Endytime” – 2001. El comienzo con una Intro hiper densa auguraba que íbamos a pasar un rato, más de una hora para ser más detallista (01:03:37 es lo que dura el disco), más de la media que me gusta a mi, que tiene un tope en cincuenta minutos. Pero a Cathedral se lo acepto, porque nunca sus discos se me hicieron largos. Salvo una vez, pero eso es más adelante.

Acto seguido viene el verdadero primer tema y todo es una lenta felicidad, Más cercano a sus comienzos, no tanto en el sonido pero si en el estilo, más Doom, menos Stoner, este buen álbum avanza a paso firme agregando otra gran placa a su excelente discografía. Siempre me he encontrado con quien me comenta que el Doom se le hace difícil escuchar, por diversos motivos, pero eso ocurre con todos los estilos musicales. En pocas palabras es la música la que nos elige y a veces determinados estilos o grupos no nos terminan de conmover, y está bien. Hay música y estilos para todos.

“Cathedral Flames”, (es la intro, pero me gusta mucho, amigas/os lectoras/es), “Melancholy Emperor”, (temazo!), “Requiem For The Sun”, “Alchemist Of Sorrow”, “Ultra Earth”, (mi preferido del disco), “Templars Arise! (The Return)”, larguísima, cambiante, hermosa, como la vida misma. son las elegidas de otro disco en un altísimo nivel. Apenas pasado un año publican “The VIIth Coming” – 2002, como el título bien lo dice, llegaba el séptimo disco de Cathedral.

Vuelve el Stoner, se aleja solo un poco el Doom. Un sonido más limpio que el anterior ejemplar, más corto en su duración, nos va llevando por caminos bien contundentes, con buenos riffs y bases bien marcadas y pesadas.  Y yo se que a veces las tres neuronas que me quedan enteras se enojan entre ellas y pasan cosas ahí adentro, pero el primer tema de este disco se me hace a un riff de Venom cantado por Ozzy en épocas de Sabbath. Pido disculpas anticipadas. Solo les comparto mis sensaciones. ¡Tampoco se pongan así, che!

“Resisting the Ghost”, es un temazo, rápido y contundente. Lo mejor del disco, “Skullflower”, pero que buen riff, reverendos hijos de mil demonios!, “The Empty Mirror”, “Nocturnal Fist”, “Iconoclast”, otra gran canción y “Halo Of Fire” son para mí los elegidos de este gran disco. Una Intro tenebrosa nos induce hacía “The Garden Of Unearthly Delights” – 2005, con un sonido más agresivo y arreglos ejecutados en otros estilos, pero traídos mágicamente a las turbias y espesas aguas donde tan bien saben desenvolverse estos inquietantes muchachotes.

En varias ocasiones Cathedral tuvo la buena virtud de entregarnos diferente material pero siempre en la misma vena. Que nos sorprendió buscando nuevos caminos sin abandonar el propio. Y siempre saliendo bien parados. Como en esta nueva entrega. “North Berwick Witch Trials”, “Upon Azrael’s Wings”, “Oro the Manslayer”, “The Garden”, una pieza de casi veintisiete minutos que los invito a degustar cual tentadora fruta de un mágico bosque embrujado, son los elegidos de este jardín de delicias sobrenaturales. 

Tras una espera más larga de lo habitual, llegaría “The Guessing Game” – 2010, álbum doble, lo cual para mí es una contra, porque bien es sabido por los asiduos lectores que me cuesta escuchar discos extensos, y estos dos juntos duran una hora y veinte. Muchísimo. Eso lo hace mal disco? Para nada. Pero, a la hora de escucharlo es uno o el otro. ¡Qué va a ser, así de raro soy! Lo cierto es que estos locos lindos de Coventry continúan con la costumbre de editar buenos discos. Nunca decayó el nivel de Cathedral en todos sus años de existencia y este álbum doble no sería la excepción.

Tan distintos pero tan iguales entre sí, ambos discos tienen su propia personalidad y algo muy interesante es que no se repiten, parecen álbumes de años distintos. Y aunque ya volaban algunos rumores de desgaste entre los integrantes, más específicamente entre Dorrian y Jennings, pero que claramente no se dejan ver en este disco doble.

Del CD 1; “Funeral Of Dreams”, un canción cambiante, sorpresiva, y con un estribillo que me gusta mucho, “Painting In The Dark”, la polenta que tiene este tema es tremenda! Desde esa contundencia que llevan el bajo y la batería, al resto. Temazo, “Death Of An Anarchist”. Del CD 2; “The Casket Chasers”, “Requiem For The Voiceless”, “Journey Into Jade”, donde relatan la historia de la banda a través de los años rematando con un ingenioso estribillo que siempre cambia, los destacados de esta doble edición.

Un año más tarde nos regalarían otro álbum doble, pero esta vez en vivo. “Anniversary” – 2011 donde encontramos todo “Forest Of Equilibrium”. Una locura la duración pero créanme que está muy bueno. Y con el cambio de bajista, sale Smee, entra Scott Carlson, es que llegamos al final anunciado de esta hermosa agrupación, con su también anunciado último disco.

“The Last Spire” – 2013, es la despedida de esta gran banda, que no solo lo hace en un buen momento compositivo y creativo, sino que lo hacen con un disco que se le para de manos a los clásicos de la banda. ¿Qué exagero? ¡Jajajaja! Tal vez sí, tal vez no. Toma tu propia decisión audaz lector/a. 

Lo cierto es que aquí volvemos decididamente a la lentitud, la misma que hace veintidós años me había volado la cabeza. Este es un disco repleto de buenas canciones. Con un sonido perfecto en todos sus instrumentos, con buenos riffs, melodías y estribillos. Un disco que cierra por todos lados. “Entrance To Hell”, es la canción encargada de abrir este disco, bien densa y tétrica. Dejando bien claro que lo que viene, lo que viene diría Araujo, es especial.

A continuación, “Pallbearer” es una gema de poco más de once minutos que te atrapa en todo momento. En una constante cambiar de riffs y ritmos Doom que nunca saturan en su duración y hay un coro con voz femenina que es excelente. Una pequeña dosis de maldad que le calza perfecto. A mitad de tema se pone acústica la cosa, en un pasaje hermoso que estalla en un furioso despertar para luego, claro, volver al principio. ¡Temazo! “Cathedral Of The Damned” le pone un poco más de ritmo a la cosa, pero solo un poco, eh. ¿Cómo hacer para no sonar repetitivo en un estilo que va casi siempre por la misma senda? No lo sé, pero estos muchachos sí y lo hicieron muy bien siempre. El arreglo/corte que meten a mitad de la canción es excelente.

Luego viene “Tower Of Silence”, de pie, damas y caballeros! ¡Qué buen tema! Que difícil fue escuchar este disco… esta canción… sabiendo que no iba a haber más. ¡Que lo remil parió! Para mí el mejor tema del disco, lejos. Ese riff magnético del principio, tan oscuro como pegajoso, es sublime.

“Infestation of Grey Death”, continúa la marcha. Una excelente composición que nos va llevando por diversos climas, todos oscuros, todos siniestros. Con un impasse al medio que da continuidad con un tempo bien Stoner, que nos hace agitar la cabeza como poseídos. Vuelve al riff principal que sale entre la niebla de algún pantano hasta la finalización del tema. “An Observation”, es otra larga y lenta gema, que nos va acercando al final. Con un pasaje musical al comienzo bien oscuro, la inspiración con la que se despacho el buen de Jennings es de otra galaxia. Cuando llega la parte del medio te quedas pensando… ¡Qué catzo paso? Y enseguida te das cuenta que todo encaja, todo es diferente, todo es raro, pero calza a la perfección. Las distintas melodías volcadas en los temas, los arreglos, los pequeños detalles. Una verdadera demostración del más puro talento compositivo. Otro grandísimo tema.

“The Last Laugh”, es una Intro psicótica, con una simple risa que se va poniendo jodida, nos deja en la puerta de “This Body, Thy Tomb”, otra marcha fúnebre de exquisita factura, con su infaltable parte media, hermosa y calma estallando hacía el final, el cual no queremos que llegue porque esta vez es para siempre. No va a haber más. Y al fan, como quien escribe, este disco lo llena de felicidad por lo excelente de su factura y también tristeza por saber que ya no hay más. El final del tema con ese sonido que no se quiere ir, distorsionando cada vez más como resistiendo, es ideal para describir el sentimiento no solo de los músicos, quiero creer, sino de todos los que amamos esta gran banda. Gracias muchachos por tantos años y discos de muy buena música. ¡Aguante Cathedral!

Hasta aquí llegamos compañeros, esta lenta travesía por las espesas aguas nauseabundas del Doom, ha llegado a su fin. Pueden dejar comentarios y sugerencias en las redes sociales del portal, sea en la publicación o historia. ¡Nos leemos en la próxima salida! ¿Dónde? ¡Acá, por supuesto! ¡En los Escritos Sagrados de Yunque!