Debo confesar, como en la anterior reseña, que esta es una banda a la que no le he prestado mucha atención tampoco, pero bueno, siempre esta bueno ponerse un poco al día.
El pasado 5 de septiembre, esta banda originaria de california nos trae el que sería su álbum número cinco en su historial, lanzado a través del sello Reserved Records. Este es un lanzamiento que dio que hablar, ya que desde 1991 no había noticias en estudio de la agrupación.
Abre la placa, la canción homónima a la misma (también uno de los sencillos de adelanto), lo hace pateando dientes sin vueltas, riffs filosos, velocidad por demás oscilando entre algún que otro machaque o medio tiempo.
“Circular Firing Squad”, arranca directamente llevándose todo por delante, con mucho del Kreator de “Coma of Souls”, parejita en cuanto a sonido, velocidad y en cuanto a trabajo vocal también, en esta canción un tanto más al frente q la pista anterior.
“Woke Up To Blood” y “Apex Predator”, son dos pistas muy duras y directas en sí, la primera tiene uno de los mejores Riffs de la placa y la segunda mucha de la velocidad de la vieja escuela, pero quizá, los muchos Blast que mete el tremendo Gene Hoglan en los estribillos, le quita ese condimento para ser netamente Thrash old school.
La placa sigue su curso de vorágine y velocidad con “Scalar Weaponry”, pero a su vez le falta algo para contagiar, como que termina siendo una pista más del montón, si a eso le sumamos que la mezcla de la placa no está muy buena que digamos, la voz va y viene por momentos, quitándole fuerza a las interpretaciones.
Por el mismo camino siguen las pistas «Scarface the Room» y «E Ploribus Nemo», alternando entre velocidad, machaque, medios tiempos y los increíbles (pero innecesarios aquí) Blast de Hoglan , la segunda es una pista pesada, lenta y casi sofocante.
Ya casi promediando la última parte del disco, tenemos «Terror Construct», que tiene mucho del Slayer de «Divine Intervention», la banda gana intensidad en detrimento de la velocidad en esta pista quizá el sonido es un poco mejor.
La clausura de esta vuelta al ruedo va por cuenta de la rola «Extraction Tactics», que como no podía ser cierra la placa con todo, con más velocidad que nunca.
Una vuelta un tanto a medias tintas, la falta de producción y la mezcla final, le juegan en contra a la banda, al sonido, y por ende, al producto final, un álbum que con un poco más de producción, podría haber sido otra cosa.
Un disco con demasiados altibajos, pero ojo, no quiere decir que sea un mal disco tampoco, sino que podría haber sido mucho mejor en distintos aspectos, sobre todo, teniendo una bestia en los tambores como Gene Hoglan.