Destruction «Birth of Malice» (Napalm Records, 2025) 

Estamos acostumbrados a que Destruction nos dejen por lo menos un Lp por año, también tenemos garantizada velocidad, ejecución y técnica, como muchas bandas de los 80s del viejo continente. 

Así que el pasado 7 de marzo y a través de Napalm Records, nos trae su último trabajo de estudio, el numero 17 de sus largas duraciones, el mismo abre con un instrumental homónimo en nombre al disco, muy parecido a «Total Disaster», para dar paso a la pista homónima a la banda, que ya desde el primer riff y ese característico grito agudo de Schmier, nos da la pauta por donde va este disco.

Thrash puro, bien ejecutado y con el sello alemán es la apertura de esta placa, intercalando con riffs asesinos que no parecieran perder fuerza a pesar de no estar ya Mike Siffringer.

“Cyber Warfare” , tiene un sonido un poco más actual, pero amalgamado con esos arreglos que son marca registrada de la banda, una distopia entre los 80s y el sonido actual. 

En “No kings No Masters” y “Scumbags Human Race” escuchamos que son canciones agresivas desde el principio, con mucho del último Destruction, de la época de “Inventor of Evil”, con la guitarra de Martin Furia haciendo lo suyo de menor a mayor, algo que también vemos en la canción “God of Gore”. 

Promediando el disco, no vemos muchas novedades en el sonido de la banda, se mantiene fiel a lo suyo, sin vueltas y es directa la cosa, tenemos piezas un poco más lentas como “A.N.G.S.T”, queriendo emular algo de la época de “Live Without Sense”, pero termina cayendo en el mismo bucle, que si bien, no desentona pero no dice nada nuevo. 

“Evil Never Sleeps”, es un tema digamos “moderno” a comparación del sonido de gran parte del álbum, un medio tiempo bastante pasable, sin embargo, la banda pisa el acelerador de nuevo en “Greed”, con cambios de ritmos interesantes, demostrando que meter a Randy Black en la banda fue uno de los grandes aciertos de Schmier, como así pude comprobar en vivo, tanto en Wacken 2018 como en el teatro Vorterix dos meses después. 

Cierra esta vuelta el ruedo el cover de Accept, ”Fast As a Shark”, que se atiene a las dos bandas en cuanto a sonido, a pesar de la vertiginosidad que le pone Destruction, que en cierta manera no deja de respetar la estructura de la misma. 

Sin duda un trabajo muy sólido y sin fisuras que será del agrado de los incondicionales de los alemanes, sonido afilado y excelente producción como era de esperarse, como siempre digo, recomiendo escucharlo más de una vez, para que el mismo termine de cerrar en cuanto a detalles, que en una primera oída pueden parecer sosos o reiterativos.