Hace algunos años un amigo me dijo: Viste este video? – Qué carajos?! dije. Se trataba del proyecto Igorrr.
Es un músico multi instrumentista francés que, se nota, tenía ganas de romper todos los estereotipos.
Con formato de banda estable, vuelven a sorprendernos con su nuevo álbum. Si nunca escuchaste esta banda no creo que pueda hacer que entiendas su música, y si la escuchaste sabrás que de todas maneras no se entiende. “Está todo inventado”, escuché un millón de veces. Ah, sí? Esto es como las matemáticas; los números son 10, no se pueden inventar más, pero se pueden mezclar de maneras infinitas. Eso tenemos con el arte y eso es Igorrr.
“Spirituality and Distortion” es un viaje donde se funde musicalmente la historia de la humanidad, inclusive un futuro que nosotros, los seres normales, aún no hemos transitado.
Hermoso, bizarro, electrónico, barroco, extremo, folclórico, progresivo, son solo algunos de los calificativos que le caben.
Este nuevo disco tiene un enfoque de banda pesada, con mucho machaque de guitarra entre tanta cosa experimental vanguardista. Ritmos que nos podrían resonar a Rammstein, como el que abre el disco, pero de una manera más sombría, más Doom. Algo de música clásica con voces soprano en “Nervous Waltz”, que se termina transformando en un proto Black Metal. “Very Noise” escapa a una explicación, pueden chequear su video clip oficial. Perdón, deberían chequearlo. Por favor… si no lo vieron, véanlo.
Coros a lo Therion quizás en “Hollow Tree”?. O música de medio oriente en “Camel Dancefloor”, con bajos y baterías fastuosas. Folk francés Deathcorizado en “Musette Maximum” y “Kung-Fu Chèvre” por el final. Cuotas de metal extremo en temas como “Paranoid Bulldozer Italiano” o “Parpaing”, guturalizado por el frontman de Cannibal Corpse entre ruidos de consola retro de poco bitaje. Y un compendio de genialidades musicales étnicas con variedad de instrumentos que convergen con el Breakcore.
Lo cierto es que tenemos aquí un álbum elitista que no es para nada fácil de escuchar y que atrae por lo extraño, pero que tiene un sentido aunque no lo parezca. Tal vez, el sentido sea el hartazgo de la individualización, la restricción y la etiqueta; romper las ataduras y prejuicios artísticos de la sociedad. Me rehúso a creer que solo sea hacer arte mezclando todo sin sentido, porque está muy bien hecho para desvalorizarlo de esa manera.
Gusta? No sé, pero sin dudas merece ser escuchado.
Igorrr es: Gautier Serre: voz, guitarras, programación, electrónica, arreglos y composición, Laure Le Prunenec: voz femenina, Laurent Lunoir: voz masculina principal, Sylvain Bouvier: batería y Músico invitado: George “Corpsegrinder” Fisher: voz en track 6.