Ha llegado el decimotercer larga duración de los finlandeses Impaled Nazarene. Y creo yo que a pesar de haber limpiado un poco su sonido desde su cuarto trabajo a la fecha (hablando mal y pronto), siguen conservando la corrosión que los caracteriza y los ha caracterizado siempre. Esa cosa de guerra nuclear mezclada con lo satánico, que podría ligarlos con Sodom (hablando mal y pronto parte dos), y esa fusión de géneros radicales tocados como solo en ellos se hace único, forma el carácter de la banda. Una banda polémica que mantiene sus convicciones a rajatabla.
Estalla todo con «Goat Of Mendes», un desquicio de black metal donde las púas sacan humo contra las cuerdas, la batería dispara a discreción y un pelado bizarro nos gruñe, endemoniado.
La influencia punk aparece al instante en el que le da nombre al álbum, despotricando y desparramando violencia en un armagedón donde la serpiente de ocho cabezas nos dará muerte a todos.
En «Shock and Awe» podemos sentir la brisa gélida de los inicios del black metal finés, con bajos presentes que danzan entre golpes fulminantes de batería.
«The Nonconformists» y «Octagon Order» se encuentran más ligados al machaque crossover, obviamente salpicado en fuego y azufre. Rápidos, concisos y agresivos, nos pueden hacer pensar en The Exploited, e imaginarlos retorciéndose por una gran posesión diabólica.
En temas como «Metastasizing and Changing Threat» podremos ubicarlos más cercanos a bandas como Marduk, mientras que «Debauchery and Decay» retoma un poco el punk/crossover rabioso.
El bajo exagerado abre el octavo track, «Human Cesspool», que al igual que «Apocalypse Pervertor» siguen desparramando ese black/thrash punkoso.
«Triumphant Return of the Antichrist» continúa imprimiendo un poco de todo lo nombrado hasta aquí, y le agregan algunos cortes sorpresivos entre tanto blast beat. Así sucederán los temas hasta dar con el último: «Foucault Pendulum», siendo este el único que supera los cuatro minutos y logra despegarse del resto con una atmósfera más doombeta. Bajos distorsionados al frente, tirando escalas pentatónicas clásicas (como en todo el trabajo), se funden muy bien con las guitarras abiertas que logran mostrar otras armonías melancólicas, inéditas hasta aquí.
Black metal puro y directo en temas cortos que rondan los dos minutos. No hay vueltas, no hay relleno, esto es un compendio de agresividad sin límites, sin mucho tecnicismo, ni nada que nos distraiga del objetivo principal, que es castigarnos hasta el final, cuando ya moribundos, nos arrojarán a un hoyo para cubrirnos con tierra.
No encontraremos innovación musical ni profundidad en sus letras, más recordaremos que estos salvajes siempre se han movido dentro de su propio «inner circle». No parecen haber transcurrido siete años desde su anterior trabajo «Vigorous and Liberating Death», porque notaremos similitudes en el audio, pero también encontraremos mucho de sus inicios, o de la época «Latex Cult» con un sonido bien pulido, de más está decirlo.
Muchos alabarán a los satánicos Impaled Nazarene por entregar otra pieza al culto que se mantiene fiel a sus principios, y otros podrán sentirse atrapados en un vórtice de tiempo que les hará perder interés. Yo me encuentro en el medio, ya que no espero otra cosa. El vaso medio vacío o medio lleno depende de la sed que cada uno tenga.
Impaled Nazarene son: Slutti666 (voz), Repe Misanthrope (batería), Arc v 666 (bajo) y Tomi UG Ullgren (guitarra).