Infiltrated Mankind – «Inside the Apelike» (Ungodly Ruins Productions, 2021)

Bodoques cárnicos marchando sobre una ciudad en ruinas en un tono monocromático lograron captar mi atención. Estos demonios del apocalipsis venían desde tierras muy lejanas. Con una base de operaciones en Rusia, lograron acoplar a la propuesta músicos procedentes de Suiza y Ucrania. Desconociendo por completo su propuesta, me dispuse a investigarles mientras corría su primer trabajo discográfico a todo volumen (lamentablemente desde la computadora, ya que no poseo dicho material en formato físico), y eso fue todo. Pasados algunos meses desde la publicación del mismo, volví a revolver el cajón de los pendientes, que como si fuese una especie de limbo o purgatorio, se encuentran esperando la ascensión de su reseña en la página, o su descarte a la papelera de reciclaje. 

Esto no siempre quiere decir que un disco sea mejor o peor, aunque en ocasiones nos sintamos obligados a darle prioridad a otros trabajos. Lo cierto es que se lanzan miles de álbumes por año. No alcanzarían lo días, ni existe lector que tolere y se interese por todos y cada trabajo discográfico que ve la luz. Por ende, intuirán que el que hoy nos ocupa no es una pieza única, estilo «diamante en bruto», pero sí considero que mucha gente podrá disfrutarlo porque lo cierto es que tiene lo suyo, como quién diría. 

No es «Inside the Apelike», el encargado de abrir esta obra de treinta y siete minutos, el tema que más destaque, ya que actúa prácticamente de introducción a «Up on the Downside». Aquí los golpes de batería se volverán más salvajes, incluso notaremos que el audio está a punto de estallar. Como un torbellino de distorsión que amenaza con reventar las bocinas, transcurren otros tres minutos, que son suficientes para entender que estos muchachos manejan muy bien sus instrumentos. 

«Atomized Lives» suena a Death moderno, entre brutal y groovy, pero contiene capas de tecnicismo que se ordenan para que cada músico muestre lo suyo sin que esto se vuelva tedioso. Un bajo que suena nítido, aun pareciendo que es golpeado por un martillo neumático, logra combinar muy bien con los solos de guitarra. Cabe destacar que son dos los bajistas que han grabado, haciéndose cargo cada uno de un tema, intercalándose en un combate durísimo donde ambos parecen dar lo mejor de sí, sin que eso suene dispar. 

A pleno Brutal Death-Tech continúa «Paltriness as the Holiness», seguido de gritos guturales y fills de batería demoledores que dan entre a «World Wide Deicide». Variaciones métricas nos irán llevando y desconcertando hasta dejarnos perplejos con los solos de guitarra. Virtuosos y hasta de proporciones gamers, pondrán a este tema en los escalones más altos dentro de su originalidad.

Un entre climático y voces demoníacas nos hacen creer por poco más de un minuto que era el momento de coquetear con el Doom, pasada la mitad del disco, pero «Poisoned Sky» de repente explota y te castiga a puro Blast. Voces desenfrenadas y bases entrecortadas técnico-progresivas patean el tablero con ira. No intentes tranquilizarte y buscar las piezas porque el siguiente «Lives Remain the Same» te hará notar que las han mandado muy lejos… al espacio. Un derroche de energía que culminará en el caos. 

Curiosamente utilizarán el nombre de la banda para el tema más tranquilo del trabajo. Arpegios acústicos fusionados con bajos insanos y solos de primer nivel nos depositan ante la brutalidad de «Son of the Lucid Dawn», y bajan un cambio para el final con «Black Waves».

Un álbum técnicamente completo, con pequeños toques atmosféricos entre descargas ultraviolentas que irán subiendo su calidad compositiva tema a tema. Esto podría resultar un arma de doble filo, ya que si no posees la paciencia para ir asimilando el trabajo podés llegar a perder el interés con los primeros cortes. Pero vuelvo a remarcar que la cosa va tomando su rumbo con el correr de los minutos y se va haciendo cada vez más disfrutable. Recuerden que este es sólo el primer paso, y si continúan creciendo (como crece el disco tema a tema), Infiltrated Mankind podría llegar a ser una banda para no perderle pisada.

Pest (Voz), Zlatoyar (Bajo en tracks 1, 4, 5, 8, 9, 10), Anton Zhikharev (Bajo en tracks 2, 3, 4, 6, 7), Flo Duployer (Batería) y Pale (Guitarras).