Lacrimosa – “Leidenschaft” (Hall Of Sermon, 2021)

Mi primer contacto con Tilo Wolf y compañía fue a través de una cinta VHS prestada, cargada de variados video clips. Entre los distintos géneros de Metal que esta contenía, los alemanes lograron captar mi atención dejándome un sabor agridulce que me obligaría a indagar. No sería mucho el material conseguido pero, a excepción del tema Copycat (infaltable en boliches como Réquiem o cualquier fiesta de la Gothic B. A.), me alcanzaría para darme cuenta de que no era lo mío… Poco más tarde Lacrimosa volvería a golpear a las puertas de mi mente. Hojeando los lanzamientos recientes en una revista local, noté que aparecía su nuevo trabajo “Elodia”, con un cronista dándole el puntaje mínimo, en fin. Contrariamente, otro lo ponía como lo mejor del año. ¿Cómo es esto posible en una misma revista?… No me quedó más remedio que sacar mis propias conclusiones, y esto me llevaría también a dar con el disco anterior, que se transformaría en mi favorito para siempre.  

Sin más preámbulos, arranquemos con el nuevo trabajo de estudio (número dieciséis), editado sobre finales de 2021. 

Una ilustración más sencilla de lo habitual nos trae la primera impresión de desgano. Aunque no debemos juzgar a un libro por su portada. Si nos fijamos bien notaremos detalles bizarros, como una mano que aparece por la entrepierna de la mujer en un ángulo que no coincide con la figura que se encuentra de espaldas, y que quizás (solo quizás) esto se deba a una tercera persona que se encuentra cubierta por las otras dos figuras. Podremos entonces elucubrar con las hijas de Zeus o cuanta mitología o fábula se nos ocurra, pero vayamos a la música. 

Hace varios años vienen optando por cerrar sus álbumes en diez piezas. La primera de este, “Liebe über Leben” trae los elementos oscuros, con las melodías de guitarras clásicas de los alemanes. Tilo y Anne nos entretienen muy bien con sus combinaciones vocales, donde distinguiremos palabras que aún sin entenderlas, podremos afirmar que las han recitado cantidad de veces en anteriores trabajos.

De pianos melancólicos a guitarras poderosas “Führ mich nochmal in den Sturm” culminará en un in crescendo magistral para recibir a uno de los momentos más vivaces del álbum. “Kulturasche” levanta con baterías potentes, bajos firmes y las voces más agresivas que posee Tilo; mientras que en la siguiente “The Daughter Of Coldness” la hermosa voz de Anne toma la batuta con una composición acorde a las que acostumbra llevar el papel principal. Y todo vuelve a subir con “Raubtier”, una pieza enérgica de difusión que cuenta con video oficial, porque claramente reúne las condiciones. Buenas melodías, solos y una voz única e inconfundible, cargada de teatralidad.   

“Die Antwort ist Schweigen” se hace un pasaje eterno hasta “Celebrate The Darkness”, que cuenta con momentos bajos y altos para celebrar, por ejemplo, los 30 años de la salida de su primer trabajo, y que dejará el clima óptimo para recordar otras épocas desde la cortante “Augenschein”, o la agradable “Die Liebenden”. Cerrando la placa con los ocho minutos y veinte segundos de “Exodus”, que engloba años de carrera con varios guiños sonoros, agregando también puntos de distorsión y algunos doble bombos.  

Si hay algo que me gustaba en Lacrimosa, eran las baterías naturales en conjunción con los instrumentos orquestales. Hace añares esto quedó en un plano secundario (desde el disco “Echos” de 2003) y precisamente era para mí el gran punto a favor que tenía la banda. A pesar de que gran parte de la escena gótica creció entre cajas de ritmos, sus mayores logros aparecieron cuando el golpe humano dejó su impronta. No es casualidad que su tema más conocido (Copycat) haya explotado, en parte, gracias al trabajo del ex-baterista de Running Wild, Rüdiger Dreffein (AC). Y tampoco es casualidad que los álbumes que él grabó (Inferno, Stille, Elodia y Fassade) sean las obras máximas de Lacrimosa, para mí, a “años luz” (Lichtjahre) de cualquiera de los discos que les anteceden o preceden. Claro está que en su discografía hay cosas más que interesantes, inclusive el gran AC volvería a dejar su marca en algunos temas de “Lichtgestalt” de 2005. Pero a pesar de Lacrimosa contar con colaboraciones de eximios bateristas en sus filas, los trabajos de estudio comenzaron a dividirse entre músicos y máquinas, infortunio que también sufrió la orquesta. El trabajo que hoy nos ocupa no está exento de esto, y aquí radica el problema que tengo con Lacrimosa desde sus ya citados años dorados. Podemos adelantar “Leidenschaft” de a fragmentos entre tema y tema, y notaremos fácilmente cómo cambia el audio dentro del trabajo. Esto es algo que me resulta más molesto en agrupaciones que apuntan a generar conceptualidad en su obra (sin que literalmente lo sean), y por eso no puedo ni acercarme a decir que este trabajo está a nivel de aquellos. Por más que las composiciones estén tan bien armadas como las de antaño (es discutible), para mí, ya nada será lo mismo…