Marillion “An Hour Befores Its Dark” (2022)

El pasado 4 de marzo esta sempiterna banda, símbolo de lo progresivo, nos trajo su último trabajo en estudio, a través de los sellos, Intact y earMUSIC.

Una particularidad en cuanto a la promoción de este álbum fue el ploteado de una flotilla de taxis de la ciudad de Londres, con el arte de tapa del presente trabajo, e incluso, otorgando a los pasajeros, descuentos y viajes gratis si mencionaban una determinada clave, que no era otra que el nombre del LP.

Muchas veces decimos o está la idea plasmada, de que una banda que ya no cuenta a su cantante original, está destinada a no seguir mucho, pero como hemos podido comprobar en estos últimos 34 años, no es el caso de Marillion, cuando en 1988, Steve Hogarth reemplazo en el micrófono al corpulento Fish.

Y he aquí que estos británicos nos traen su decimonovena placa y noto un crecimiento bastante importante en cuanto a sonido y producción (más impecable que nunca).

La placa posee una carga muy grande en cuanto a la temática, que es bastante tocada en estos temas por muchos músicos y artistas en general, qué es el cambio climático, y obviamente, la pandemia de COVID 19, si bien no hay una constante mención de eso, notamos que el transfondo pasa por ahí.

En este disco, no hay un tema que se vaya a destacar, ni que suene de por si en una radio, es un disco parejo de principio a fin, con esas canciones maratónicas que nos tienen acostumbrados estas bandas, temas para escucharlos sin ningún tipo de interrupción y una buena cervecita en mano, si es con auriculares, mucho mejor.

Incluye también un tema con cuatro suites, que parecieran jugar emocionalmente con la gente, subiendo en un crescendo que pareciera llegar al éxtasis y a la gloria, y que sin embargo en el siguiente movimiento, nos sorprende y nos deja mudos con un corte, que pareciera dejar fallido el movimiento anterior, como es en el caso de la pista “Reprogram the Gene”.

En definitiva, es un disco para escucharlo de corrido, como ya dije, sin interrupciones, nos da la pauta de lo grosa que es esta formación, que vienen tocando juntos desde 1988, logrando una comunión sublime en cada nota, arreglo y canción, un sonido por demás excelso y producción superlativa.

Un género por demás infravalorado, de una calidad musical que está en otro nivel tanto musical como compositivo.

Formación: Steve Rothery (guitarra), Mark Kelly (teclados, sampler y efectos, coros, programación), Pete Trewavas (bajo, coros, guitarras, sampler y efectos), Ian Mosley (batería y percusión, Steve Hogarth (voz, teclados, guitarras y percusión).