Hace poco más de veinte años el músico multiinstrumentista estadounidense Jameson Walters, mejor conocido como Athenar, le dio vida a su proyecto más importante, Midnight.
Su idea era fusionar la música que lo había marcado, y de alguna manera rendirle culto. La base de todo esto era revivir el sonido más primitivo del Punk, el Speed Metal, la NWOBHM y el Black Metal, básicamente. Bandas como Motorhead y Venom ponen en marcha una máquina de distorsión que nos mostrará pinceladas de Hellhammer o Sodom a lo largo de toda la discografía, y esta nueva entrega “Hellish Expectations” (la sexta, sin contar cantidad de EPs y álbumes en vivo) no es la excepción. Inclusive dudo que alguna vez vaya a existir alguna excepción en Midnight. Como sea… la banda se encuentra en un muy buen momento y muy pronto los tendremos por Buenos Aires junto a Discharge y Havok. Un combo demoledor para no perderse.
Por más que ya les adelanté que no hay significativos cambios en este proyecto, eso no quita que cada material tenga lo suyo. Creo que esta nueva entrega logra pulir un poco más la idea en cuanto al audio, y también creo que ha logrado subir un escalón más a base de riffs entretenidos en un minutaje que se ha reducido en relación a lo habitual (veinticinco minutos y medio).
“Expect Total Hell” da inicio a puro Street Punk con leves toques melódicos que se vuelven más maléficos en “Gash Scrape”. Directo y sin mucha vuelta, el músico Athenar nos escupe a la cara sus vociferaciones entre bases de baterías D-beat y rasgueos de guitarras crujientes.
El tufito a Black Metal se combina muy bien en “Masked an Deadly” junto a pequeños arreglos melódicos (cuasi Country) que le sientan de maravillas; mientras que en “Slave of the Blade” tendremos el clásico guiño al Venom Motorgediento, y en “Dungeon Lust” abusará de un ritmo tan quemado o monótono, que no puede ser efectivo en otra banda que no sea Midnight. No sé que tienen este tipo de canciones, pero me pueden. De alguna manera, él logra transformar lo más clásico y básico en único. Tendremos mucho de eso, inclusive desde las letras; tan quemadas y tontas como efectivas. “Nuclear Savior” o “Deliver Us to Devil” dan muestra perfecta de esto. Entendemos que la música en su gran mayoría se trata de entretenimiento, y este músico lo tiene claro. “Mercyless Slaughtor” desparrama mugre y saturación a medio tiempo para elevarse un poco en “Doom Death Desire”, rematando la placa con un futuro himno, como seguramente lo será “F.O.A.L.”.
No necesitamos ponernos exigentes con este tipo de proyectos. Es cierto que no hay nada aquí que no hayamos escuchado, también es cierto que el virtuosismo no abunda (o no se manifiesta) y el audio no tiene mucho para destacar. O si… porque no es fácil reutilizar todo eso y lograr algo tan efectivo como Midnight. Suena sucio, pero a la vez cuidado. Suena trillado, pero a la vez fresco. Es sencillo, pero lo hace todo una sola persona, y cada cosa ocupa su lugar de una manera brillante. Un dicho nos recuerda que a veces menos es más, y en esta oportunidad Athenar nos lo subraya.