Nepal – 30 de septiembre en El Teatro de Flores

Acercándonos al mítico Teatro Flores, podíamos ver y sentir que el sábado 30 de septiembre no iba a ser un sábado más. De antemano habría dado a conocer el “sold out” del show, y así, la fiesta ya estaba garantizada.

Puntualmente a las 20 hs., subieron al escenario los invitados de honor de la noche, Meyers, dueños de un potente Heavy Metal, que comenzaron ante un tímido teatro, que con el correr de los temas se fue encendiendo.

Meyers dio inicio con “La Tormenta”, tema de su último y flamante video. Le siguió “El Secreto” y “No Mientas”, lejos mi tema preferido de Meyers. La banda sonaba compacta, segura y desbordada de felicidad, se podía ver reflejada en la actitud del gran frontman, Diego Cabrera, dueño de una muy buena voz que acompaña perfectamente con un gran manejo del escenario.

Pablo Palacio en bajo y Eduardo Dudu en batería, son una parded sonora que sostiene todo lo creado por Hernán Delgado, excelente guitarrista, dueño de los riff de Meyers. Promediando el show hicieron el primer cover, “Hecho a Mi Medida”, de Los Antiguos. A esta altura la batalla estaba ganada. El cierre fue con un gran clásico del Metal Argentino, “Solución Suicida” de Horcas, con un Teatro ya casi colmado agitando a full. Gran noche de Meyers. Merecida victoria.

Luego de un breve intervalo de poco más de media hora, las pantallas del Teatro comenzaron a reflejar imágenes de todo ex integrante de Nepal. A continuación Javier Bagalá, Beto Vazquez y Adrián Esposito comienzan la faena con los acordes de “Perfil Siniestro” y cuando sale Larry, ahí si, puedo asegurar que el Teatro se vino abajo. Señoras y Señores, Nepal está nuevamente entre nosotros!¡Y no es poco! El sonido era contundente, aunque de a ratos cambiante, sin perjudicar en lo mas mínimo el desempeño de estos verdaderos luchadores del Heavy Metal.

Las canciones “Estadio Chico” y “Realidades”, vinieron pegadas en tres trompazos que la audiencia no solo recibió enfervorizada, si no que pedía más! Luego del saludo vendrían otros tres trompazos en el medio de la frente, “Falsos Profetas”, “Raza De Traidores” y “Devorando Al Tiempo”. Luego de un pequeño parate vino “Paredes De Hierro”, uno de mis preferidos, “Crisis Total” suena y ya es una la locura. Hacía tiempo que no veía El Teatro así colmado y con tanto entusiasmo por parte de la gente que no decaía nunca, cada tema parecía que era el primero de la noche. Una noche llena de nostalgia, mezcla de un grandísimo pasado donde  era más que evidente la necesidad del Metalero por volver a ver juntos a estos grandes referente de nuestra movida.

El solo de batería de Adrián Esposito, (cabe aclarar, por si alguno no sabe, que es hijo del querido y recordado Juan “Locomotora” Esposito, grandísimo baterista, el primero en tocar doble bombo, músico de El Reloj, Pappo y Boxer entre otros), dejó ver la enorme técnica que posee, y cuando su solo se mezcló con imágenes suyas junto a su viejo, la emoción invadió al Teatro, me hizo derramar unas lágrimas.

Ya encaminándonos en la última mitad del histórico show, entre agradecimientos y emoción, sonaron “Ciegos De Poder”, con Joana Gieco invitada en teclados, “Besando La Tierra”, (enorme composición!), “Represor”, ¡Clasicazo!, “La Señal Del Metal”, “Aquellos Bastardos”, “Ideología”, (descontrol total! La gente estaba sedienta de Nepal!!), y cerrarían la noche con un cover de V8, “Cautivos Del Sistema”.

Los que allí estuvimos pudimos presenciar la vuelta de un grande, que ojalá, (pareciera que en alguna frase tirada por Larry y Beto en el escenario, tal vez, haya una puertita abierta para que Nepal continúe entre nosotros), no sea la última vez que veamos a Nepal en vivo. Una gran noche, con un gran sonido, una muy buena puesta en escena, una muy buena banda invitada, un excelente concurrencia del público, un desempeño de cada uno de los músicos en un nivel impresionante, el lugar perfecto para ver esta vuelta. Nada falto. ¿O sí? Claro, amigos, faltaba un pequeño detalle, “Te Destruiré”, EL tema ideal para gastar lo que queda de energía, con este clásico inoxidable.

Fin de la noche, con Nepal en camarines se seguía sintiendo en el aire ese clima de euforia y alegría. La adrenalina no había bajado nada, parecía que todavía no había empezado el show. En la calle, la gente se abrazaba y cantaban estribillos de sendas canciones Nepalescas. Volviendo a casa iba pensando en cómo terminar esta cobertura y se me ocurrían varias maneras, pero elegí esta, justo cuando me bajaba del 53, en Avenida San Martin y Urquiza, Caseros, Tres De Febrero, y me disponía a patear las ocho cuadras que hay hasta mi humilde morada. Y es así:

Después de haber asistido a semejante demostración de amor incondicional, por todo lo que Nepal nos ha regalado anteriormente, en tres discos maravillosos, Beto, Javier, Larry, Adrián, siéntese un rato, tómense algo, y sin dudar un segundo, empiecen a hablar de cómo continuar esta historia. Ustedes, nosotros, y sobre todo Nepal, se lo merece.