Onslaught – “Generation Antichrist” (AFM Records 2020)

Si bien se puede decir que el Thrash se inicia en la zona de la Bahía de San Francisco allá por principios de los 80´s, Inglaterra no se quedaba atrás y también aportaba sus bandas al mencionado estilo. Uno de los pioneros por estas tierras fueron los oriundos de la ciudad de Bristol, Onslaught: banda que en sus inicios realizaban un estilo más cercano al Punk y luego fueron evolucionando su sonido hacia el Thrash. Aun recuerdo cuando allá lejos y hace tiempo escuche su tercer disco “In Search of Sanity” de 1989 que literalmente me voló tapa de los sesos. A un sonido Thrashero clásico se le sumaba la aguda y melódica voz de Steve Grimmett, ex Grim Reaper, dándole un toque más refinado a su música, con más melodías, lo cual no le quedaba nada mal.

Pero lo que ahora nos trae aquí es su séptimo trabajo de estudio: “Generation Antichrist”. Estos ya veteranos de la escena son comandados hoy en día por Nige Rockett en la guitarra, fundador y único miembro original que queda en la actual formación del grupo. El cual se completa con Jeff Williams en el bajo, Wayne Dorman en la otra guitarra, James Perry detrás la batería y su nuevo y flamante vocalista David Garnett, cuyo estilo fluctúa entre un Rob Dukes de Exodus y Chuck Billy (Testament) cosecha Low y posterior.

Bueno, ahora si nos centramos exclusivamente en su última placa: nos encontramos ante un disco de Thrash Metal puro y duro. Sin innovaciones ni condimentos extra, con un sonido aggiornado a los tiempos que corren. El disco abre con “Rise to Power” una intro a lo Slayer época Hell Awaits que se fusiona con “Strike Fast, Strike Hard”, tema rápido lleno machaques, doble bombo y con un coro potente. En la línea de este también podemos encontrar al que le da nombre al disco: “Generation Antichrist”, “All Seeing Eye”, “Addicted to the Smell of Death”, “Religious Suicide” y “A Perfect Day to Die”, todas bombas de puro metal, crudo, violento y veloz. Mientras que “Bow Down to the Clowns” y “Empires Falls” son algo más machacones y no tan rápidos como los anteriores, pero no por ello menos poderosos y/o efectivos. Para cerrar la placa aparece una reversión del tema que da nombre al que para mí es su mejor trabajo: el ya mencionado In Search of Sanity. Lamentablemente esta nueva interpretación no le hace ni cosquillas a la versión original. La diferencia entre los registros vocales de Steve Grimmett y David Garnett se hace más que evidente. Quedando el segundo en obvia desventaja. Pero esto no desmerece un trabajo solido y potente.

Si lo que buscan es experimentación o una innovación en el sonido del grupo, mejor sigan de largo. Si lo suyo es el Thrash de la vieja escuela  seguramente sabrán apreciar este “Generation Antichrist”