Red Hot Chili Peppers – “Unlimited Love” (Warner Records, 2022)

El duodécimo álbum de estudio de la banda llega con mucho entusiasmo. Tenemos la vuelta del productor Rick Rubin, y también el regreso del guitarrista John Frusciante, quién había desertado luego de Stadium Arcadium (2006). ¿Se puede decir que esta nueva entrega se transporta en el tiempo, y se planta como una continuación de aquel trabajo? Tal vez… Sin dudas lo notaremos desde lo musical, lo cual en parte es lógico por el “classic line up”, pero también nos lleva a pensar en que allí habían dejado un disco largo (doble), y ahora volvieron a la carga con otro trabajo de muy larga duración.  

La placa abre con dos piezas que contienen mucho de la esencia Peppers, “Black Summer”, que habla sobre el calentamiento global, y cuenta con un video oficial que muestra a los Red Hot que todos quieren ver, haciendo lo que todos quieren oír, y “Here Ever After”, que nos narra una historia sobre una relación fuerte. Musicalmente podemos sentir una buena vibra movediza, pero lo más agradable que encuentro detrás de esta canción, es ese toque encriptado, que puede trasladarnos a las épocas del New Wave de Inglaterra. A pesar que estos dos primeros tracks son bastante distintos entre sí, es innegable que suenan, y nos recuerdan a la segunda venida de Frusciante. Punto a favor.  

“Aquatic Mouth Dance” se sumerge al instante en otros lugares. Una onda Funk se apodera de esta pieza, en la cual no faltará un poco de Jazz con hermosas trompetas para jugar con el bajo de Flea. 

La balada “Not the One” sirve de pasaje (y no mucho más, a mi gusto) para generar contraste y resaltar las velocidades en las métricas vocales de la Funky “Poster Child”, que logran hacer la diferencia entre “The Great Apes” o “It’s Only Natural” que se vuelven algo somníferas, tal vez le sobre un minutito a cada una. Y la cosa no cambia demasiado en “She’s a Lover” que cuenta con una letra bastante tontuela. Pero por suerte llega la hora de salir de esta suerte de pequeño letargo al que nos indujo la parte media del trabajo, con “These Are the Ways”. Un tema que tiene un poco de todo. Muy buenos golpes de Chad, guitarras y bajos pesados que crean un muy buen balance con las partes calmas, y uno de los finales más poderosos de toda su carrera. Después de esta paliza, deciden bajar un poquito con “Whatchu Thinkin”, pero es otra pieza que contiene mucho de la esencia Peppers, con mucha rima desde las letras y una Stratocaster que se suena todo. 

Es también para destacar la variación musical que muestran en estas diecisiete nuevas entregas. Por ejemplo, en “Bastards Of Light”, donde pasan de sintetizadores a guitarras Country, o de partes tranquilas a partes eléctricas, como en “White Braids & Pillow Chair” en el cual deciden acentuarlo más sobre el final. Mientras que en “One Way Traffic” vuelven un poquito al sonido más clásico de la agrupación, y en “Veronica” muestran distintas progresiones para lo que parecía ser una simple balada, que se transforma en un vaivén de sensaciones rítmicas que lo hacen un único en su especie. Así mismo “Let ‘Em Cry” presenta toques de Reggae, y “The Heavy Wing” nos induce en in crescendo poderoso. Estamos llegando al final del disco y aún podemos sorprendernos sintiendo novedad en las canciones. Tendremos aquí unos coros fascinantes, mucha variación (hasta sonidos de 8 bits para los nostálgicos de los fichines), un solo jugando con las disonancias, y un final a todo trapo. Puntazo para el genial Jonh Frusciante.

El encargado de cerrar el trabajo es “Tangelo”, y lo hace de una manera minimalista y relajante. Pero lo cierto es que ya estábamos más que satisfechos. 

Amor ilimitado es lo que puede generar en los fans de los californianos, sí. El picante volvió a picar con un álbum que los muestra en excelente forma. La voz de Anthony Kiedis se nota intacta. Los bajos de Flea sabíamos cómo iban a ser, y como son siempre… geniales. Chad tiene sus momentos para jugar con los detalles y para destrozar la batería, y Jonh parece haber recuperado esa vitalidad y entrega, de la cual la banda también se nutre. No podemos decir que este vaya a ser el mejor trabajo que hicieron. Pero sí podemos vivirlo como un buen regreso (entre comillas) a lo que la mayoría espera de ellos.