Si alguien aparte de ZZ Top incita a beberse una cerveza piloteando un Dodge Charger, ese es Ted Nugent y en su último álbum de estudio no iba a ser menos obvio, así que el pasado 29 de abril del presente año, a través del sello Paviment Music, nos trae su trabajo de estudio titulado “Detroit Muscle”, como la ciudad que impulsó la industria automotriz en el país de norteamérica.
El disco comienza con el tema que da nombre a la placa y no podía ser menos, con el sonido de un motor y la típica narrativa de este controversial musico, y enseguida se sumerge y nos deja claro de que viene este disco, cerveza, autos, y temática yanke en general.
La segunda pista “Come and take it“ tiene el sonido americano hasta la medula, que nos traslada a la versionada por Motorhead, ”Cat Scratch Fever“ o incluso “Dog Eat Dog“, o la época de los Damn Yankees.
Con “Born in Motor City “el bar ya es un jolgorio y es imposible no mover la patita y pedir otra pinta de buena cerveza, esa voz acida y ese punteo característico hace de este tema una de las perlas de la placa, buen rock y frescura a pesar de repetirse.
Seguimos rockeandola con los temas “American Campfire” (uno de los sencillos y, por ende, adelanto de promoción del trabajo aquí reseñado) y el tema “Driving Blind” (el más largo del disco) aunque en esta última canción tenemos una veta un poco más bluesera, que le pega de maravillas a su áspera voz.
Tenemos la particularidad de que cada tema no dura más allá de los cuatro minutos y la guitarra de Ted sigue derrochando rock y blues de buen gusto e incluso de hard rock como lo es en “Just Leave Me Alone” y “Alaska”, donde haríamos bien en ir pidiendo otra buena cerveza.
Bajamos un poco el vértigo en “Winter Spring Summer Fall” ,una canción como para ir rodando en una Chevy apreciando el panorama, para después volver a agitarla en “Feedback Grindfire” donde notamos la veta más hard rockera del disco, para cerrar con “Star Spangled Banner”,versionando a su manera al himno del país del norte.
Un buen disco de Rock & Roll que sin dudas, será muy del agrado de los incondicionales de Nugent y que le sirve sin ninguna duda a los que lo quieran descubrir y hacer los deberes hacia atrás para ponerse al día con la música de este (a veces) polémico artista.
Un guitarrista que si bien te agrade o no, ha influenciado a generaciones de otros músicos y fans, no solo con su sonido o manera de tocar, sino hasta en la manera de pararse en el escenario e incluso su vestimenta.
Ted Nugent ha vuelto, pónganse su gorra, botas texanas, súbanse a su fierro y busquen un buen bar donde pasen Rock & Roll, pidan una buena cerveza para rockearla hasta que salga el sol.