Llegando a mediados del año 2023 nos topábamos con la tercera entrega de los estadounidenses Cloak. Repasando algunos discos de dicho año que no habían ingresado a reseña en Darknessnews por H o por B, pude volver a escuchar varios trabajos de una manera más relajada, y fue ahí donde redescubrí algunos discos más que interesantes. Estoy aprovechando estos primeros dos meses de pocos lanzamientos del 2024, para volcar aquí algunas palabras sobre esos álbumes que dejé pasar, pero eran más que merecedores.
La propuesta de Cloak se enmarca dentro de géneros como el Black Metal melódico, con una fuerte influencia de la NWOBHM cargada de clima oscuro y pinceladitas góticas. Esto puede sonar raro, pero realmente no dista demasiado a lo que bandas como Tribulation practican.
Disco a disco fueron moviéndose por una senda bien señalizada sin salirse del camino, ajustando algunos pequeños detalles que los han llevado a mantenerse muy dignamente dentro del catálogo de un sello tan importante como Season of Mist. Esto no es poca cosa, así que se imaginarán que estamos hablando de discos con buena producción y una proyección a futuro ascendente.
“Ethereal Fire” es el encargado de abrir este tercer trabajo discográfico. Un ritmo exquisito de Blackened Death Metal que va entrando en clima con mucho gancho y cortes explosivos que nos deja la vara alta de entrada para “With Fury and Allegiance”. Este segundo corte logra llevarnos por otros caminos (tal vez más cercano a sentirse como una cruza entre Satyricon y Shining) y así es que logran patear la vara al carajo… Riffs pegadizos, blast beats y guiños a Tom Warrior nos predisponen de excelente manera para recibir las siguientes descargas.
“Shadowlands” se vuelca un poco más a la oscuridad doombeta, mientras que “Invictus” nos re-sorprende con bases más Thrashers y ese airecito al último Dissection. Pero la cosa sigue mutando y nos mete directo al pogo con “Seven Thunders”. Cada vez que uno vuelve a escuchar este disco siente que las canciones se separan más entre sí. Creo que esto es un logro que no muchas bandas pueden mostrar. El clima del disco se mantiene, el audio unifica todo, pero aun así las composiciones cuentan con vida propia. Generando distintas sensaciones alrededor de los casi cincuenta minutos que dura la placa. “Eye of the Abyss” puede ser otro gran ejemplo, que nos llevará desde Mercyful Fate a Watain o Tribulation; con variedad en voces, arpegios y solos de guitarra bien rockeros.
“The Holy Dark” muestra más espacios para jugar en la oscuridad, con inquietantes arpegios y subidones de agresividad en un total de seis minutos de viaje al inframundo, donde se encuentra “Heavenless”. Dándole aquí un tono más ritualístico a la cuestión que va anunciando el final con “Black Flame Eternal”, donde se toman su tiempo para dar el golpe. Riffs entretenidos y tremolo pickings nos mantienen en alerta mientras el tema sube o baja sin perder un ápice de oscuridad. El bloque final puede volverse algo monótono (por más que las canciones sean distintas entre sí), ya que se vuelve algo recurrente el acto de jugar con el pasaje de métricas atmosféricas y bases pegadizas, sin que estas lleguen a la explosión extrema. Tal vez esta sensación se sienta agudizada debido a la primera media hora del disco, donde la variedad estaba más acentuada. De todas maneras, no deja de ser un detalle que no opaca para nada el resultado del álbum. Efectivo podría ser un buen término para describirlo. No hay mucha originalidad, ni despliegues personales de virtuosismo, pero si hay canciones muy bien compuestas que querrás volver a escuchar.
Cloak son: Scott Taysom (Voces y Guitarras), Max Brigham (Guitarras), Billy C. Robinson (Bajo) y Sean Bruneau (Batería).