El Jar, El Karl y el Thrall

Luego de una larga caminata en el bosque barbil, un alto en el camino era imprescindible, las energías lo estaban pidiendo a gritos, el cuerpo ya no era lo mismo y como si flotara una anestesia tomamos asiento. Momento ideal para prender la pipa de la reflexión y descansar para seguir.

Mientras se inicia el ritual el viento casi brisa, sin prisa me dice al oído las sabidurías de Odín. No logro entender en el momento lo que me dicen, al cabo de un tiempo de pitar empieza a caer la información como imágenes de una película con 3 protagonistas;  el Jar, el Karl y el Thrall.

Los Vikingos siempre relatados como bárbaros y bestias salvajes, tenían una estructura social organizada, simple y funcional (extremadamente alejado de lo que suponían muchos del mundo continental europeo).

  • Jarl (pl. jarlar), correspondía a los nobles o reyes (o conde), de allí nacía o se elegía el rey (konungr) 
  • Karl, bóndi (pl .boendr), más conocidos como hombres libres. Correspondía a la mayoría de la población, principalmente campesinos, granjeros y comerciantes.
  • Thrall  la clase más baja, los esclavos.

Para comprender esta organización es vital la lectura de Rigsthula. Según el poema, Rig (Que es otro nombre del dios Heimdall) viaja por la tierra y después de un tiempo se detiene a descansar en la cabaña de Ái y Edda, quienes le brindan algo de refugio y comida muy dura y pobre. A la mañana siguiente, después de que Rig se va, Edda está embarazada y nueve meses después da a luz a un hijo al que llamaron Þræll (Rig y Edda tuvieron sexo, no es como en otras religiones que eso no sucede). Crece para tener una gran fuerza, pero lamentablemente también se vuelve feo y se convierte en padre de siervos y esclavos. A continuación, Rig visita la casa de Afi y Amma, quienes le dan comida decente y nueve meses después, Amma da a luz a Karl, que crece hasta convertirse en un hombre de tez roja y cabello castaño rojizo. Karl será el padre de toda la gente común y libre. Y finalmente Rig visita la casa de Faðir y Móðir, quienes le sirven comida increíble a Rig y nueve meses después nació un hermoso niño llamado Jarl y él sería el padre de reyes y condes.

La sociedad nórdica en la era vikinga se dividió en tres amplias clases sociales: Jarls, Bóndi (extraña similitud con el significado de “bondi” por nuestras tierras) y Thralls. Estas clases tenían orígenes divinos y no eran tan rígidas como las clases feudales posteriores del período medieval tardío en Europa. Existía la posibilidad de “cambiar de clase” se podía ascender en la escala social. Un plebeyo no solo podía ganar suficiente riqueza y renombre para alcanzar el estatus de jarl (conde), sino que los Esclavos podían acumular propiedades para comprar su libertad. 

Pero, por supuesto, todavía hay algunas diferencias regionales que se pueden encontrar en este sistema. Por ejemplo, la Islandia medieval no tenía Jarls o Reyes a diferencia de Dinamarca, Suecia o Noruega. Tengan en cuenta que este es un esquema realmente simplista para los sistemas de clases que se encuentran en la Escandinavia medieval y que todavía se sigue incorporando información sobre aquellos tiempos.

Un fuerte sonido irrumpe en mi mente, como la de una trompeta sonando y descubro que estoy dormido.. como en transe, pero no quiero despertar el humo de la pipa me seduce a seguir esta historia…

Las responsabilidades de un jarl, además de cuidar su propia tierra, incluían mantener el apoyo de sus súbditos, ganar más riqueza y proteger a sus súbditos. Los Jarls (al menos los populares) participaron en la práctica de dar regalos, que es donde esencialmente daban tesoros a sus seguidores para mantener su apoyo. Sin embargo, a diferencia de otros reyes europeos, los Jarls NO gobernaban por derecho divino, debían ser muy carismáticos o grandes luchadores con grandes habilidades de liderazgo y riqueza. El concepto de realeza y el derecho de gobernar dado por Dios eran ajenos a los vikingos …hay un cuento que es un gran ejemplo de esto. Según Dudo de San Quentin, un grupo de Daneses celebró una reunión con el Rey Franco, Carlos el Calvo, y cuando se les dijo a los Daneses que veneraran al rey arrodillándose y besándole los pies, uno de los daneses se acercó a Carlos. agarró su pie, lo arrastró fuera de su asiento y lo tiró al piso, levantó su pie y lo besó.

Los Karls eran prácticamente todos los hombres libres, desde pescadores hasta comerciantes y agricultores. Es esta clase que encontramos la mayoría de los guerreros vikingos. En esta clase también encontraríamos líderes locales (posiblemente espirituales) como el goði. Se podría pensar en ellos como en un alcalde de una ciudad, se supone, que llevaría a cabo todas las cuestiones legales.

Por último tenemos el esclavo y los sirvientes, o Thrall. A estos hombres y mujeres normalmente se les dio el trabajo difícil y agotador que se puede encontrar en una granja. Por lo general, los esclavos se reunían mediante incursiones o mercados de esclavos y se traían de todas partes. Muchos esclavos habrían sido de Irlanda, Oriente Medio, Finlandia, Rusia e incluso los propios países escandinavos. Algunos esclavos eran deudores que trabajarían para pagar sus deudas aplicable también a ladrones que habrían sido entregados a sus víctimas como sirvientes para pagar sus crímenes. Aunque no podían heredar ni dejar riquezas para ninguno de sus hijos, los esclavos podían comprar su libertad, aunque una vez libres seguirían siendo vistos como ciudadanos de clase baja.

“El sonido estridente de la trompeta anterior crece a tal punto que salgo de mi estadío y despierto en el suelo del bosque que nada tenía que ver al lugar que recordaba estar descansando, mi primera reacción era saber qué era ese sonido, que nunca se pudo identificar de dónde era. Pero claro! Heimdall y su trompeta nos despertó en advertencia, pero quedé mentando porque Odín nos trae a la mesa esta sabiduría que les comparto…”