Enslaved «Heimdal» (Nuclear Blast, 2023)

Los noruegos formados en 1991 ya han superado la quincena de discos de estudio. Lo suyo es construir obras de black/viking metal progresivo; obras que a lo largo de los años han ido modificando su etiqueta hasta dejarla prácticamente invertida.

No hace falta aclarar que esta nueva entrega contiene mitología vikinga en grandes cantidades, lo notaremos desde el inicio del viaje en las orillas de «Behind the Mirror», donde el sonido del cuerno nos avisa que se avecinan problemas. Por ende, sentiremos esa intriga preocupante en la música, mixturándose con la adrenalina. Esto también se manifiesta en las partes vocales como un yin yang entre la voz limpia de Håkon Vinje y los gruñidos de Grutle Kjellson, quién se apodera de «Congelia» generando una especie de trance demoníaco con la repetición de bases enfermizas durante más de cinco minutos, que pueden llegar a ser difíciles de asimilar, pero suscitan un contraste formidable al llegar el solo de guitarra y las voces limpias. Todo esto nos prepara para bajar un cambio en «Forest Dweller». Una canción llena de guitarras acústicas que nos inducen a la relajación y nos llevan a la imagen de la portada, cuando de repente comenzamos a advertir que el cielo se está poniendo negro. En ese mismísimo instante nos cae un rayo sónico fulminante de black metal vikingoide. No hay tiempo para escapar, aunque durante el estruendo llegamos a advertir voces con nuevos matices (a cargo del baterista) y órganos que nos recuerdan a Deep Purple. ¿O será que ya estamos en el éter viajando por nuestros recuerdos de juventud, preparándonos para dejar todo atrás y entrar al reino? Cómo sea, este «Kingdom» es una maravilla de luminosidad. Los teclados se manifiestan al instante para danzar con las guitarras en un movimiento psicodélico/progresivo que va tornándose adictivo. No faltarán las voces demoníacas para recordarnos donde estamos parados realmente, pero eso de todas maneras se siente bien. Enslaved logra embellecer la maldad como un portador de la luz, hipnotizándonos con todos sus trucos, inclusive coqueteando con lo electrónico desde «The Eternal Sea». Hasta podríamos llegar a decir con el synthwave, tal vez, por algunos sonidos que se perciben detrás de todo esto. Este es un tema verdaderamente elegante a voces limpias sobre riffs gancheros que amagan de ser transferibles a Ihsahn, pero terminarán por transformarse en un black metal gorgoteante. 

La sensación climática nos hace sentir que estamos llegando al final con «Caravans to the Outer Worlds». Aquí hay una atmósfera polvorienta y maligna que contiene blast beats, solos frenéticos, y mucho de lo que la banda viene mostrando durante estos últimos años. Pero el último track (el que le pone título a este nuevo trabajo) «Heimdal» logra seguir sorprendiéndonos, tanto por lo bizarro de su sonido, como por esa carga desesperante que llega a percibirse como alguna especie de paso evolutivo hacia algún futuro incierto que tal vez solo ellos conozcan. Un final excelente, totalmente merecedor de llevarse el título (de la placa).

Creería que (aunque guarda muchísima relación) es un disco algo más extremo y oscuro que su antecesor, pero aún no puedo arriesgar cual de sus últimos trabajos me ha gustado más. Hace años que Enslaved conjuga muy bien sus toques progresivos con sus raíces nórdicas y oscuras. Este es sin dudas un excelente trabajo, y cuenta con mucha versatilidad musical, e inclusive podríamos decir que a pesar de sonar muy a ellos, Enslaved se las ingenia para seguir metiendo colores frescos a su oscura paleta. 

Enslaved son: Ivar Bjørnson (Guitarras), Grutle Kjellson (Voces, bajo), Arve Isdal (Primera guitarra), Håkon Vinje (Teclado y voces limpias), Iver Sandøy  (Batería y voces limpias).