Immortal – Filosas guitarras de los hijos de la Oscuridad

¡Amigas! ¡Amigos! ¡Feliz año nuevo! No voy a usar la trillada frase “Que este año sea mejor que el otro!” ¡Patrañas! ¡Obviedades! Solo les voy a desear que sea un año desbordante de Metal! Dichas estas cursisidades, vamos a lo nuestro. Bienvenidos a este simpático espacio donde trataré de explicar con palabras las distintas sensaciones causadas por diversas agrupaciones en mi existencia, y que hemos atinado en llamar Escrito Sagrado.

Los invitados de hoy, Immortal.

“Filosas guitarras de los hijos de la oscuridad del norte”. Desde que llego a mis oídos ese sonido frío y chillón de las guitarras de la nueva música parida en la gélida Noruega, debo admitir que me sentí particularmente atraído por esa nueva corriente. Ojo, no por todas las agrupaciones que se repitan no solo estéticamente, sino también musicalmente, sin un mísero atisbo de originalidad. Y fueron las primeras bandas que asomaron sus frías, peludas y pintarrajeadas cabezas las que me marcaron a fuego, (o hielo, que se yo…). Este va a ser el primer escrito sobre este selecto grupo.

“Diabolical Fullmoon Mysticism” – 1992, con una gran foto que hace de portada, supe sin escuchar un mísero acorde, que está banda y yo seriamos grandes amigos. Y cuando la intro me recibe con el silbido del viento mezclado con una guitarra acústica y unos quejigos de Abbath, seguido del mismísimo apocalipsis musical que es el primer tema, lo confirme instantáneamente. Volví a colocar mi cabeza sobre mis hombros, y continúe la escucha de esta maldita obra. ¡Mamita! ¡Que buen álbum debut! Abbath, Bajo y Voz; Demonaz, Guitarra y Armagedda en Batería, daban vida a este futuro clásico del género. “The Call Of The Winter moon”, (ese final es perfecto), “Cryptic Winterstorms”, “Cold Winds Of Funeral Dust”, “A Perfect Vision Of The Rising Northland”, los destacados de este primer disco.

“Pure Holocaust” – 1993, es el siguiente paso. Sale Armagedda, entra Grim, quien figura en la portada pero no graba, ya que las baterías las grabaría el bueno de Abbath. El disco sigue el frio sendero comenzado por el anterior, congelando todo a su paso con temas como “Unsilent Storms In The North Abyss”, “A Sign For The Norse Hordes To Ride”, (temazo!), “The Sun No Longer Rises”, “As The Eternity Open”, “Pure Holocaust”.

“Battles In The North” – 1995, no solo que tiene para mí la peor portada hasta ese momento, sino que Immortal sigue con el dilema de no contar con un baterista, así que repten la fórmula del anterior trabajo, y aun con ese constante contratiempo, logran sacar un gran disco, con una notable mejora en la producción. “Battles In The North”, (ese final!), “Grim And Frostbitten Kingdoms”, “Descent Into Eminent
Silence”, “Cursed Realms Of The Winterdemons”, “Circling Above In Time Before Time”, “Blashyrkh (Mighty Ravendark), los destacados de uno de mis discos preferidos de Immortal.

En “Blizzard Beasts” – 1997, Horgh tomaría el puesto de baterista y así la banda volvería a tener formación completa, aunque no por mucho tiempo, pero no nos adelantemos, exploremos este otro gran disco disco de los Noruegos. Otra fea portada, que no nos impide disfrutar de la buena, violenta y gélida música de estos muchachos. Tras la intro se desata una tormenta nórdica que no detiene su marcha en su casi media hora de duración. “Blizzard Beasts”, “Battlefields”, “Mountains Of Might”, “Noctambulant”, “Frostdemonstorm”, los destacados de este disco, que a la hora del postre, sería el último que grabaría Demonaz en muchos años, por una severa tendinitis, que no le permitiría tocar la guitarra como lo venía haciendo.

Abbath, una vez más, se pone el overol y graba guitarras y bajo en el siguiente disco, que sería “At The Heart Of Winter” – 1999, placa que les dio un fuerte crecimiento en popularidad y que claramente es de lo mejor que Immortal había grabado hasta ese momento. Una buena portada, (al fin), con una buena ilustración y un sonido que vuelve a ser bueno, luego de la caída del anterior, sumado a un nuevo enfoque, donde se permiten jugar con machaques y ritmos más cercanos al Thrash Metal, sin abandonar el Black Metal, por supuesto, enriquece aún más su propuesta.

Otra vez una buena intro, que nos deposita en el medio del corazón del invierno, para disfrutar de esta obra, que contiene composiciones de larga duración, pero muy logradas y altamente efectivas, que hace que los casi cuarenta y siete minutos se pasen rápido, quedándonos con ganas de más.”Withstand The Fall Of Time”, (excelente tema), “Tragedies Blows At Horizon”, “Where Dark And Light Don’t Differ”, “At The Heart Of Winter”, los temas que se destacan en este gran disco. Para “Damned In Black” – 2000, ingresa como bajista Iscariah. El álbum muestra a unos cada vez afianzados malditos de negro avanzando a paso firme entre los frías tormentas de nieve, a puro machaque.

Otro gran disco, (aclaro, por si hace falta, que Immortal es otra agrupación a la que no le encuentro discos malos. Toda su discografía es atractiva para el oído. Por lo menos la editada con Abbath), cuyos temas más sobresalientes son “Triumph”, “Against Tide”, “The Darkness That Embraces Me”, “Damned In Black”. El próximo paso de estos muchachos sería el motivo por el cual estoy sentado escribiendo, y es el disco definitivo, en mi percepción, de Immortal. Estoy hablando de “Sons Of The Northern Darkness – 2002, primer álbum editado por el sello Nuclear Blast, que si bien es el larga duración que continúa en ascenso con la discografía de la banda, también les trajo algunas dificultades complicadas de sobrellevar. Pero vamos al desarrollo de este gran disco.

El comienzo no puede ser mejor, ya que nos tiran por la cabeza el tema que, para mí, es el mejor de toda la discografía de los inmortales, “One By One”, que inicia bien fuerte como cachetazo de Thor! Un riff que te hace sacudir como si metieras los dedos en el enchufe. El cambio de ritmo promediando la canción es perfecto. Clásico instantáneo. Enorme comienzo. Horgh nos da la bienvenida con su batería en soledad y cuando se suma el resto empezamos a convulsionar al ritmo de “Sons Of The Northern Darkness” y ese tremendo riff. “Tyrants” es el siguiente solido paso. Tema más tranquilo pero no por eso menos intenso.

El sonido de la guitarra es atrapante, y no podemos dejar de llevar el ritmo a lo largo de los seis minutos que dura esta hermosa canción, que a mitad de la misma entra en un clima calmo que desemboca en una intensa tormenta de nieve, para luego volver al riff original, que nos lleva al final del camino. Excelente canción, otro clásico instantáneo. “Demonium”, continua la marcha de este gran disco. Un buen tema, donde predomina el tupa-tupa, sin olvidarse, claro está, de meter los obligatorios blast beat que tan bien sabe ir mechando el bueno de Horgh.

Con “Within The Dark Mind”, comenzamos la segunda parte del álbum, en un tema largo que inicia con un gran riff, a medio tiempo, bien cabeceable. Pasada la mitad de la canción el tema gana en velocidad, pero solo en una pequeña parte, como para sacudir el esqueleto y vuelve raudamente al tempo original. Enorme canción. “In My Kingdom Cold”, retoma el camino del blast furioso en su comienzo, que cambia la velocidad cerca de los dos minutos, para luego volver a la intensidad. Es un ir y venir que te desacomoda las neuronas. Grandísima canción.

El final se va acercando de la mano de “Antarctica” y su comienzo climático. Un muy buen riff corta el ambiente de una patada y nos sumerge en una combinación de muy buenas bases. Al momento de entrar Abbath y su personal voz, el tema cae en un medio tiempo maravilloso. Otro gran tema que va directo a mi lista de favoritos. “Beyond The North Waves”, nos muestra la salida con una composición que pasa los ocho minutos, cargada de climas y bases abiertas, bien pesadas. Muy buenos arreglos de guitarra y un final con mucho clima, le ponen el moño a un enorme disco. Lejos, mi favorito de Immortal.

Inesperadamente, en el momento en que tendrían que afianzar su carrera y posicionarse entre las bandas más importantes de todos los géneros, empezaron las dificultades, que llevaron a la separación un año después. Si bien volverían unos pocos años más tarde con otro gran disco como lo es “All Shall Fall” – 2009, los problemas entre ellos continuarían y llevarían a la salida de Abbath en muy malos términos.

Posteriormente, “Northern Chaos Gods” – 2018 y “War Against All” – 2023 son los siguientes pasos de la tormenta Noruega, ya sin su emblemático bajista/guitarrista/baterista/cantante, el Sr Olve Eikemo, Abbath para todos nosotros y que son buenas entregas, distintas, pero buenas. Una agrupación que a fuerza de buenos trabajos y una inquebrantable perseverancia, se hizo fuerte y consiguió posicionarse entre los grandes del Metal.

Hasta aquí llegamos compañeros de este frio viaje, estas ennegrecidas palabras hechas escrito han llegado a destino. Pueden dejar sugerencias, críticas y comentarios en las redes sociales del portal, sea en la publicación o en la historia.

¡Nos leemos en la próxima salida! ¿Dónde? ¡Acá, por supuesto! ¡En los Escritos Sagrados de Yunque!