Katatonia “Sky Void of Stars” (Napalm Records, 2023)

Hablar de esta banda sueca puede ser complicado. Mucho tiempo ha pasado desde su formación (1991), llevan más de una docena de álbumes de estudio, y su propuesta ha ido evolucionando por caminos de tintes progresivos que hasta coquetean con el gótico de manera casi popera. Lejos quedaron aquellos tiempos de metal extremo doombeta, pero a pesar de toda su metamorfosis, Katatonia siempre estuvo rodeada por la melancolía y una oscuridad que hoy es su marca registrada, su sombra… la sombra del cuervo.

Podríamos decir que, desde la época pandémica, el vocalista Jonas Renske se ha transformado en el principal compositor de la banda, y una vez más vuelve a mostrarnos sus recovecos más oscuros a través de un paneo a un cielo vacío de estrellas.

La pista que abre esta nueva entrega puede llegar a ser uno de los puntos más altos, no solo del trabajo, sino de los últimos años de la banda. “Austerity” abraca muchísimo del concepto katatónico progresivo y lo funde con detalles que se acercan a bandas suecas como Ghost u Opeth. Todo se encuentra trabajado y pulido en detalle. Las cosas pasan rápido y van fluyendo naturalmente, dejando mucha información para desmenuzar en menos de cuatro minutos. El audio se vuelve atrapante gracias a los sintetizadores que cumplen la función de mantener todo bajo una misma bruma, donde el solo de guitarra se abre camino desparramando genialidad. La estela progre se extiende hasta la pista siguiente “Colosal Shade”, para ser llevada de una forma más comprimida entre machaques y adornos lujosos de batería que logran mantener la vara alta. Pero otras canciones más poperas como “Opaline” o “Atrium” le pueden poner los pelos de punta a cualquier curioso de la vieja guardia que haya querido husmear en que andaba hoy la vieja Katatonia. Sepan que los primeros discos están más muertos y enterrados que el pajarito de aquel Brave Murder Day, hace más de dos décadas. De todas maneras, siempre sentiremos un hilo conductor durante todo el trabajo; canciones más movidas como “Birds” también contienen el aire popero, a pesar de la combinación de golpe y melancolía con melodías que pueden recordarnos al viejo Katatonia. 

La espiral descendente de “Drab Moon” nos llevará a lugares oscuros pero reconfortantes, al igual que “Impermanence”, donde Joel Ekelöf (vocalista de Soen) se acopla de manera homogénea en una canción casi lacrimógena que se acerca mucho al sonido de la banda del invitado. En medio de estas piezas se encuentra “Author”, la cual se vuelve sumamente disfrutable debido a sus in crescendos y a los detalles vocales de Jonas. 

“Sclera” también encierra mucho del concepto general de las últimas placas de los suecos. Todo se irá dando de manera tranquila y progresiva en un viaje con latiguillos vocales clásicos de la agrupación donde la sutileza es el punto a destacar. 

“No Beacon To Illuminate Our Fall” es la más larga del álbum con seis minutos de duración que encierran distintas transiciones. Se incluyen varios cambios de métricas, solos disfrutables, voces limpias relajadas que por momentos suenan amenazantes y baterías que van desde el Jazz hasta el doble bombo más metálico. Una buena pista para cerrar el concepto de un trabajo que, aunque a simple vista no lo parezca, puede resultar de lo más ambicioso dentro de la discografía de Katatonia. Es cierto que no se despega demasiado de discos anteriores, pero también es real que tiene un poquito de todos, aunque esto no llame demasiado la atención. Lo fundamental acá destaca en el balance que se utilizó para hacer de este un trabajo compacto y a su vez variado, sin que esto se vaya por las ramas. Un cielo sin estrellas puede parecer aburrido, si, pero hay quienes podrán observarlo a través de un telescopio especial, para ver más allá de lo evidente y sumergirse en un viaje por demás placentero.  

PD: La portada me encanta.

Katatonia son: Anders Nyström (Guitarras), Jonas Renkse (Voces), Niklas Sandin (Bajo), Daniel Moilanen (Batería), Roger Öjersson (Guitarras).