Masters Of Rock – Una jornada inolvidable

El Masters of Rock desembarcó en Argentina con toda su potencia en una jornada inolvidable, marcada por la intensidad del sol, el poder de las bandas y la pasión inagotable del público. Con dos escenarios montados para no dar respiro entre show y show, la tarde arrancó fuerte.

Llegamos cuando «Entre el Cielo y el Infierno» ya dominaba el escenario principal, descargando su arsenal de riffs mientras el sol de la tarde caía sin piedad sobre el predio. La energía era contagiosa, con la gente buscando sombra pero sin abandonar los pogos ni los coros furiosos.

Luego fue el turno de Horcas, que como siempre subió la apuesta con su clásico poderío en vivo. El público respondió con un mar de saltos y puños en alto, demostrando que el metal nacional tiene un peso enorme en estos encuentros.

Para cerrar la primera parte del festival dedicada a las bandas nacioales, On/Off tomó el escenario y entregó un show a pura actitud, dejando el clima encendido para lo que vendría después.

La expectativa creció cuando llegó el momento de Opeth. Sin embargo, la icónica banda sueca, citando  mi amigo Yunque, fue variando el estilo con el correr de los años, pero nunca dejo de ser metal, aprovechó la oportunidad de bromear sobre su horario de presentación: «Somos una banda dark, ¡y nos hacen tocar a las tres de la tarde! Nos vamos a poner la cara roja como un tomate», soltó Mikael Åkerfeldt entre risas, remarcando el descontento, en varias oportunidades sobre el horario del recital.

A pesar del sol implacable, Opeth desplegó su inconfundible mezcla de melodía y pesadez ofreciendo un set hipnótico que transportó al público más allá de la tarde calurosa, el juego de luces y el humo, fueron cosas que no se pudieron aprovechar, la idea del side show, es genial, para la gente que si quería ver la banda en su máximo esplendor.

PH: Eugenia Michanie

Sin darle tiempo a descansar a los asistentes, el festival continuó con la presentación de Queensrÿche. Los estadounidenses, leyendas vivas del metal progresivo, trajeron su potencia clásica combinada con una gran solidez en vivo. Con un setlist que repasó varios himnos de su carrera, lograron mantener el fervor del público bien arriba, confirmando que su legado sigue tan vigente como siempre.

El atardecer empezó a teñir el cielo cuando fue el turno de Savatage. A medida que su show avanzaba, el sector VIP frente al escenario comenzó a llenarse aunque, sinceramente, muchos nos seguimos preguntando cuál era la necesidad de esa división en un festival de esta magnitud. A pesar de eso, la banda desplegó un show impactante, combinando la teatralidad que los caracteriza con un sonido poderoso, ideal para ese momento en que la tarde empezaba a despedirse y la noche asomaba, lista para la parte más intensa del evento.

A continuación, fue el turno fue de Europe, quienes demostraron por qué siguen siendo una máquina de hits y carisma. Con un despliegue bestial, luces, coros y una energía arrolladora, pusieron a todo el predio a vibrar. El broche de oro llegó con «The Final Countdown», coreado por absolutamente todos los presentes, en un momento que quedará grabado para siempre en la memoria de quienes vivieron esta fiesta y de quienes vieron como fue la única banda en cruzar de un escenario, a otro.

Pero cuando parecía que todo seguiría su curso, de pronto todo oscureció. La expectativa crecía y la preocupación también: pasaban los minutos y Judas Priest no salía al escenario. Tras una espera tensa de casi veinte minutos, finalmente apareció el presentador para aclarar la situación: Klaus Meine, cantante de Scorpions, no iba a poder presentarse esa noche debido a problemas de salud. Para compensarlo, Judas Priest extendería su show, ofreciendo un set aún más largo y explosivo para todos los fanáticos que habían colmado el predio.

PH: Tamara Mecina

El show extendido de Judas Priest fue una verdadera descarga de heavy metal clásico. Rob Halford, incansable, demostró una vez más por qué es una leyenda viva. Himno tras himno, con un sonido demoledor y una entrega total, hicieron que la espera valiera la pena.

PH: Tamara Mecina

Cabe destacar que Judas, homenajeo al difunto Papa, Francisco y al igual que en el 2022, puso una foto de Messi. La frase: «Mantenganse unidos, mantenganse fuerte, vivan con grandeza.» fue la que acompaño el digno Homenaje.

PH: Tamara Mecina

Es genial poder disfrutar de recitales de nivel internacional en nuestro país, sin duda es un lujo tener a tantas bandas de renombre en nuestra tierra. Pero, ¿no les parece que el trato hacia las bandas nacionales muchas veces deja mucho que desear? Unos 20 minutos de show y encima en los primeros horarios del evento, no parece ser la mejor forma de apoyar a nuestros artistas locales.

Lo que vi en festivales como el Metal Fest de Chile me parece un gran ejemplo a seguir. Allí, las bandas nacionales tienen la oportunidad de brillar junto a las internacionales, con una programación que alterna entre los dos escenarios. Así, el público puede disfrutar de todas las bandas sin perderse nada, y todas reciben el respeto que merecen, sin importar si son locales o extranjeras.

Sería increíble que acá también se tomara este tipo de enfoques, porque nuestras bandas tienen muchísimo talento y, sin duda, merecen una oportunidad más equitativa en los grandes eventos.

Nos vemos en el próximo pogo.