Siempre es bueno tener noticias de gente que compartió tantos años con Lemmy, una parte tan importante e incluso semilla de lo que influenció a generaciones posteriores. Quizá mucha gente le haya perdido pisada a este excelso guitarrista luego de aquel fatídico 2015, pero otros hemos visto como continuaba con este nuevo proyecto del más puro y bien ejecutado Hard Rock.
Así que el pasado 01 de septiembre, luego de Motorhead nos trae su tercera placa en su palmarés, editado a través del sello Nuclear Blast , y a su vez, el primero con el cantante Joel Peters, que en realidad forma parte de la agrupación desde el 2021.
El álbum inicia con “Walking In Cyrcles”, que si bien no arranca a toda madre, con el correr de la canción va subiendo la intensidad, con un Peters en excelente estado, y mostrando un registro bastante más áspero que el anterior, otorgándole a la misma, una tonalidad más pesada.
Enseguida irrumpe “Too Much is Never Enough”, lo que redobla la apuesta en cuanto a intensidad de la placa, dejando a las claras que va subiendo gradualmente, sin perder el característico gancho en cuanto a riffs y estribillos, que siempre caracterizaron a las canciones donde el buen Phill tuvo algo que ver en la composición, bastante de Motorhead agiornado a cierta época de Slash en solitario, sobre todo con los Snakepits.
La pista que le sigue es “Hammer and Dance”, uno de los dos sencillos de adelanto de la placa con su correspondiente clip de video, donde la veta hard rockera es a full con unos estribillos ultra pegadizos, hasta podría decirse “bailables”.
“Strike The Match”, es una canción de esas con un riff que te hace mover la cabeza de entrada, con mucho de los contemporáneos Airborne, como obviamente mucho de AC/DC, pero que ya en los solos se nota el clásico vibrato del ex Motorhead, hasta aquí la fórmula es infalible, buenas bases, sumado a buenos coros, lo mismo calificaría para la pista siguiente, ya promediando la placa, que se trata de “Schizophrenia”, otro sencillo de adelanto con su clip, donde Phil cumple con la cuota promedio del disco poniendo su sello y su inconfundible sonido .
La particularidad que notamos en la siguiente mitad del disco, es que no suele caer en lo que otras bandas hacen, es decir, llenar el resto del disco con canciones como para que este pueda alcanzar el formato de larga duración y eso lo vemos ya con la canción homónima a la placa, un tema muy marchoso en la veta más blues de Phil, con un sonido muy a lo Ted Nugent, con la voz rasposa de Joel Peters dándole su impronta, que junto a la parte melódica hacen de esta canción una joyita.
El arranque de “The Hunt”, nos hace poner la piel de gallina por lo similar a los comienzos con el Rickembacker del entrañable Lemmy en los otrora discos de Motorhead, de hecho, creo que esta es la versión más Motorhead de la banda en esta placa, salvo por unos cambios de ritmo a mitad del tema y el trato de la voz pero la cadencia es la misma, la canción “Show No Mercy” va más o menos también por ahí, pero con una orientación un poco más hacia el punk rock.
El cierre de este logrado trabajo está a cargo de las pistas “Ghost” y “Maniac “, donde la banda baja un poco la intensidad, yéndose un poco al hard rock de sus primeros discos de estudio, con un sonido a lo “The Exploited” a lo sumo en la última canción, pero dándole un buen fin a este muy buen trabajo de estudio.
Muy buen sonido, excelente producción, eximia ejecución, sin duda, un paso adelante con respecto a lo anterior, pero sobre todo siempre el buen Phil, transpirando convicción y Rock N Roll, como nos acostumbra desde hace 50 años.